Aunque la iniciativa surgió el año pasado y le vienen dando vueltas hace un lustro, ahora se potenció. Definitivamente no podrá ser una independencia porque el gobierno federal va a intervenirla. Pero tampoco quieren el status actual. “Si hasta cuando estaba San Martín acá, los porteños nunca nos ayudaron”, sostienen desde su enojo con el gobierno central.
A mediados de 2020, muy fastidiados por la escasa llegada de fondos a su provincia, el ex gobernador de Mendoza lanzó su famosa frase: “Queremos separarnos de Argentina: nos están obligando”, dijo Alfredo Cornejo legislador por la provincia cuyana. En realidad, más allá de los números gruesos de la coparticipación lo que había motivado el mayor enojo es la detención en el avance de la construcción de una represa denominada “la obra del siglo” y que el presidente Alberto Fernández diera cabida a un reclamo de La Pampa.
Para ello, Cornejo solicitaba a la administración de Alberto Fernández que “depusiera su accionar” y “dejara de beneficiar a las provincias aliadas por su color político”.
Lo notable en los planteos mendocinos -que fueron acompañados por todo el arco radical y opositor al gobierno nacional- tuvieron una aliada inesperada: la senadora Anabel Fernández Sagasti, una legisladora ultra K quien, sin embargo, apoyó los reclamos de su provincia natal.
Qué está pasando con la represa
Para poner en contexto, existe un Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco) que agrupa a las tres provincias involucradas en la cuestión: además de Mendoza y La Pampa está Neuquén.
La represa denominada Megadique El Portezuelo es un proyecto que ilusiona a los cuyanos, si se tiene en cuenta el valor que le dan al agua. Si se suma la cuestión de la generación, fácil es entender que cualquier freno a esta iniciativa les ha de sonar muy irritante.
Basta recordar como insensatos ecologistas en la década del 80 se oponían a la represa de Uruguaí en Misiones “porque iba a afectar al pato serrucho”. Semejante desatino (el pato serrucho había sido visto por última vez en la zona de la cuenca del Uruguaí en la década del 50, unas tres décadas atrás) no pudo impedir que se construyera la represa que funciona como una fuente de equilibrio en el balance energético de la provincia. Y ni qué decir de los patos serruchos que sí volvieron a aparecer con la llegada de la cola de arroyo, un hábitat perfecto para estos bípedos.
Volviendo a Mendoza
“El Gobierno nacional castiga a Mendoza por hacer las cosas bien durante años, pero, también, por ser de un signo político distinto. Para derrotar la pandemia, el Gobierno les pide ayuda a todos, pero, para asistir a las provincias, la cosa es entre pocos. Vuelve la política del látigo y la billetera. Hoy, más que nunca, el país necesita un federalismo de concertación para salir de la crisis”, indicaron los diputados y senadores de Juntos por el Cambio.
Según los mendocinos, a fines de junio del año pasado la remisión de fondos para pagar los aguinaldos fue tan discriminatoria y sostuvieron que “hasta Misiones recibió más”. Y luego exponían números donde admitían que en realidad Misiones recibía menos que todas.
De hecho, Misiones es una de las provincias que aporta casi tres veces y media lo que recibe de coparticipación, como si fuera un estado rico (tal como Mendoza, Santa Fe, Córdoba o CABA).
Así, los datos fueron los siguientes. “En Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del Programa para la Emergencia Financiera y del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, según el dirigente Cornejo, hasta ahora, son “nueve las provincias” beneficiadas con el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial y que “excepto Misiones, todas recibieron sumas superiores a Mendoza”. Así, detalló que Tucumán obtuvo $ 6000 millones; Chubut, $ 5000; Neuquén, $ 5000; Córdoba, $4800; Santa Fe, $4600; Entre Ríos, $3500; Catamarca $3500; Santa Cruz, $3000; Chaco, $2500 y Misiones, $1200.
Cambia el eje: Mendoza no es Formosa
En la actualidad, el gobernador mendocino Rodolfo Suárez se mostró interesado en una reformulación del federalismo.
¡Es que la iniciativa ya tenía nombre (Mendoexit, parafraseando el Brexit inglés) y hasta escudo y bandera! Pero no tenía en cuenta a los constitucionalistas.
Estos son muy claros: ahora, así, resulta imposible. Habrá intervención de la provincia, pero no habrá autonomía al estilo secesionista.
“No podríamos llegar a ser independientes”, admitió Suárez durante una entrevista en la Casa de Gobierno con un grupo de corresponsales extranjeros. “Yo me acercaría más a un sistema como el de los Países Bajos, antes que, a la independencia, y a buscar que nosotros, por tener frontera, podamos cobrar algunos impuestos. Buscaría otro sistema de coparticipación, y activar más pasos a Chile”, le dijo a Sebastián Fest de Infobae.
¿Tiene sentido pensar en la independencia de Mendoza?, le preguntó Fest
Yo creo que no hay un movimiento al respecto, un movimiento que tenga peso. Nosotros dependemos de la coparticipación nacional. Argentina tiene un ingreso de divisas importante que tiene que ver con la soja. Hoy, a 500 y pico de dólares, la soja es un alivio para la Argentina. En el gobierno de (Mauricio) Macri no superaba los 200. Hay un sentimiento de mendocinidad, sí, que no pasa en otras provincias. El mendocino se siente muy orgulloso de su provincia, y Mendoza sí tiene una marca. Una marca que tiene que ver con su mayor institucionalidad. Mendoza es una provincia que no es Formosa, aunque no me gustan las comparaciones y esté hablando de un colega. Pero acá el empleo público no ocupa al 90 por ciento de la población, como ocurre en otros lados. Acá hay producción, acá para nosotros es importante la recaudación, pero no creo que podamos llegar a ser independientes.
Finalmente, Carlos Gervasoni, especialista en Ciencia Política de la Universidad Torcuato di Tella, señaló. “Las palabras de Cornejo pueden ser parte de una estrategia o pueden haber sido producto de un impulso en reacción a la actitud presidencial sobre Portezuelo del Viento. Pero, en cualquier caso, reflejan una tendencia que se viene profundizando desde hace por lo menos dos décadas, y que puede alentar este tipo de tentaciones secesionistas: la creciente autonomización política de las provincias.
Y remata: “Seguramente las palabras de Cornejo no tendrán mayores consecuencias en el corto plazo. Sin embargo, no puede descartarse que la creciente activación desde arriba (es decir, por parte de élites políticas) de las identidades provinciales haga que en una década o dos los clivajes territoriales ocupen, como en el siglo XIX, un lugar importante en la política argentina. Un secesionismo a la catalana no es probable pero tampoco es imposible”.
Cornejo, por lo que se sabe, hizo dos maestrías de desarrollo regional en España, una en 1991 y otra en 1995. Parece que allí empezó a pensar en las ideas de la autonomía, un asunto nuevo en la Argentina, aunque el rencor mendocino lleva siglos. Hugo Laricchia un militante antik e impulsor del separatismo, en tanto, sigue con su discurso sostuvo: “Buenos Aires no ayudó a San Martín cuando tenía que cruzar los Andes, no hay que esperar nada de la Rosada”.
Sería bueno q en un futuro no muy lejano aprendamos de Mendoza, x q el federalismo nunca existió, solo en los discursos, la prueba está con los q nos pasó cuando quisimos hacer una zona franca de la Provincia con la aprobación d todo el arco político Nunca seremos independientes de Buenos Aires
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Gracias Lorenzo por sus opiniones.