N de la R: Alejandro Rodriguez compartió su testimonio en primera persona con www.politicamisionera.com.ar acerca de los días que están viviendo en Europa a raíz de la pandemia del coronavirus.
“De película”. Es esa la respuesta que mejor me sale y con la que normalmente respondo a mis amigos y familiares que por estos días me consultan como estamos viviendo la situación pandémica aquí en Madrid, algo más propio de ver en alguna serie de Amazon o Netflix. Sin embargo, se ha transformado más pronto que tarde, en la vida real y aun cuando Europa es vista desde Sudamérica como un continente desarrollado, si bien está claro que al menos lo es respecto al nuestro, es notable como muchas veces, podemos observar cómo los medios y sobre todo la política no es muy diferente a la del cono sur.
Sabemos que todo comenzó en noviembre y con noticias que para fin de año comenzaron poco a poco a llegar desde Wuhan, en la provincia de Hubei en China, donde trabajan además muchos europeos contratados por empresas chinas. En lo personal, y me incluyo en el mea culpa, creo que todos nos hicimos eco de los famosos memes y a raíz de ello hemos tomado este tema con muy poca seriedad desde entonces, incluyendo a quienes llevan las riendas del país, inclusive en varios países de Europa donde muchos de sus representantes hace poco más de un mes aseguraban que esta enfermedad no traería mayores consecuencias para la economía. De mas está decir y aclarar que las consecuencias ya están siendo implacables y todavía no conocemos el nivel del impacto que todo esto dejará una vez que las aguas se retiren y podamos cuantificar el nivel del daño. Si sabemos que 2020 será difícil no recordarlo y no solo por el coronavirus.
A estas horas con España e Italia siendo los dos países epicentro de Europa en cuanto a víctimas fatales, España cuenta con un gobierno asustado, que reaccionó tarde, que intenta sin éxito no transmitir ese miedo a la población y que ahora solo puede contener y esperar a que lo peor pase, o sea, un calco de lo que está sucediendo en Italia. Lamentablemente las decisiones se fueron tomando conforme la situación se fue tornando más angustiosa y así, la capacidad de maniobra se vio fuertemente reducida. Ni hablar de haber permitido la marcha del 8M hace tan solo 6 días con todo lo que ello implica para la situación actual.
Y es que no es casualidad que tanto Italia y España estén sufriendo los embates del coronavirus, estamos hablando de dos países con una población muy envejecida donde justamente la enfermedad es mas despiadada y fatal. Por ejemplo, Corea del Sur que venía siendo el segundo país más afectado después de China, al tener una población mucho más joven, rápidamente y con el debido tratamiento, comenzó a ver controlada su situación, mientras que España en tan solo 2 semanas ya se cuenta con casi 6.000 infectados y casi 200 fallecidos, y que hablar de Italia con 18.000 infectados y casi 1.300 fallecidos. Y es justamente esto lo que mas asusta, la velocidad con la que se está expandiendo el virus y sin un horizonte claro de control de la situación.
En cuanto a la población, hay que decir que España tiene una sociedad que es de salir mucho a la que le cuesta enormemente aislarse y quedarse en casa como requiere la situación. La gente hoy está muy asustada viendo el avance de la enfermedad, y como la mayoría cuenta con familiares de edad muy avanzada y en riesgo elevado, poco a poco esta tomando conciencia y aceptando las indicaciones. El problema es que ese miedo lleva a tomar medidas desesperadas como si estuvieran en medio de una guerra y la gente comienza a ir a los supermercados a estoquearse como si no hubiera un mañana. No hay indicio de desabastecimiento, aunque los supermercados no llegan a reponer mercaderías durante el día y así pueden verse góndolas de algunos productos sin stock, como leche y papel higiénico. Hoy sábado, el presidente ha declarado el estado de alarma nacional y ya no se podrá ni siquiera circular por la ciudad a partir del lunes, con muy pocas excepciones para salir de casa por cuestiones de compra de productos de primera necesidad, ir al medico o a la farmacia. Los locales comerciales, excepto supermercados permanecerán cerrados tanto como lo colegios, bancos y otras dependencias hasta quien sabe cuándo. Y todos los espectáculos deportivos, culturales, etc., permanecerán cancelados, así como cualquier evento que implique aglomeración de gente. Esperemos por el bien de todos, que todo esto pase bien rápido y con el menor número de bajas posible, pero hoy el panorama luce bastante desolador.
Alejandro Rodríguez