La información fue brindada por el titular del Poder, Carlos Rosenkrantz. Todo ello, antes de que llegaran las restricciones impuestas por el Poder Ejecutivo.
Hasta el 28 de marzo pasado, se habían realizado 49.534 presentaciones electrónicas ante la Justicia Federal, cuando el Gobierno nacional dispuso el aislamiento generalizado y la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) declaró la feria.
Esto es, en diez días, hubo casi 50 mil presentaciones en el nuevo sistema.
La feria declarada no es una feria normal. Además de las cuestiones que se deciden normalmente en los recesos de invierno y verano, en esta feria excepcional “se dará primordial importancia a todo lo necesario para combatir la pandemia (desde el juzgamiento de transgresiones a la cuarentena hasta la atención de cuestiones sanitarias generales e individuales”, informó el presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz.
Hay que recordar que dentro de la serie de medidas que decide adoptar la CSJN en la Acordada 4/2020, en el artículo 11 se dispuso: “a partir del 18 de marzo del 2020 todas las presentaciones que se realicen en el ámbito de la Justicia Nacional y Federal serán completamente en formato digital a través del IEJ (Identificación Electrónica Judicial), registrada en cada una de las causas”.
Y se puntualizaba: “Dichas presentaciones deberán estar firmadas electrónicamente por el presentante” y que “tales presentaciones y su documentación asociada tendrán el valor de Declaración Jurada en cuanto a su autenticidad, serán autosuficientes y no deberá emitirse copia en formato papel”.
Decisiones duras
Según el titular del Poder, hubo pedidos sindicales, pero decidieron no clausurar totalmente el servicio de Justicia. “Hacerlo hubiera importado una contradicción con el proceder del resto de la administración pública y habría implicado desconocer quién está mejor situado para decidir”, indicó Rosenkrantz.
“Al mismo, sin embargo, para preservar la salud de los empleados judiciales, jueces, funcionarios, abogados y de todos aquellos que concurren a los tribunales, se estructuró un modo de funcionar que permitió prestar un servicio reducido. Se extremaron las medidas de producción adaptadas a las especiales características del trabajo judicial; se restringieron aquellas prestaciones que requerían trato personal entre jueces, funcionarios, magistrados y se incrementó el trabajo remoto y el uso de internet y las presentaciones electrónicas”, redondeó el Presidente de la Corte.