El presidente Alberto Fernández visitó el jueves por la tarde Posadas en su primera llegada a la provincia como mandatario. Un breve recorrido a pura imagen y algunas reflexiones
La visita de Alberto Fernández a Misiones como Presidente generó expectativas. Aunque la presencia del mandatario fue fugaz, pudo realizar algunos actos y visitas. Otros no. Pero vayan algunas imágenes para saber qué pasó (y qué no) el jueves 28 a la tarde (tardecita, dicen los misoneros).
Uno de los momentos más atractivos que tuvo el Presidente fue conocer más de cerca el fenómeno de las ferias francas. Y cuando se dice “conocer” también se quiere significar “saborear” y “probar” las exquisiteces de las chacras misioneras, tanto en frutas y hortalizas como en productos elaborados. Pase y vea (y sí, seguro que se le hará agua a la boca…qué se le va a hacer, cualquier reclamo, a Marta Ferreyra)
Ah..! ¿Le gustó? ¿Quiere más?
Luego, hubo poco para ver. Salvo pasar un breve instante por la unidad de salud, recientemente construida en el predio del Hospital Doctor Ramón Carrillo, de Posadas. El pabellón de Inimputables: aquellas personas que cometen crímenes pero que no pueden ser condenadas como delincuentes comunes ya que no son conscientes de sus actos. En la conferencia de prensa posterior, Alberto Fernández destacó este tipo de instalaciones. “Como soy profesor de Derecho Penal, esto que realiza Misiones es un ejemplo para todo el país”, señaló.
Finalmente, el mandatario se instaló en la finca del Gobernador y desde allí respondió cuatro consultas de sendos medios. El Territorio, Primera Edición, Misiones on Line y Canal 12.
No hubo anuncios espectaculares aunque sí buenas ondas entre el ilustre visitante y los anfitriones. El gobernador Oscar Herrera Ahuad y el presidente de la Legislatura, Carlos Rovira, flanquearon al mandatario.
En un momento, se le hizo entrega de una talla que significa mucho: para los misioneros, al menos.
Luego, comenzó la serie de preguntas.
En ese breve desarrollo (unos 35 minutos reales), AF destacó el trabajo de Misiones y de su gobernador con el tema fronteras. “Entre Wado (de Pedro) que tiene a cargo Migraciones, Sabina (Frederic) con Gendarmería Nacional y Agustin Rossi con FFAA fuimos ordenando el tema para mejorar los controles”, señaló para indicar la necesaria coordinación de fuerzas y ministerios para la tarea.
En ese punto, quizá llegó el momento más divertido. Alberto fue consultado por los reclamos de fondos y coparticipación de Misiones. Y el mandatario nacional empezó a revisar sus bolsillos y sacar papelitos (!)
Sí, Alberto parecía Juan Carlos Altavista y su inolvidable personaje Minguito Tinguitella cuando empezaba a revisar los papeles. ¿Recuerdan?
Luego desarrolló algunas unas ideas y pudo conseguir (sin el papelito) que le ‘soplaran’ el dato: Los ATP (Asignación para el Trabajo y Producción) que se entregaron en Misiones fueron: 3816 empresas (la mayoría Pymes) y unos 40 mil trabajadores de Misiones.
Luego explicó el tema de los índices de coparticipación: se hicieron en la época de (Raúl) Alfonsín. Se buscó beneficiar a provincias del Norte (algunas, al menos) para retener la población en esos lugares. Y no alcanzó.
Y luego sí. Lanzó su frase más polémica de la visita. Criticó la meritocracia. “No es verdad que se pueda crecer en la escala social donde el más inteligente de los pobres le cuesta mucho más que al más inservible de los ricos (poder crecer). Eso no es cuestión de méritos. Sino un problema de oportunidad”.
En definitiva, tras la partida de Alberto Fernández, la reflexión que quedó es que sus declaraciones más importantes se realizaron unas horas antes en Formosa, donde había visitado al gobernador Gildo Insfrán.
Allí, se animó a dejar dos definiciones. Una repudiar el Impuesto a las Ganancias aplicado sobre los salarios (por más altos que fueren).
“El Impuesto a las Ganancias que aportan los que viven de un sueldo está mal y eso hay que corregirlo. Ya no me importa quién es el culpable. Eso hay que corregirlo y rediseñar un nuevo país“.
La otra frase fue títulos en los medios nacionales. De alguna manera terminó refutando la intención de algunos sectores del oficialismo sobre quedarse (con todo o parte de) las empresas a las que el Estado asistió con motivo de la cuarentena que el propio Estado estableció.
“Esto no es perseguir a nadie. Aparecen esas las ideas locas de que nos queremos quedar con las empresas, que queremos castigar a los ricos. No, no, no, lo que queremos es hacer un país más justo“.