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lunes, noviembre 25, 2024

Luis Arenhardt: de cómo la chacra misionera sigue produciendo riqueza

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En la entrega de tres unidades del Plan Tractor se destaca la historia de este productor. Comenzó de a poco hace quince años. Y fue adaptándose a los tiempos y aprovechando la tecnología. Y hoy, la frutilla del postre: un tractor nuevo para la chacra

Sí, fue una jornada especial para varios colonos de Misiones. No sólo los visitaron importantes autoridades como el vicegobernador Carlos Arce y el presidente del IFAI, Marcelo Rodríguez, sino que fueron los beneficiarios de sendas entregas del Plan Tractor.

“Estas entregas son parte de un programa que implementó el Gobernador y forman parte de nuestra misión como gobierno provincial, que es ayudar y potenciar a la producción misionera, no solo con tractores sino también con insumos que son entregados en forma directa al productor”. Así lo destacó el vicegobernador Carlos Arce.

El titular del Ifai, Cr. Marcelo Rodríguez, Gloria Aldaz, Luis Rudimar Arenhardt y vicegobernador Carlos Arce

Pero es necesario detenerse en uno de los protagonistas.

Se llama Luis Rudimar Arenhardt. Y su historia muestra cómo se va haciendo Misiones desde adentro y cómo cambian las formas de producir y lograr agregar valor a lo que sale de la tierra en esta provincia.

Historias del siglo XX

Sus padres (Ervino y Elma) eran de la zona de Olegario Víctor Andrade, en la región sur de Misiones. Allí, en los bailes rurales se conocieron y luego del noviazgo de rigor, se casaron en los años 50 del siglo pasado.

Elma Pretzel el día de su casamiento con Ervino Arenhardt mediados de los años 50.

Pero la región no tenía buenas tierras. “Mucho pedregullo y mucha lagartija”, se suele comentar.

Así que decidieron mudarse hacia el centro de la provincia con el resto de los familiares.

Campo Grande, el viejo pueblo que alguna vez se llamó Ñu Guazú (quiere decir, exactamente eso) fue el destino. La otra opción era Eldorado, y hacia allí fueron varios de los Arenhardt que suelen reunirse cada tanto (por lo menos, hasta la pandemia) con sus familiares que quedaron en Brasil, donde el registro de la llegada de personas con este apellido data del 1700, al menos. Los parientes directos de estos Arenhardt que hoy viven en Misiones datan de las primeras décadas del 1800, señaló la investigadora la Dra. Élida Arenhardt.

Elma y Ervino se instalaron en Campo Grande. Allí nacieron sus hijos Gladys y luego Luis (pese a que Elma había perdido dos embarazos antes de tener a su primera hija).

El sistema de producción era asociado entre hermanos: Tarcisio, Ervino y Juan. Los tres guiados por el viejo Juan Guillermo “Schön” (el abuelo).

Así, las pocas hectáreas se repartían entre los tres hermanos. Y todos, bajo la batuta del patriarca.

Un cacho de cultura

Los estudiosos de las estructuras agrarias y de la sociología rural han descripto el fenómeno de una manera muy sencilla.

En la producción agrícola, hay lugares donde pocos tienen mucho y muchos tienen poco. El fenómeno se describe como la coexistencia de latifundios y minifundios.

Y hay otros lugares donde una gran cantidad de productores agrarios accede a cantidades significativas de tierras y pueden desarrollar exitosamente sus tareas.

¿Qué significa esto?

Hay que recurrir a los términos originales en inglés. Están los peasants (campesinos) y los farmers (chacareros o colonos en Misiones).

Cuando hay estructuras con latifundios y minifundios, tienden a reproducirse modelos con muchos campesinos, esto es, productores sin capacidad de capitalización. Como decimos en Misiones, sin posibilidades de progresar.

Y cuando hay farmers la cosa cambia.

Archetti y Stölen buscaron la punta del ovillo

En los años 70 del siglo pasado, la pareja de investigadores, Eduardo Archetti y Kristi Stölen estudiaron el fenómeno. Y encontraron algo que les llamó la atención.

Un argentino y una noruega realizaron este trabajo. En 1976 se mudaron a Noruega.

