Ya se los encontró en la capital provincial. En el Barrio Santa Rita. Pueden ocasionar daño tanto a las personas como a los cultivos ya que son portadores de diversas enfermedades. La secretaria de Salud y Medio Ambiente municipal, Lhea Alegre, precisó que no son venenosos, pero explicó los cuidados y prevenciones
La titular de la Secretaría de Salud y Medio Ambiente municipal, Lhea Alegre confirmó la presencia de caracoles gigantes africanos en el barrio Santa Rita por lo cual se procedió a realizar un bloqueo.
El caracol gigante de origen africano, Achatina fúlica, es considerado como una de las 100 plagas agrícolas más perjudiciales del mundo por su capacidad de reproducción. Puede ocasionar daños sobre la agricultura y la fauna de caracoles nativos, además de ser portador de distintas enfermedades. Su baba constituye una amenaza para las personas, por lo que se recomienda no tocarlos.
El caracol tiene una longitud que va desde 5 a 20 centímetros, de concha grande, cuerpo pardo, más claro en el cuello, con bandas longitudinales grandes e irregulares de color violeta oscuro sobre un fondo pardo claro. Lo que se resalta anatómicamente es el caparazón que es bien cónico con bandas longitudinales de color castaño y claro, son terrestres, colocan los huevos en la tierra, pueden colocar hasta 1000 huevos por año lo que hace una reproducción rápida.
Tienen hábitos nocturnos. Se refugian debajo de elementos con abundante humedad. Se recomienda que cuando se evidencia alguno, sin tocarlos deben colocarlos en un recipiente con sal así los matan.
Es una plaga para los cultivos porque en algunos casos son hospedados de forma secundaria en nematodos que transmiten enfermedades y significa también un impacto negativo en la economía ya que causa daños en los cultivos.
“Sí se puede confundir con especies de caracoles autóctonos, sobre todo en estado juvenil, en el adulto es más fácil identificarlo” indicó Alegre.
Se solicita no usarlos cómo carnada, ni adornos ornamentales. Además, también se recomienda lavar bien las verduras por si estos pasaron y en el camino dejaron parásitos que serían perjudiciales para la salud. Asimismo, se solicita a los vecinos de la ciudad, no trasladar macetas o abono en caso de que allí existan huevos, de esa manera se evita la proliferación.
La especie encontrada no es venenosa sin embargo es importante que los vecinos estén alertas e informen frente a cualquier aparición.
“Hasta ahora en Posadas solo se ha verificado en Santa Rita”, añadió Lhea Alegre.
En caso de avistamiento de un caracol grande, se debe realizar la denuncia al 03764-883555 Ministerio de Ecología de la provincia. Estos trabajos se realizan de forma conjunta entre el municipio, el Ministerio de Ecología y Senasa.
Antecedentes
En la Argentina, el caracol gigante africano fue registrado por primera vez en 2010 en Puerto Iguazú y años más tarde fue detectado en la ciudad de Corrientes, siendo estos los únicos dos focos reconocidos hasta el momento. Esta especie exótica oriunda del este de África fue declarada por el Ministerio de Ambiente como dañino y perjudicial para la conservación de la biodiversidad, las actividades productivas y la salud humana por ser una especie invasora y hospedadora de ciertos tipos de gusanos, potenciales causantes de enfermedades zoonóticas.
Esta vez, personal de Senasa acudió al municipio de Eldorado, luego de recibir denuncias sobre ejemplares de este tipo.
Tras recorrer la zona, se capturó 15 ejemplares de la plaga para prevenir su dispersión, el pasado 22 de diciembre, en un arroyito ubicado sobre la calle San Luis en el km. 9 de la ciudad, tras un aviso de un ciudadano. La primera aparición de este ejemplar tuvo lugar en Puerto Iguazú, Misiones, en diciembre de 2010, y luego en el municipio de Wanda el 10 de abril de 2019. El caracol gigante africano es considerado una plaga gracias a su capacidad de reproducción y porque puede llegar a producir graves daños en ecosistemas y cultivos tropicales.
Además del impacto que puede ocasionar sobre la agricultura y la fauna de caracoles de la zona, también puede transmitir parásitos perjudiciales para la salud humana y la de otros animales.
“Este tipo de caracol puede ser portador de nematodos (parásitos) que son perjudiciales para la salud humana. Por eso se recomienda no tocarlos y manipularlos con precaución. Desde el punto de vista del medio ambiente también son muy nocivos porque debido a su velocidad de reproducción y su falta de predadores naturales pueden constituirse en una plaga en muy poco tiempo. Y como tienen un crecimiento muy rápido y comen cualquier cosa pueden constituirse en un peligro para los cultivos”, explicó Emilio Rey, del Senasa.
Recomendaciones del Senasa
• No tocar caracoles.
• Evitar el contacto con la baba del caracol ( Achatina fulica ), especialmente con ojos, nariz y boca.
• Lavar con agua potable las verduras.
• Si tocó el caracol, lavar inmediatamente las manos.También hacerlo luego de tocar las superficies que puedan haber estado en contacto con la baba de caracol.
• No comer caracoles.
• No utilizarlos como carnada, mascota o adorno.
• No utilizar venenos contra el caracol, ya que pueden afectar a niños, mascotas o fauna nativa.
• Elimine del jardín restos de madera, materiales de construcción, tejas o cualquier elemento que pueda ser utilizado como refugio por el caracol.
• En caso de ser necesario, tomar los caracoles con guantes impermeables, colocarlos en una bolsa, aplastarlos y enterrarlos. Los guantes también deben ser enterrados o quemados.
• No permitir que los niños participen de la captura de los caracoles.
• No trasladar caracoles hacia otras zonas. Tener precaución al trasladar plantas u otros elementos del hogar donde los caracoles o sus huevos podrían alojarse.
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Finalmente, Lhea Alegre puntualizó: “Los riesgos para la salud humana están dados a partir del contacto con la baba de estos caracoles que puede transmitir un parásito a las personas, por eso se recomienda lavarse las manos si estamos en contacto con los mismos o con superficies por donde se sospecha que haya transitado el caracol. Así mismo para su manipulación es necesario utilizar guantes”.
Los caracoles juveniles tienen semejanzas con algunas especies de caracoles autóctonos de Misiones.
Así, finalizó con un sencillo consejo: “Si encontramos caracoles sospechosos o parecidos al caracol gigante africano ante la duda se puede Consultar con la línea de Ecología te escucha mediante mensaje de WhatsApp y enviar fotos para su identificación”.