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domingo, noviembre 24, 2024

Arcor invierte en Misiones y deja enseñanzas para todos

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Cuando la coyuntura indicaba que había que importar, la firma de Arroyito compraba máquinas y se equipaba. Cuando había que salir al mundo, los Pagani ya tenían esa maquinaria lista y funcionando. Así basan su crecimiento, con trabajo, inversión, esfuerzos y olfato para los negocios. Ahora, invierten 20 millones de dólares en la planta que fuera Papel Misionero

En los años 50, había sido oficial del Ejército. Pero luego, este entrerriano de Gualeguay renunció a esa condición y se vino a Misiones.

Por las vueltas de la vida, a mediados de los 60, Hugo Montiel llegó a Gobernador/interventor de la provincia y continuó con la impronta iniciada por el desarrollismo cuando aún se llamaba UCRI. Apostó fuerte por la industrialización y su sueño se concretó en Puerto Mineral. Allí nació Papel Misionero. La idea de César Napoleón Ayrault terminó por concretarse con Montiel.

Hugo Jorge Montiel tuvo las mismas ideas desarrollistas que César Napoleón Ayrault.

En Piray ya funcionaba Celulosa Argentina y PM podía hacer de contrapeso para evitar precios oligopsónicos (cuando hay muy pocos compradores -de materia prima, en este caso- que terminan imponiendo condiciones).

Tres décadas después todo cambió. Cuando uno de los alumnos preferidos de Carlos Menem (a la sazón, el gobernador Ramón Puerta) decidió privatizar PM, a Montiel (quien falleció en 2002) se le habrá caído un lagrimón.

Sin embargo, en1997 PM pasó a manos privadas

A inicios de 1998, luego de un largo proceso de privatización, el consorcio nacional BISA – Zucamor S.A. adquiere el 93% del paquete accionario de la compañía.

Ramón Puerta privatizó PM

Ya era famoso el papel corrugado y el papel misionero, propiamente dicho: ese, oscuro, sin blanquear que se usa en bolsas y envases. Ése era el papel de nuestra tierra.

Zucamor comenzó en 1951 al producir fundas corrugada para botellas de sidra.

En 1997, como quedó dicho, junto a bancos adquirió Papel Misionero. Y 20 años después, en 2017, pasó a manos de Arcor.

El gerente general del Grupo Zucamor, Eduardo Landín, comunicó la noticia de la venta a sus colaboradores. “El ingreso al Grupo Arcor significará una enorme oportunidad de crecimiento que impulsara el negocio en el largo plazo dentro de una industria con fuerte vocación inversora”, aseveró el directivo. La compra también permitió a la compañía cordobesa avanzar en su proceso de integración vertical. Por el 100% de Zucamor, Arcor acordó pagar US$ 127,5 millones y además asumirá deuda comercial de su reciente adquisición por otros US$ 100 millones.

Un dato y reflexión final para explicar por qué Arcor le va bien.

Durante el menemato, los años de la plata dulce y el dólar barato los industriales argentinos compraban productos en el exterior y lo vendían aquí (la escena de la película Plata Dulce era esa justamente: dos empresarios argentinos poniendo la estampilla “Industria Argentina” a botiquines hechos en Taiwan). Esto es, de industriales pasaron a ser poco menos que mayoristas y distribuidores.

En Plata dulce se mostró cómo los industriales argentinos se fundieron y hubo desempleo.

En esa misma época (de 1992 a 2000) ¿qué hizo Arcor? Aprovechó el dólar barato para comprar las mejores maquinarias de elaboración de dulces, galletitas y golosinas de todo el mundo. Cuando la devaluación llegó (alguna vez iba a llegar) los encontró preparados para salir a competir en el mundo.

Y así cumplieron el viejo sueño: venderle “hielo en cubitos a esquimales”. Esto es, impusieron el Bon-o-bon a los brasileños que habían inventado esas obleas redondas rellenas y bañadas con chocolate (los “garotos”) años antes (entre nos: el bombón argentino tiene chocolate y es muy superior a su homónimo brasileño que tiene mucho aceite de soja por sobre todo).

“Voçé quiser um Garoto? Nao, obrigado. Eu prefiro un Bonobon”

Así donde Arcor va a vender, van y se instalan. Tienen muchas de sus fábricas en países como Brasil, Perú, México y Chile.

