Ya hay 11 millones más de desocupados. Y, por ende, menos ingresos familiares. Entre los estratos más afectados se hallan las mujeres, más aun, las que trabajan de domésticas. Las naciones más grandes sufrirán más. Editó Rita Saucedo.
La pandemia del Coronavirus tiene fuertes efectos en el ámbito de la salud y profundas implicaciones sobre el crecimiento económico y el desarrollo social. Y llega a América latina y el Caribe en un contexto de bajo crecimiento económico, de alta desigualdad y vulnerabilidad, donde crece la pobreza y la pobreza extrema, con un debilitamiento de la cohesión social y manifestaciones de descontento popular, sostuvo la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su Tercer informe denominado “El desafío social en tiempos del Covid-19”.
En ese marco, indicó que las medidas de aislamiento obligatorio y distanciamiento físico, necesarias para frenar la propagación acelerada de la enfermedad y salvar vidas, generan pérdidas de empleo (en 2020 habría 11,6 millones de desocupados más que en 2019) y reducen los ingresos laborales de las personas y de los hogares.
Y esta pérdida de ingresos afecta sobre todo a los amplios estratos de población que se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad, así como a las personas que trabajan en actividades más expuestas a despidos y reducciones salariales y, en general, en condiciones de precariedad laboral.
Además, recordó que en “la región, los mercados laborales suelen ser precarios: existe una alta proporción de empleos informales (un 53,1% en 2016, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2018)). En 2018 solo el 47,4% de los ocupados aportaba al sistema de pensiones y más de 20% de los ocupados vivía en la pobreza. Las mujeres, las jóvenes, los indígenas, los afrodescendientes y los migrantes están sobrerrepresentados entre los trabajadores informales”.
Mayores desigualdades sociales
La Cepal habla de un “impacto discriminado en diversos grupos de población y su capacidad de respuesta”. Así, “la imposibilidad de trabajar desde el domicilio, las condiciones de hacinamiento y la falta de acceso a agua y saneamiento aumentan el riesgo de infección de la población en situación de pobreza y vulnerabilidad”.
Y explicó que los diferentes impactos socioeconómicos de la pandemia hace “que las desigualdades sociales (en cuanto a pertenencia a distintos estratos socioeconómicos o clases sociales, el género, la etapa del ciclo de vida, la condición étnico-racial y el territorio, a lo que hay que sumar factores como la condición de discapacidad, el estatus migratorio o la situación de calle; se acumulen) se potencien e interactúen entre sí, causando múltiples discriminaciones que conllevan diferencias en el ejercicio de los derechos”.
Así entre las poblaciones más afectadas por el Covid se encuentran las mujeres, estratos de ingresos bajos y medios, trabajadoras domésticas remuneradas, niñas, niños y adolescentes, personas mayores, población rural, afrodescendientes, personas con discapacidad, migrantes y personas en situación de calle. Salud física y mental, nutrición, educación, ingresos laborales, trabajo infantil, acceso a servicios básicos (agua, luz, saneamiento, gas), trabajo de cuidado no remunerado y violencia intrafamiliar son los ámbitos en que incide más la pandemia, según la Cepal (Ver cuadro 1).
Cuadro 1: Poblaciones más afectadas por los impactos socioeconómicos del Covid-19
Asimismo, advirtió que “en línea con el aumento de la pobreza y la pobreza extrema, también aumentará la desigualdad en todos los países de la región” por lo que se proyecta incrementos del índice de Gini de entre el 0,5% y el 6,0% y una vez más, los peores resultados se esperan en las economías más grandes de la región (Ver cuadro 2)
Cuadro 2: América Latina (17 países): variación proyectada del índice de Gini en 2020, sin considerar el efecto de las medidas anunciadas para mitigar el impacto del Covid-19
Más pobres en todos los países
Sobre el aumento de la pobreza y la pobreza extrema en América Latina y el Caribe, advierte que “se proyecta una caída del 5,3% del PIB y el aumento del desempleo de 3,4 puntos, por lo que “en 2020 la pobreza aumentaría al menos 4,4 puntos porcentuales (28,7 millones de personas adicionales) con respecto al año previo, por lo que alcanzaría a un total de 214,7 millones de personas (el 34,7% de la población de la región). Entre estas personas, la pobreza extrema aumentaría 2,6 puntos porcentuales (15,9 millones de personas adicionales) y llegaría a afectar a un total de 83,4 millones de personas”.
