En pocos meses, el flamante intendente ha desarrollado una actividad incesante en pos de atender todos los frentes de una ciudad capital cargada de demandas. Y así, se lo puede ver con los que arreglan calles, con los vendedores de un mercado modelo, con los que realizan actividades de atención a ancianos y enfermos. Y, acompañado por un equipo joven le ha impreso una impronta dinámica a la gestión municipal
Leonardo “Lalo” Stelatto es un ingeniero que trabajó su vida en Vialidad Provincial hasta que un día se le cruzó una oferta muy especial: encabezar una gestión de gobierno municipal. El hombre sabía que constituía un desafío importante para su vida profesional y como hombre político. Y no esquivó el bulto.
Los que conocen el paño saben que el convite le vino desde el palacio legislativo que está en el Parque Paraguayo.
Y, de un día para otro, dejó de reasfaltar calles empedradas y construir accesos para muchos pueblos y lugares de la provincia. El voto de los posadeños lo ungió como jefe municipal.
Y Lalo empezó a trabajar. En realidad, nunca lo había dejado de hacer. Sólo que ahora tenía una responsabilidad única: atender a una ciudad capital de provincia con cerca de 400 mil habitantes, con una extensión gigantesca, con decenas de barrios con sus demandas, con vecinos que buscan la presencia del Estado en todas sus manifestaciones. Y ahí está Lalo.
¿Hay que hacer obras públicas? ¿Hay que reasfaltar calles, volver a imponer las ciclovías sobre avenidas como Rademacher y Francisco de Haro? ¿Hay que ir viendo cómo descongestionar el tránsito hacia el Oeste usando manos únicas en Blas Parera, Lopez y Planes, Tambor de Tacuarí y Centenario?
¿Hay que poner en marcha la Planta de Reciclaje en Posadas? ¿Hay que chipear el material de las podas para usarlo en los paseos públicos? ¿Hay que estar con los Recuperadores Urbanos? ¿Hay que empezar a clasificar la basura y enseñar a los vecinos? ¿Hay que crear un BíoParque en torno al Zaimán? ¿Hay que arborizar la ciudad y tener disponibles ejemplares de árboles nativos para los vecinos? ¿Hay que mejorar la iluminación de calles y avenidas y usar la flamante producción de leds del Parque Industrial? ¿Hay que mejorar la atención a los contribuyentes que se acercan a la sede municipal? ¿Hay que apurar la vía de la travesía urbana por la ruta 12?
Ahí va Lalo con su gestión.
Los posadeños ya lo saben.
Hay una persona que recorre la ciudad. Que está permanentemente encima de los problemas, que está “arriba del asunto”. Así, es más difícil que se le escapen las cuestiones. Ahí está Lalo.
Un importante político de Misiones analizaba así la situación: “(Lalo) Ya es uno de los grandes dirigentes, se integró rápidamente de la mano de la acción, que es lo más importante. Hay que ponderar la acción, siempre pensé que la acción, HACER la gestión, debe abrirse más que las palabras. Y, bueno, hoy rápidamente sin llegar al primer año de gestión Posadas, existe un funcionario cuya gestión está plena de trabajo y eso es obra del intendente”.
En ese sentido, se señala que hay que ponerle también algo de la política en el enfoque. “Se trata de un hombre absolutamente consustanciado con la política disruptiva, con esta gran innovación que se está llevando adelante junto a jóvenes y visiones que conjugan la solidez técnica con la sensibilidad política”.
De eso se trata. Y (parafraseando a Jorge Luis Borges) Lalo “el hacedor” lo está logrando. Con creces. Con admiración y respeto por parte de los eventuales integrantes de la oposición.
Con la ayuda de sus concejales y demás integrantes del Legislativo posadeño. Con el apoyo de toda su gente. Dentro y fuera del Municipio.
El propio conductor de la Renovación ha sido enfático en este tema que excede a Misiones y pone relieve una vez más, la mirada superadora de la política misionera.
“Hoy cuando se está discutiendo ‘meritocracia sí; meritocracia no’, nosotros tenemos todo. Él reúne todas esas cuestiones. Por eso, es uno de los grandes dirigentes de nuestra cantera y mi mayor esfuerzo hoy como conductor de este espacio político es orientar las nuevas realidades de ciudadanos comprometidos pero que antes miraban desde afuera la política hoy tienen un lugar, y un lugar destacado”.
Y sí. Ahí aparece Lalo Stelatto. Un dirigente que ya se ganó la estima de los vecinos posadeños y los ciudadanos misioneros.
No es de extrañar que en cualquier encuesta que se haga aparezca primero en la aprobación. No hay casualidades.
Ahí va Lalo, a pura gestión. Como antes, como siempre. Como cuando se ponía los cortos y se iba a jugar el fútbol con los amigos.