Queda claro: en épocas duras, Arcor invierte.

Ahora vuelve a hacerlo. Esta semana se anunció con apoyo del gobierno misionero.

El Grupo anunció la instalación de una nueva fábrica de envases en Puerto Leoni. La comunicación fue efectuada por el titular de la empresa, las autoridades de Papel Misionero y el ministro de Industria de la provincia.

El famoso papel misionero, duro color oscuro con el que se embolsa el cemento entre otros.

Arcor anunció una inversión de u$s 20 millones para la puesta en marcha de una nueva planta de envases en la provincia de Misiones, que tendrá una capacidad de producción anual de 80 millones de bolsas multipliegos, para dar respuesta a los nuevos requerimientos y a la evolución de los mercados de la construcción, alimentos, químicos y semillas.

En el marco de esta importante inversión para la provincia, el ministro de Industria de la provincia, Nicolás Trevisán, expresó: “Esta fábrica es una señal para el sector inversor en general, significa que en Misiones tenemos la voluntad de contar con una infraestructura acorde y un sistema de salud muy sólido que nos permite continuar trabajando”.

Y agregó: “Tenemos un Gobierno que está dispuesto a escuchar y generar políticas para que el sector privado produzca más y mejor; y que principalmente genere empleo, que es el desafío que tenemos todos los misioneros para tener una sociedad próspera y en crecimiento”.

Ministro de Economía y el titular de Hacienda y Agencia Tributaria de Misiones

Acompañaron el encuentro, el ministro de Hacienda Adolfo Safrán y el director general de la Agencia Tributaria Misiones (ATM) Rodrigo Vivar.

Esta inversión constituye un hecho relevante en el agregado de valor porque sumará la fabricación de envases a la cadena productiva provincial, que incluye la producción forestal, viveros y papel. 

Con esta ampliación de sus capacidades, Arcor incrementará en un 70% la oferta de bolsas al mercado y complementará la capacidad instalada de su fábrica ubicada en la provincia de San Luis.

Segunda generación de gringos italianos. Luis Pagani, siempre en Arroyito Córdoba.

“En el año de nuestro 70 aniversario, estamos orgullosos de realizar esta inversión en una nueva planta industrial, que consolida la presencia del negocio de packaging de Grupo Arcor a nivel nacional y regional”, expresó Luis Pagani, presidente de Grupo Arcor.

Grupo Arcor es la principal empresa de alimentos de Argentina y una de las líderes en el mercado de Flexibles, Papel y Cartón a través de Cartocor S.A., adquirió el 100% de Zucamor S.A en 2017.

Zucamor estaba integrada por 7 plantas industriales ubicadas en 6 localizaciones: Misiones (1 planta de Papeles de Fibra Virgen), San Luis (1 planta de Bolsas Industriales), Mendoza (1 planta de Papel Reciclado), San Juan (1 planta de Cartón Corrugado), y tres plantas en Buenos Aires en las localidades de Ranelagh (2 plantas, una de Cartón Corrugado y otra de Papel Reciclado) y Quilmes (1 planta de Cartón Corrugado). Asimismo, la compañía cuenta con 22.700 hectáreas dedicadas a la forestación y tiene una dotación de alrededor de 1300 colaboradores aproximadamente. 

Las nuevas actividades están previstas que se inicien para el primer trimestre del año próximo. Esta nueva planta industrial permitirá la consolidación del negocio de packaging de Arcor a nivel nacional y regional.

“El mayor impacto positivo que tiene es la creación de puestos de trabajo directos e indirectos para la región”, agregaron desde la empresa.   

Vista aérea de la planta en Puerto Mineral.

“La planta de Papel Misionero, ubicada en el municipio de Puerto Leoni, comenzó a fabricar papel virgen en 1998. En 2017, Arcor adquirió el 100% de la empresa Zucamor, única productora argentina de envases integrados con producción de papeles vírgenes y reciclados”, explicaron desde la empresa alimenticia.

El nuevo establecimiento productivo se suma a las diversas actividades que el grupo tiene en la provincia de Misiones, a través de Papel Misionero, único productor nacional de papeles Sack Kraft y Kraft Liner Board.

A través de esta compra, el negocio de packaging de la compañía “incorporó a su cartera la fabricación de papeles de fibra virgen, papel bolsero y bolsas de papel y se convirtió en uno de los mayores productores de papel reciclado del país y América del Sur”, agregaron desde Arcor.

