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jueves, noviembre 21, 2024

Unos 350 feriantes llegan a Posadas cada fin de semana

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Mientras se efectuaba un reconocimiento a los pioneros de las Ferias Francas en Posadas, hay 350 de ellos que cada fin de semana (y a veces también entre semana) que acercan su producción. La horticultura dice presente, pero también las frutas. Y las carnes. Y productos elaborados desde yerba hasta panificados pasando por una extensa gama de pickles y productos envasados muchos a base de lácteos (quesos, dulce de leche, ricota) así como dulces y licores caseros. Y también plantas para ornamentación y árboles frutales

Ya hicieron 22 años de la primera feria franca y fue en Villa Cabello (foto Prensa Municipal)

Hace exactamente 25 años, humilde y calladamente emergían. Como suelen ser los colonos de Misiones. Gente de trabajo, que no le escabulle al bulto y que sabe de trabajar desde la madrugada hasta el atardecer y de lunes a lunes sin feriados.

Michel Guilbard y Eugenio Kasalaba se habían pegado un viajecito allende las fronteras hasta la zona de Santa Rosa en el estado de Rio Grande do Sul.

Eugenio Kasalaba. Integró el MAM y fue el impulsor junto a Michel Guilbard. (foto Ferias Francas)

Guilbard y Kasalaba en los años 70 habían integrado el Movimiento Agrario de Misiones (MAM) pero en la parte más moderada (el resto, más radicalizado con Enrique Peczak se unió a la agrupación peronista Montoneros). Y desde allí, eran sobrevivientes (Peczak aún hoy es desaparecido). Y así, se llega hasta el aciago 1995. El agro misionero literalmente había dejado de existir. Toda su producción básica (yerba, té, tung) no tenía precios de sostén, no existían las asistencias del Estado (habían desaparecido las Juntas Nacionales y las Comisiones Reguladoras, gracias a Domingo Cavallo) y todos estaban como peces fuera del agua: boqueando y rumbo a la muerte segura.

“Hay un nuevo fenómeno que está andando muy bien”, les habían contado. (Todos saben que en Misiones no hay quien no tenga algún familiar o amigo al otro lado de la frontera). Y fueron a ver cómo era eso de las Ferias francas. Allá los productores se autodenominaban “hortigranjeros”.

Y trajeron la idea a Misiones. ¿Dónde empezar? En la propia Oberá, de donde eran ellos.

“Yo soy una pionera de la feria porque nosotros la empezamos entre siete personas”, recordó emocionada Lucía Petry al cumplirse un cuarto de siglo de esta aventura de chacareros de Misiones

“Antes de esto vendía dulces caseros, hasta que un día me invitaron a hacer una feria. Me acuerdo un día sábado. Vine en el colectivo y de ahí hace 25 años que no paré más. Con esa plata crie a mis hijos, los puse a estudiar, mantuve a mi familia: todos vivíamos de la feria”, remarcó emocionada Lucía Petry, oriunda de Panambí una de las primeras en iniciar este fenómeno que se trasladó al país como modelo. Ella hacía los 38 kilómetros de recorrido, salía de su chacra para acercar la producción al pueblo.

Lucía Petry. Dejaba su chacra en Panambí, hacía 38 kilómetros y vendía en Oberá. Hoy, sigue.

El éxito fue asentándose y hoy en 70 municipios, al menos, hay ferias francas.

En 1995, Marta Ferreira era monja y trajinaba de otra manera la vida. Pero hoy la encuentra al frente del ministerio de Agricultura Familiar (su ámbito natural) y siempre con la intención de promover esta genuina actividad de promoción de las chacras misioneros, de los colonos y en especial de las mujeres chacareras… Sí, porque fueron ellas las que primero se animaron a vender cara a cara.

Marta Ferreira (centro). Al pie del cañón y desde el Ministerio de Agricultura Familiar, trabajando.

