Sara Almeida tiene 75 años y coronavirus. Pero nada la detiene. Siempre amó cocinar y de eso vive. Su historia pasó por Buenos Aires y ahora sigue en Posadas. De los servicios de lunch pasó a los de viandas. Vale conocerla
En mayo, todo venía viento a favor: recibió una ayuda estatal y se pudo equipar para seguir con su trabajo de hacer comidas. En junio, se dio vuelta el viento: el coronavirus no respetó sus dos dosis de vacuna y la afectó. Hace dos semanas Sara Almeida está con covid, tiene las dos vacunas puestas: “por suerte no le afectó demasiado, mucha tos y algo de fiebre”, contó la mujer de 75 años que vive en la Chacra 127 de Posadas.
Con la ayuda que recibió del Ifai, está preparando para abrir un local y su hija la está ayudando. Compró horno, freezer, hornallas, insumos, etc. Todo para seguir avanzando.
Vivió muchos años en Buenos Aires y allí trabajó en una confitería muy grande. Eso era “cuando fui joven. Allí en esa confitería sobre la calle Suiza aprendí muchas comidas. Mi mamá también me enseñó, me gusta mucho cocinar y a todos les gusta lo que hago. De todo sé hacer”, comenta no sin orgullo Sara.
Y cómo está la situación en Posadas.
“Bueno, aquí vamos a trabajar con mi hija y va a estar mi yerno también, algo bien familiar. Ahora en mi casa, estoy acá en mi casa, pero ni bien habilite el localcito me voy para allá, queremos hacer algo sencillo y casero pero que guste a la gente”.
Historia de emprendedora
Había empezado haciendo servicios de lunch para eventos. Pero pasó al tema de las viandas. “Sí, venía mejorando; tenía antes, fijas, unas diez vianditas y se sumaron algunas más, pero justo me dio este coronavirus. Tuve que suspender. Hace dos semanas estoy así, ya llame al médico, me dijo que me cuide mucho, que por suerte tengo las dos dosis de la vacuna. No me agarro fuerte como para estar internada, nada nada, solo mucho dolor de cuerpo, pero ya estoy fuera de peligro, ya casi termina”.
Y Sara es como la esposa de Abraham: sigue con fe. “Ahora que paré, estoy ahorrando una platita para ver si puedo poner donde está mi hija, en Avenida Tierra del Fuego. Estamos preparando un localcito, arreglando las ventanas, pintando, acondicionando para poder abrir ahí. En mi casa no tengo tanta salida (en ventas), pero ahí vamos a tener. Voy a habilitar y a hacer todo para que esté en condiciones. Eso tiene más salida porque es una avenida, es otra cosa, más gente, más movimiento. Una vez que este todo listo me voy a cambiar, voy a habilitar allí y vamos a trabajar con mi hija, (que tiene 55 años) con mi hijo y mi yerno”.
Y ahora está con las viandas que es un menú diario. “Hace unos años hacía mucho para cumpleaños: empanadas, sandwichitos de miga, croquetas, sopa paraguaya. Eso tenía mucha salida, hacía servicios hasta para 100 personas. Pero después dejé, porque me agarró Artritis o esa enfermedad de los huesos. Y después me curé. Ando re bien, tengo muchas ganas de seguir cocinando, porque me gusta”.
Y ya se ilusiona. “En el local vamos a poner un pizarrón, y ofrecer comidas al paso, por ejemplo, desayunos. Porque hay mucha gente, comerciantes, entonces para desayunar ponés torta frita, chipas, empanadas. Y eso tiene demanda asegurada”.
No se equivoca Sara. Es una mujer de fe como la esposa de Abraham que fue madre ya muy grande y contra todas las posibilidades. Y así dio lugar a las tres religiones monoteístas del mundo: judía, cristiana y musulmana. Hay que tener fe, eh. Pero Sara lo pudo. Claro que ella fue mamá joven y ahora su hija la acompaña en este proyecto.