Además del complejo industrial ubicado en Puerto Leoni, Papel Misionero posee 23.000 hectáreas de forestación, dentro de las cuales se encuentra la reserva natural y cultural con bosques nativos protegidos consideradas áreas de alto valor de conservación.

En Misiones, el patrimonio de Papel Misionero incluye la Reserva Privada Natural Cultural, de una superficie de más de 10 mil hectáreas en estado de conservación estricta.

Esta reserva privada conforma uno de los últimos ecosistemas más representativos de la selva misionera donde aún es posible hallar árboles gigantes y ambientes en un estado inalterado, dado que nunca tuvo intervención de ningún tipo –ni por la empresa ni por terceros- y nunca fue sometida al aprovechamiento forestal. En 1978, Papel Misionero incorpora legalmente la propiedad de la reserva en su patrimonio y obtiene su título.

Luego, en 1993, en el marco de la ley 3041, el área pasa a formar parte de la Reserva de Biosfera Yaboty. En 1995, la propiedad adquiere la categoría de reserva mediante la Ley 3256 que le otorga, por la presencia de comunidades aborígenes en el predio, el carácter de Reserva Natural Cultural de acuerdo a lo establecido por la Ley 2932, en su artículo 16.

Inversión millonaria en caldera de biomasa

El proyecto energético de Papel Misionero consistió en la construcción de una planta de generación de vapor y energía usando como combustible biomasa forestal. Tiene una capacidad de generación de 15 megavatios por hora. Incluyó una caldera con control de las emisiones gaseosas. Un turbogenerador y sistemas de manipuleo, almacenaje y transporte de combustible (biomasa), para alimentación de la caldera.

Papel Misionero Zucamor puso en marcha en 2013 una caldera que genera electricidad a partir de biomasa forestal.

La (sencilla idea de) revolución industrial

Zucamor invirtió entonces u$s 64 millones por una doble necesidad: por un lado, poder contar con energía, ya que en el lugar donde está ubicada la planta no había disponibilidad suficiente. Necesitaba autoabastecerse de electricidad.

Por otro lado, la posibilidad de que la caldera de biomasa una inversión de este tipo la posibilidad de orientarse a generar energía de una manera más sustentable. Se genera a partir de quemar en grandes calderas los chips.

¿De dónde vienen los chips? Sencillo, de los raleos.

Cuando el forestador planta pinos, por ejemplo, lo hace de una manera muy agrupada (densificado, en la jerga). Luego, cuando los ejemplares crecen, observa cuáles serán los mejores ejemplares (en porte, en calidad de madera, etc) y decide eliminar a los demás que le compiten en el crecimiento.

Ese corte se denomina raleo. Y esas piezas de pino son muy delgadas para un uso de carpintería o industrial. Y se termina procesando esa madera en chips (especie de viruta) que alimenta las calderas. Con ese calor (pueden alcanzar los 800 grados) se calientan grandes calderas que generan vapor. Y ese vapor es el que termina moviendo las turbinas. Y esas turbinas proveen electricidad. Bingo! La revolución industrial está en marcha.

La caldera calienta agua y el vapor termina moviendo las turbinas que generan electricidad.

La puesta en marcha de la caldera implicó para la empresa dejar de consumir 20.000 toneladas de fuel oil por año (esto es, unos mil camiones anuales con 20 mil kilos de combustible o tres camiones diarios), con un impacto desde el punto de vista ambiental: todo ese combustible que se quemaba terminaba produciendo “lluvia ácida”, algo comentado en la zona.

 La caldera consume todo tipo de residuos de aserraderos disponibles en la zona, como aserrín, chips y costaneros, aunque también tiene la posibilidad de abastecerse de raleos.

También dispone de un vivero forestal, en el cual se producen plantines de especies exóticas y de más de 30 especies nativas. A su vez, la empresa posee una caldera de biomasa que se alimenta de derivados de la foresto industria, para la generación de energía renovable.

Papel Misionero siempre mantuvo un vínculo cercano con la comunidad local y en este marco implementa diversas iniciativas entre las que se destaca la “Tecnicatura en celulosa y papel”, fruto de un convenio con la Universidad Nacional de Misiones y la Municipalidad de Puerto Rico. 

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