“Es que el colono misionero venía de una larga tradición de precio-sostén, de entregar el producto a la cooperativa y esperar que se negocien los valores en lugares desconocidos para él, de recibir un adelanto y luego que llegara el ‘retorno’ (o complemento del valor pactado) y donde su rol se reducía al de mero proveedor de materia prima.

Hoy en día, las ferias francas permiten al productor granjero de Misiones pararse a las 6 de la mañana en la feria, recibir al consumidor urbano y regatear los precios. Podrá haber valores más o menos consensuados (una cebollita de verdeo no puede valer menos de 10 pesos, por caso) pero después todo va al regateo. “Ah, sí. Una por 10 pero te vendo tres por 25”, puede formar parte del regateo.

Y eso lo lograron las mujeres que no se amilanaron

Ellas. Nunca se amedrentaron porque tenían que poner la cara y regatear. Así empezó todo.

“Es que los hombres tenían vergüenza en eso del regateo. Nosotras nos arremangamos, sabíamos que teníamos que llevar la comida a nuestra casa… O mejor, el dinero para comprar las otras cosas. Porque la comida siempre la tuvimos. Y es la que vendemos. Y que sabemos de su calidad. Pero no teníamos el dinero para las otras cosas (bienes como la vestimenta, fondos para pagar la luz, los servicios, comprar algunos productos de la chacra). Y eso lo conseguimos en las Ferias”. Es un argumento contundente y sirve para demostrar la valentía de nuestras maravillosas mujeres de las chacras misioneras.

En Posadas, hace 22 años

El sábado 12 en la Feria Franca de Villa Cabello se entregaron pergaminos a los primeros productores que arribaron hace 22 años al “Polideportivo Pepe Piró” con esta propuesta de la economía solidaria.

Cómo habían llegado a la capital misionera. Hay memoriosos que lo saben muy bien. El 5 de septiembre de 1998, Carlos Rovira como Intendente de Posadas dio el visto bueno para que las ferias francas se instalen en la ciudad más importante de la provincia, con el compromiso que, en cada feria franca de la Ciudad, trabajen productores urbanos y periurbanos. La primera feria franca se instaló en el populoso barrio de Villa Cabello y actualmente Posadas cuenta con 14 puesto de ventas, distribuidos en distintos barrios de la Ciudad.

Verdeo y también panificados. Y huevos y el jengibre para el matecito. Y escabeches también!

Así, se realizó una edición especial que contó con la presencia de autoridades municipales y provinciales. Además de los integrantes de la Asociación Civil Feria Franca de Posadas, dado el contexto de pandemia no habrá concurrencia masiva y las actividades se desarrollarán bajo estrictas medidas de bioseguridad.

Con el paso del tiempo esta alternativa de comercialización se ha sostenido y ha cobrado importancia, para llegar a convertirse en un modelo de la agricultura familiar acompañada por el Municipio y la Provincia.

Qué tal esa hormita de queso casero. ¿Invita a probarlo, verdad? (foto Prensa Municipal)

Años de vida aportando a la economía social y familiar de los posadeños, serán 350 los productores que comercializarán cada fin de semana en la capital misionera en las diferentes sedes de estos mercados. 

Los doce lugares en la capital misionera

Los sábados abren las sedes de

  • Villa Cabello,
  • Itaembé Miní,
  • Itaembé Guazú,
  • Miguel Lanús,
  • Club de Abuelos “Centenario” (avenida Centenario entre Tomás Guido y Santa Catalina),
  • Los Álamos (en la plaza del barrio) y
  • Villa Urquiza.
  • Barrio A4 (de 7:00 a 13)

Las actividades se llevan a cabo desde 06:00 a 13:00 horas.

Y los domingos, los puestos de

  • Santa Rita,
  • Chacra 32 -33,
  • Sede del PJ y en el
  • Club Racing,

Siempre, de 06:00 a 13:00.

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