En cuanto a países, los efectos de la pandemia sobre el PIB y el empleo son diferentes, por lo que la magnitud de los incrementos de la pobreza y la pobreza extrema proyectados también varía.
Sin embargo, para la Cepal “en todos los escenarios, la pobreza y la pobreza extrema aumentarían en todos los países, Mientras que en en escenario alto, los mayores aumentos de la pobreza extrema se darían en México, Nicaragua y el Ecuador. Y también en el escenario alto, la pobreza en general aumentaría especialmente en la Argentina, México, el Ecuador y el Brasil (Ver Cuadro 3).
Cuadro 3: América Latina (17 países): proyección de la población en situación de pobreza extrema y pobreza en 2020, sin considerar el efecto de las medidas anunciadas para mitigar el impacto del Covid-19 (En porcentajes)
Más pobreza general en Argentina
Así, para la Cepal, en nuestro país la pobreza extrema llegó a 3,8% de la población en 2019 y se espera un crecimiento de 5,1% en un escenario bajo y hasta 6,3% en el más alto de los casos; mientras que las proyecciones para este año ubican a la pobreza en general en 26,7%, llegando al 32,5% en un escenario bajo y hasta 35,3% de crecimiento en el peor de los casos.
En cuanto los países vecinos como Brasil y Paraguay, las proyecciones crecimiento de pobreza extrema son mayores, pero bajan respecto a la pobreza en general respecto a la Argentina.
Brasil pasaría de una pobreza extrema de 5,4% en 2019 a una de 5,9% en el escenario bajo y hasta 7,9% en el más alto; Y en cuanto a la pobreza de 19,4% el año pasado, crecería en 2020 23% en el mejor de los casos y hasta 25,3% en el peor de los escenarios.
Paraguay, por su lado registró en 2019 que un 6,2% de su población se encontraba en pobreza extrema. Y para este año, se proyecta alcanzar al 6,3% en el menor de los casos o hasta 6,9% el porcentaje más alto. Mientras que la población pobre llegó a 19,4% en 2019 y para este año se espera en el mejor de los casos que abarque al 19,8% de la población y hasta el 21,1% en el peor de los panoramas.
Uruguay se ubica como el país en mejores condiciones, allí los porcentajes de pobreza extrema y pobreza general son de 0,1% y 2,9% en 2019. Y las proyecciones para 2020 se ubican en el peor de los escenarios en 0,4% (pobreza extrema) y 5,7% (pobreza en general).
La Cepal resaltó la particular vulnerabilidad de las tres mayores economías de la región y que el impacto considera únicamente las consecuencias de la pandemia en el mercado laboral y la pérdida de ingresos asociada.
“Ante las grandes brechas históricas que la pandemia ha agravado, es el momento de implementar políticas universales, redistributivas y solidarias con enfoque de derechos, para no dejar a nadie atrás”, sostuvo la Cepal.
Recomendó así que “las respuestas en materia de protección social deben articular las medidas de corto plazo necesarias para atender las manifestaciones más agudas de la emergencia (garantía universal de ingresos, acceso universal a las pruebas y a la atención médica, a los servicios básicos y a la vivienda, a la alimentación adecuada y a la educación), con otras de mediano y largo plazo (salud universal, estrategias de inclusión laboral en el período de la recuperación), orientadas a garantizar el ejercicio de los derechos de las personas mediante el fortalecimiento del Estado de bienestar y la provisión universal de protección social”.
Más casos en barrios vulnerables
Las autoridades porteñas informaron hoy que detectaron 81 nuevos casos en las últimas 24 horas en barrios vulnerables. Contabilizando en total “972 casos positivos, 118 personas fueron dadas de alta, 9 fallecieron y la tasa de letalidad allí es de 0,92%”, precisó el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós en una conferencia de prensa en la sede del Gobierno local.
“El Barrio (o villa) 31, de Retiro y el barrio 1-11-14 de Flores concentran la mayoría de los diagnósticos de Covid-19 de los barrios vulnerables porteños, por lo que se comenzó a aplicar allí el programa Detectar que implica la visita, interrogación por síntomas e hisopados”, añadió el funcionario.
DETeCTAr (Dispositivo Estratégico de Testeo para Coronavirus en Terreno de Argentina) fue lanzado a principios de este mes yse realiza de forma conjunta entre los ministerios de Salud de Nación y de la Ciudad en diferentes barrios vulnerables de los distritos bonaerenses, ya sea por la frecuencia en la aparición de casos o por historial de propagación, entre otras variables.