“Y, después para el almuerzo hacer diferentes comidas todos los días, tipo menú del día: ñoquis, tallarines, estofado, aparte de las otras cosas como las empanadas y croquetas”
Posadas es una ciudad que tiene entre 300 mil y 400 mil personas que se mueven, comercian, venden, compran, trabajan, construyen, progresan y a la hora de comer tienen hambre y a veces no tienen quién les cocine
Ahí aparecen las personas de fe como Sara. Que les provee sus ricas comidas y seguir trabajando.
Ayuda que nunca viene mal
Hasta que un día llegó el IFAI y le dieron $145 mil pesos
¿Qué hiciste con eso que te dieron? ¿Qué pudiste comprar? Qué priorizaste?
“Compré un freezer; un hornito de esos eléctricos; unas hornallas de esas grandes -tipo industriales-. También insumos, las vianditas, los ingredientes, esas cosas. Todo lo que es máquinas, artefactos.
¿Cómo te administras con las compras? ¿Dónde vas? ¿Tenes proveedor, vas a la feria?
Yo compro en los supermercados grandes como Maxiconsumo. Todo al por mayor; me las rebusco. Las verduras compro por bolsa: bolsa de papa, de cebolla, esas cosas. Los quesos compro en la quesería, y adquiero la horma grande ya. A veces me pagan una parte por adelantado, y con eso compro la mercadería, y cuando entrego me terminan de pagar. Si no, con el pago de un pedido anterior, compro para el siguiente. Me ingenio, busco precio, se dónde comprar cada cosa.
¿Qué planes o sueños tenes a futuro?
Yo quiero que mi familia esté bien, mi hija sabe cocinar muy bien, que si le gusta, siga mis pasos, y dejarle mis costumbres, mi forma de cocinar, el legado. Ahora con esto del Ifai pude comprar algunas cositas como para equipar. Estamos felices por el local, esperemos que pronto habilitemos.
En mayo
El reporte señaló: “Autoridades del Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI), junto a la Municipalidad de Posadas, entregaron asistencia financiera a una emprendedora gastronómica posadeña. La actividad se desarrolló en la casa de la beneficiaria, ubicada en la Chacra 127 de la ciudad”.
En el lugar, el Lic. Claudio Aguilar Secretario de Desarrollo Económico del Municipio explicó que, estas actividades forman parte del trabajo en conjunto que se está realizando con el IFAI. “Estamos trabajando con emprendedores de diferentes barrios de Posadas. Los detectamos, visitamos, vemos sus necesidades y con el IFAI, gestionamos a través de ellos los fondos para el emprendimiento”, sostuvo.
Además, indicó que el compromiso del municipio, es el acompañamiento técnico y la asistencia constante a los trabajadores para el crecimiento de sus proyectos.
En este sentido, la emprendedora Sara Almeida resumió la historia contada antes y declaró: “Yo estoy en el rubro gastronómico hace muchos años. Primero hacía servicios de lunch, después me largué con las viandas. Y llegué a hacer hasta 30 por día, pero con la pandemia me quedé con 10 viandas fijas”.
Y añadió, “agradezco esta asistencia, porque con esto voy a poder comprar una cocina más grande y elementos de trabajo, para seguir con mis viandas de comidas caseras”.
Al finalizar, el presidente del IFAI, Cr. Marcelo Rodríguez subrayó: articulando con la municipalidad de posadas, seguimos dando respuesta a nuestros emprendedores. Y agregó, «a quienes quieren trabajar les estamos acercando las herramientas y equipamientos que necesitan para hacerlo».
También acompañaron de la entrega, la Directora General de Promoción Económica de la Municipalidad, María Cristina de Lima y Graciela De Moura.
Felicitaciones a Sara!! Ejemplo a seguir. Felicitaciones a la Municipalidad de Posadas y al IFAI. Ésta es la clase de acompañamiento que abriga esperanzas en la población!!!