Misiones no era como las otras provincias pobres del norte argentino en su estructura agraria.

Había muchos colonos farmers con capacidad de acumulación de capital y la tenencia de la tierra era más proporcionada. En especial a partir de la llegada de los colonos eslavos a inicios del siglo XX con un patrón de asentamiento de 25 hectáreas que fue lo característico en Misiones. La provincia tiene una estructura agraria más parecida a las “grandes” de la Pampa Húmeda como Santa Fe, Córdoba o Buenos Aires.

Y eso es lo que apostó Luis Arenhardt cuando en 2006, fallece su padre y la relativamente pequeña explotación pasó a sus manos.

“Tenía algo de té, algo de yerba, pero no era que la chacra generaba mucho”, evaluó.

Por lo pronto, los hijos de los tres hermanos Ervino, Tarcisio y Juan decidieron seguir cada uno por su lado. Y eso potenció el crecimiento de cada uno.

Y la chacra –a unos dos kilómetros del casco urbano de Campo Grande- comenzó a tomar otro perfil.

Las plantaciones de té (con un producto agobiado por años y años de precios muy bajos) fueron erradicadas. Más yerba, más pinos, más vacas. Por ahí, gritaba Garay.

“Es que yo escuché hablar eso del sistema silvopastoril (lo impulsó el Inta en Misiones junto con el CREA) y la verdad es que me largué: plantar pinos y meter vacas abajo”, explicó Arenhardt.

El silvopastoril, un sistema que se adaptó muy bien en Misiones. Arenhardt también aplica

Eso sin olvidar la clásica producción chacarera de Misiones, que en la mayoría de los casos apunta al autoconsumo.

A la cría de animales como cerdo y gallinas (también ponedoras) empezó a agregar ganadería con cruza de animales de calidad. Hay algo de Brangus y algunos ejemplares Braford. No muchos porque el tamaño de su chacra no lo permite.

Todo ayuda: los vacunos vienen a “cortar el pasto” de la parte trasera de la casa en la colonia.

Es lo que especialistas denominan “carga animal”. Teóricamente, en los manuales se dice que en la Argentina se debe tener un vacuno por hectárea. Tenés 100 hectáreas, podés criar 100 vacas. Pero por estas tierras donde hay poco espacio, hay “rebusques” de estos colonos que son capaces de tener forrajes “a la misionera”.

El ganador de premios nacionales Eduardo De Coulon demostró ante los popes del sector primario que podía aumentar la carga animal con sistemas integrados de producción al combinar la ganadería con pinos, con yerba, con cría de cerdos. Llegó a meter cuatro animales por hectárea. Qué tal.

Es que ni en Corrientes pueden dar mandioca picada en invierno (cuando las pasturas desaparecen) o la caña de azúcar (“Solo hay que plantar y cuidar”, dice Arenhardt quien recuerda que una vez enseñó a un vecino que tenía algunos animales a hacer caña de azúcar. Luego, cuando vio que le faltaba alimento para sus animales, se dio cuenta que el vecino seguía viniendo a sacar la caña de azúcar de su cañaveral: no había hecho el propio). Todo eso permite que los animales lleguen a la primavera sin pérdidas ostensibles de peso.

Un alimento bien dulce para el invierno: las vacas se nutren con caña de azúcar.

En definitiva, Luis (muchos en Campo Grande lo conocen como Lulo) Arenhardt ha podido llegar a 22 hectáreas en producción; unas trece en silvopastoril, hay algo de capueras (bosques degradados) también algo de monte que está pensando en plantar yerba. Y sí, con esta coyuntura, se ven plantines de yerba que van saliendo.

En la chacra, mientras mira los plantines de yerba y el trabajo no cesa.

Vuelta al comienzo

La novedad es sencilla. Durante la semana que pasó las autoridades de la provincia encabezadas por el vicegobernador Carlos Arce y el titular del Instituto de Fomento Agrario e Industrial, Contador Marcelo Rodríguez entre otras autoridades se acercaron a la chacra de Luis Arenhardt.

Allí se hizo el acto de entrega de tres unidades del Plan Tractor y uno de ellos era para Luis.

