Matías Sebely: hay que planificar y trabajar donde la gente te pone

El candidato a concejal despliega todo su arsenal para conseguir una banca en el Concejo. Matías Sebely ya es director del Hospital Samic y tiene sus proyectos personales pero sigue pugnando por la ciudad de 40 mil habitantes que, en su mirada, se merece mucho más

Matías Sebely es famoso. Hasta un libro tiene. Y lo regala por internet al que quiera leerlo. Siendo muy joven se hizo cargo del Hospital Samic de Alem (la vieja colonia Mecking) y lo remozó hasta un nivel impensable hoy en día. Tiene su proyecto de Responsabilidad Social llamado “comida por un dólar” y además produce alimentos (junto a su esposa Viviana Stevens) con certificación y buen suceso para su firma “De la finca”. Y no queda quieto. Nunca.

Ahora, va por una banca y trabajar de edil.

Quedan algunas dudas porque alguien con tanto empuje e iniciativa puede verse atrapado por mecanismos de debate habituales en los cuerpos colegiados.

Pero nada obsta para este joven emprendedor.

Dice que Alem es una cuna de emprendedores en Misiones, donde las cooperativas hicieron punta y donde algunos ven que puede tropezarse con tantas actividades que lleva adelante en simultáneo, él simplemente responde: “Todo es planificación. No puedo lanzarme al ruedo sin antes realizar un planeamiento y así llegar a la meta con suceso”.

Su libro “El éxito del fracaso” está cargado de ejemplos en este sentido.

He aquí una entrevista con Sebely para conocerlo más fondo.

“Alem Ciudad emprendedora” es el slogan y también el nombre del sublema. ¿Hay mucho emprendedurismo en LN Alem? ¿En qué áreas?

Desde el año 1904 con la llegada de los primeros colonos a esta zona, lo que conocemos hoy como emprendedurismo ya estaba presente. No es casualidad que de nuestra zona hayan salidos las primeras cooperativas, las primeras acopiadoras de productos agrícolas. En Alem en 1984 se formó la Asociación de Plantadores de Tabaco de Misiones (APTM) que nuclea a miles de productores y un año después nace la Cooperativa Tabacalera para poder garantizar que lo que produzcan los colonos lo puedan vender y cobrar.

¿Aparece en muchos sectores?

Sí. Hoy solo basta recorrer la ciudad y vamos a encontrar desde emprendimientos que involucran a una sola persona pasando por comercios que se llevan adelante en familia; fábricas artesanales de muebles; industrias de todo tipo desde las micro hasta las grandes. Y los números así lo indican, porque según los datos estadísticos nuestra zona aporta el 3,25% del Producto Bruto Geográfico (PBG) de la provincia y es algo que se ha potenciado en los últimos tiempos con desarrollos industriales  que significan cada vez más mano de obra y sobre todo generan valor agregado.  

¿Se puede promover desde el Concejo deliberante este tipo de actividades? ¿Cómo sería?

No tenemos ninguna duda de eso, no solo se puede, sino que cada concejal en particular y el cuerpo en general debe ser un gestor para lograr acciones que beneficien al vecino. Y no es casualidad que dentro de nuestra plataforma proponemos que debemos proyectar el Alem para dentro de 20 años y más.

¿Hay normativa en este sentido?

Sí. Es específica nuestra Carta Orgánica en su artículo 67 inciso h cuando le da la atribución específica al Concejo Deliberante de dictar el Plan Regulador de Desarrollo Integrado y es ahí donde debemos trabajar fuertemente para generar normas que promuevan el empleo nuevo y que capaciten a los trabajadores para los nuevos paradigmas del trabajo, tenemos que dejar escrito en ordenanzas la visión del municipio en formación académica para que las reglas trasciendan a los mandatos circunstanciales.

¿Es como el caso del Hospital Samic?

