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sábado, noviembre 23, 2024

Nada mejor para prevenir enfermedades que buenos alimentos para el sistema inmune

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Le llaman Inmunonutrición. Y ambas cuestiones tienen que ver. Lo que comemos (o no) es lo que en muchos casos nos protege contra virus y bacterias que andan dando vueltas. La doctora Karina Morgenstern del Hospital Madariaga insiste en esos sencillos mensajes

Desde el Hospital Escuela de Agudos “Dr. Ramón Madariaga” insistieron con un mensaje sencillo a la comunidad acerca de cómo mejorar el sistema inmune, para prevenir y/o hacer frente a infecciones, como las bacterias y los virus, inclusive el Coronavirus. Y, de paso, recomiendan llevar un estilo de vida saludable.

En este sentido, la médica especialista en Nutrición, del mencionado centro asistencial, Dra. Karina Morgenstern (MP M04673) afirmó que, para reforzar nuestro sistema inmune, debemos llevar un estilo de vida saludable, que contemple una buena alimentación, descanso adecuado, actividad física y una correcta hidratación.

Karina Morgenstern desde el Hospital Madariaga insiste con cuidarse (Foto Archivo personal)

En este marco, precisó: “para lograr una correcta defensa natural del cuerpo contra las infecciones, como las bacterias y los virus, las personas deben realizar actividad física en forma regular, respetar las horas de sueño, que son como mínimo de 7 u 8 horas, tener una buena hidratación de 8 vasos de agua por día, todo esto acompañado de una alimentación saludable”.

Siete a ocho horas; otros dicen que hasta ¡nueve horas! de sueño ayudan a la salud

En cuanto a la alimentación saludable, la profesional afirmó que debe ser variada y completa, “no olvidar ningún grupo de alimentario incluyendo leche, carnes, yogur, vegetales, frutas, aceites y frutos secos”.

Seguir bebiendo mucha agua diaria es una consigna vital, más aún en épocas de altas temperaturas.

Continuando con el desarrollo del tema de la inmunonutrición, la Dra. Morgenstern destacó la importancia de las vitaminas D, C y A. “Debemos tener niveles adecuados en el cuerpo, de diferentes vitaminas, para tener una buena defensa”.

Por lo que detalló “la principal fuente de vitamina D, es la exposición solar, para lograr valores óptimos se requiere al menos entre 15 o 20 minutos diarios, con piel expuesta, en horarios que no sean picos; también encontramos vitamina D en los alimentos como ser: pescados y yema de huevo”.

Para aportar entre otras cosas, vitamina B, nada mejor que un huevo cocinado.

Mientras que agregó “la vitamina C está presente en los cítricos y vegetales, por ello, se recomienda su consumo. Otra vitamina muy importante es la del tipo A, ésta está presente en vegetales anaranjados, rojos y verdes, como ser: mango, zanahoria, espinaca”.

La mayoría de los vegetales están recomendados y se pueden conseguir en las ferias francas misioneras.

Otra vitamina a mencionar, para mejorar el sistema inmunológico es la B, se encuentra carnes huevo y leche. También, la Profesional se refirió al mineral zinc, importante para las defensas del cuerpo, se encuentra en los mismos alimentos, antes detallados.

La ingesta de carne (vacuna) es insoslayable: en lo posible, que sea magra (con nada de grasa)

En este sentido, la profesional, mencionó que, a nivel mundial, se viene registrando la presencia de casos graves de COVID-19, en pacientes con obesidad, que independientemente a las patologías de base que pueden llegar a padecer, señaló que podría ser una muestra de que llevar una mala alimentación dificulta el sistema inmunológico de las personas.

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En un contexto de salud, una nutrición adecuada no puede evitar que nos infecte un patógeno (virus o bacteria) o que padezcamos una enfermedad autoinmune, pero sí puede hacer más efectiva la respuesta de nuestro organismo y disminuir el tiempo de recuperación.

El mango no puede faltar en una dieta equilibrada: hay muchísimo este año y aporta vitamina A.

La malnutrición bien sea por exceso o por defecto, así como las alteraciones en el sistema inmunitario, pueden afectar a la resistencia a agentes infecciosos y a la respuesta inmune y aumentar el riesgo de infección.

La alimentación debe ser -en lo posible- variada y los lácteos (leche, yogur, quesos) no podrán faltar
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