También estuvieron el intendente local Carlos Sartori y su par de Colonia Alberdi, Juan González.

Cargado de emoción, pero también de orgullo, mientras su esposa Gloria se trepaba al tractor, Lulo fue capaz de hinchar el pecho y decir: “Nunca pensé que en este lugar me iba a visitar el vicegobernador para entregarme algo tan importante que yo anhelé toda la vida, desde criatura. Y ahora, con algo tan moderno, para mí es un sueño cumplido”.

“En la tele”. Hasta el canal 12 se acerco a la chacra de Luis Arenhardt y le hizo una nota.

Y no se quedó ahí. “Me dedico a la agricultura en esta chacra que heredé de mis padres. Hago algo de yerba, forestación y ganadería. Hoy pude cumplir un gran sueño que es tener un tractor nuevo. Esto es algo muy importante, ya que facilita el trabajo en la chacra hoy por hoy porque si no tenés un tractor en la chacra, prácticamente da para decir que no sos nadie y te resulta muy difícil entrar a competir y producir la tierra”.

Poder decir unas palabras: pese a la emoción Arenhardt no dejó de agradecer el momento.

Otro cacho de cultura

Como lo afirmaron alguna vez Archetti y Stölen, la capacidad de acumulación de capital es una de las grandes diferencias entre el campesino (que casi sólo produce para autoconsumo) y el chacarero, que también produce para autoconsumo, pero el resto puede comercializarlo en el mercado y tener posibilidad de ahorro.

Esos mismos ahorros que le permitirán a Arenhardt como a otros colonos de Misiones poder devolver el dinero que le prestó el Estado y con ello hacerse de un elemento tecnológico de primera.

Así ocurrió también cuando sus padres accedieron a la primera heladera a querosén allá por los años 70. Luego en los 90 vino una verdadera revolución. El freezer. Por qué. Sencillo: al faenar un animal no hay obligación de hacer charque o ahumar la carne. Se la congelaba y listo. Y el colono pasó a ingerir mucha más proteína que nunca antes.

Ahí está el LS 40, un Tractor compacto con su motor: 3 cilindros, 2.000 cc, 45 HP. “Pienso que podrá acarrear 4 mil kilos fácil”, estimó Arenhardt.

A su vez, el productor de yerba mate y té, Miguel Basilio Gryceniuk declaró: “Estoy muy emocionado por recibir este beneficio, ya que es algo inédito en la provincia, porqué es un crédito a devolver en 4 años con el 0% de interés a pesar de que la economía del país no está atravesando su mejor momento.  

El Contador. Marcelo Rodríguez del IFAI destacó: “Estas entregas se enmarcan en las políticas de fomento y agrarias que están cerca del productor, esto lo hacemos permanentemente recorriendo la provincia, dándole contenido a las palabras, con políticas serias comprometidas con el sector productivo. Este Plan es único en el país, es un programa accesible que le brinda al Colono la posibilidad de adquirir sus herramientas en cuotas fijas y en pesos para seguir trabajando y produciendo alimentos”.

Epílogo

La mandioca alimenta a la gente pero también a los animales: tiene unas 3000 plantas

Cuando la semana empiece, Luis Arenhardt ya estará listo para seguir trabajando. Hay que cultivar 3000 plantas mandioca, hay que cuidar la huerta con todo el verdeo (repollo, cebollita, morrón, lechugas, tomates, aromáticas), las gallinas, el cerdo, las vacas, los pinos, la yerba. Seguir con el maíz y el maní. Y la caña de azúcar, claro está.

Ah, cierto. En la chacra no hay feriados ni descanso. Hay que arremangarse y ponerse a trabajar. No queda otra.

Para ver la nota en canal 12, hacer click en el ícono de “avanzar”

Luis Arenhardt, y su orgullo chacarero. Los granjeros de Misiones se llaman colonos y crean riqueza
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1 COMENTARIO

  1. En Misiones, con políticas agrarias como lo está llevando el IFAI,puede convertirse en un polo económico sin presedentes. Pero hay que dedicar tiempo y dar el valor a sus producciones. Querer y amar a su terruño como a su propia familia.

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