En general se desconoce quién es el creador de un ritmo musical. La melodía forma parte de la cultura, y listo. Pues en Misiones sucede lo contrario. El gualambao tiene nombre y apellido: Ramón Gumercindo Cidade. O, Ramón Ayala, como es más conocido. Ahora, por ley se declaró al gualambao patrimonio cultural.
“Tuvo que haber música para contener a toda nuestra provincia, de norte a sur y de este a oeste. Tuvo que haber alguien que comprenda la profundidad del alma de personas que viven ahí. Y allí aparece el gualambao. Y allí aparece Ramón Ayala. Un ser mágico que comprende cada una de esas almas. Indudablemente (se trata de) un ritmo, una danza que ve el más allá. Y que así como está presente hoy en nuestra tierra, va a estar presente por la eternidad. Eso es el patrimonio de los misioneros, la identidad misma de nuestra gente” reflexiona visiblemente emocionado el multifacético artista Luis Marinoni, director del Ballet Folklórico del Parque del Conocimiento y con una larga trayectoria sobre los escenarios.
“Así como está presente hoy en nuestra tierra, va a estar presente por la eternidad. Eso es el patrimonio de los misioneros, la identidad misma de nuestra gente”, reflexiona luis marinoni.
“Sin lugar a dudas, este ritmo que nos atrapa es el reflejo de la inteligencia y versatilidad destacada de su creador, un artista de reconocimiento internacional asociado fuertemente a la identidad del ser misionero”, fundamenta el Diputado Carlos Rovira, impulsor de la iniciativa. Además se establece al 10 de marzo como día del gualambao, en conmemoración al natalicio de Ramón Ayala.
Para Joselo Schuap, este ritmo se constituye en una porción de identidad que se mixtura con otras porciones rítmicas que hay en la zona. “El gualambao ya es un ritmo que es utilizado por los mejores creadores e intérpretes de nuestra Latinoamérica. Así que celebramos esta iniciativa. Que viva el Gualambao, Que viva Ramón Ayala y que viva Misiones!”, festeja el músico popular devenido en Ministro de Cultura.
“Es como una pintura de nuestra provincia –sostiene Fabián Meza-. Cada vez que vamos a tocar a otra provincia u otro país, no puede faltar una canción de Ramón Ayala”. Y hace un pedido especial a la juventud: “Más allá de todo lo que consumamos en materia de cultura, hay que conocer la obra de los creadores misioneros. Por eso es importante este paso que se da a través de una ley”.
Mezcla de melodía guaraní y ritmo afro, formado por la polca y la galopa. Se escribe en compas 12 octavos. Más allá de lo técnico, la comunidad artística celebra este reconocimiento.
Ramón Ayala nació en Garupá hace 93 años. Escribió más de 300 canciones. Su infancia en Misiones significó una fuente inagotable de inspiración. Venga el merecido homenaje al Mensú.
El hermano de Ramón Ayala, el desaparecido Vicente Cidade también incursionó en la música regional y entonó creaciones desde su maravilloso violín.
Uno de los gualambaos más bellos, interpretados por la voz mayor de Misiones, Teodoro Cuenca, es Farol de Sueños. Esta versión homenajea sin dudas al ritmo impulsado por Ramón Ayala.