Efectivamente. Así lo hicimos en el hospital de Alem hace más de doce años, nos trazamos un plan que año a año fuimos cumpliendo y hoy tenemos un hospital nivel 3 con especialidades, terapia intensiva, recursos técnicos y humanos y hace solo una década atrás los vecinos que pasaban por enfrente veían con tristeza un gran elefante blanco, un edificio abandonado por 20 años que se estaba deteriorando.

¿Cómo lo hicieron?

Nos trazamos un plan, trabajamos en equipo con la cooperadora del hospital, gestionamos y generamos recursos propios y cuando nuestras autoridades provinciales nos vieron, no dudaron y no escatimaron recursos para darle a Alem estas obras. Acá también, y desde el servicio a la comunidad, hombres y mujeres que se involucraban se transformaban en emprendedores comunitarios para tener lo que hoy tenemos. 

¿En qué otras áreas te gustaría (comisiones) trabajar dentro del Concejo Deliberante?

Hay una característica de nuestro Concejo Deliberante y es que los siete concejales siempre están involucrados en todas las cuestiones más allá de la comisión a la que pertenezcan. Así que si la ciudad me acompaña y llego al Concejo estaré ahí donde mis pares y la ciudad me necesite y coloque. Yo creo que como políticos no podemos elegir los lugares, es la gente quien nos pone en los lugares que nos necesitan.  

Como abogado, director de Hospital, y en un proyecto propio empresarial (o dos) ¿cómo es posible conciliar todo esto con el trabajo de edil?

Yo aprendí en el camino de la vida que para lograr algo tenés que si o si establecer prioridades y debo decir que la mía es el poder servir, por eso hago y trato de crecer, no sin tropiezos claro está, pero con esas prioridades tiene que venir necesariamente en simultáneo la planificación, el proyectar, el sentarse a pensar y organizar.

¿Es vital el planeamiento?

Exacto. Nada ni nadie puede lograr nada sin eso y siempre pongo de ejemplo que, si tengo que salir a hacer varias gestiones por la ciudad en el auto antes de salir debo analizar el horario que debo hacerlo, trazar una rutina para optimizar tiempo y combustible, por ejemplo, y ahí recién diagramar la ruta. Quiero y hago eso en mi vida, me organizo, así pude recibirme de abogado hace solo dos años, así pudimos con mi esposa, compañera y amiga Viviana junto a nuestras pequeñas hijas ir de un pequeño invernáculo al fondo de nuestra casa a tener un emprendimiento que crece. Así pudimos con Víctor y Nancy ver como de las sobras de un locro, un poroto o una lenteja podríamos liofilizar y generar alimentos que duren 20 años y ofrecerlo al mundo. Hoy quiero redoblar mi esfuerzo y pasión de servir a mi comunidad desde el Concejo Deliberante.

Siempre tuviste un perfil emprendedor y de “locomotora” (por hacer una analogía). Nunca “vagón”. O sea, sos de los que prefiera tirar o estirar y no de los que espera que lo estiren (perdón por las analogías). ¿Cómo pensás conciliar tu forma de ser dentro de un Concejo (en el caso de que seas electo concejal) que es un cuerpo colegiado y donde todo o casi todo se discute y debe ser consensuado)

Hay una llave, una herramienta especial y esencial para lograr eso: diálogo. Yo estoy seguro porque creo en la política que todos los que llegan a un espacio como en este caso el concejo deliberante lo hacen por su vocación de servir y parados en esa realidad no me cabe ninguna duda que haré mi aporte desde el lugar que sea. A veces proponiendo, a veces acompañando, a veces buscando alternativas.

¿En esencia, ahí está el sentido del trabajo?

Sí. Cuando el voto de los vecinos de tu ciudad te coloca en una banca es para que los representes a cada uno de los 40 mil habitantes y ese el protagonismo que debe tener el concejo, ya no importa si sos Matías o Mario, importa que con tu trabajo logres mejorar la calidad de vida de la gente, que cada día más compueblanos puedan decir que pasaron de ser supervivientes a ser personas superadas. Ese es el norte, para eso quiero llegar y si para lograr eso tengo que ni siquiera figurar en una discusión no me importa, ahí está la prioridad.