En San Pedro, se animaron a uno de estos berries que todo el mundo ama. Se pueden comer crudos pero también en dulces y mermeladas. Una fruta exquisita y que exige cuidados muy intensivos. Y vaya si lo saben los integrantes de la familia Wernes
Los arándanos representan un cultivo promisorio de cada vez mayor relevancia y demanda tanto en fresco como a través de productos con valor agregado como mermeladas. La utilización de materiales genéticos acordes a la zona, permitieron la adaptación a las características edafoclimáticas de la provincia, cuyo resultado se manifiesta en rendimientos aceptables y logrando una fruta de calidad. Tienen más antioxidantes que el vino tinto y el té verde, poseen propiedades anti age, contienen vitamina C, E, potasio, fibra, ayudan a prevenir el Alzheimer y el Cáncer de Colón, entre tanto otros beneficios más.
En Misiones, desde hace poco más de 13 años, se viene incentivando la producción local de estas bayas. Debido a las condiciones del suelo, a la riqueza de la tierra, al clima subtropical, con gran porcentaje de humedad, y a las manos sabias de la Familia Wernes, estos frutos han logrado adaptarse con facilidad a nuestra zona.
Le dicen mano de obra intensiva: Es un cultivo que requiere gran cantidad de trabajo humano, principalmente en las etapas de poda, cosecha y empaque, lo que se traduce en una actividad productiva con gran generación de fuentes de empleo local tanto en prácticas agronómicas como de logística y comercial, permitiendo el crecimiento de la economía regional.
Ricardo Wernes vive en Colonia San Jorge, en San Pedro, Misiones, tiene 30 años, y desde hace 13 años ya que se dedica al cultivo y cosecha de arándanos. Esta actividad la realiza en familia, con su esposa, Maximiliana Baez Dos Santos, y a su pequeño hijo de 7 años, que sigue sus pasos.
Día a día atienden la hectárea y media de plantación que poseen, complaciendo las necesidades de este peculiar fruto, que requiere de atención para poder lograr una cosecha exitosa: requieren de podas mensuales, humedad, abono, control antiplagas… en palabras del productor, “es un trabajo muy sacrificado, desde la plantación y cuidado posterior, hasta la cosecha, lo que demanda mayor dedicación en comparación con otros cultivos”.
El cultivo en la provincia comenzó en el año 2010, con material traído de zonas productoras las cuales se adaptaron muy bien a las condiciones agroecológicas que presenta Misiones. En la provincia hay alrededor de 10 productores del cultivo, que se encuentran en los municipios de San Pedro, Candelaria, Apóstoles, Gobernador Roca sumando en total aproximadamente 25 has que se encuentran en producción
Pero lo que más afecta a este arbusto, es el frío. Al respecto, Wernes comentó: “El año pasado perdí mas o menos 5 mil kilos de la producción de arándanos, lo que más afecta son las últimas heladas tardías”.
Para hacerle frente a este problema, en consideración de las bajas temperaturas que se venían experimentando en toda la provincia, consiguió, mediante el Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (IFAI), unos rollos de 500 metros de tela antiheladas, para la protección de los cultivos.
Wernes añadió: “Gracias a estas telas antiheladas, que me entregaron desde el IFAI, voy a poder evitar que los días de frío afecten a las frutas en su primera etapa de desarrollo. Porque algunos de los principales enemigos de este cultivo, son los factores climáticos, como el granizo y las heladas”.
Por su parte, el presidente del IFAI, Cr. Marcelo Rodríguez indicó: “Seguimos llevando soluciones a los productores misioneros. En esta oportunidad, estamos otorgando estas telas antiheladas para proteger a un cultivo tan delicado como el del arándano, para garantizar el crecimiento y producción de quienes izan todos los días la bandera del trabajo”.