Su carrera en el atletismo comenzó casi por accidente: el joven obereño se dedicaba a otro deporte antes de abocarse al atletismo, y en particular al salto en alto.
“Todo empezó cuando… yo antes hacia básquet; me gustaba jugar en todos lados. Cuando iba a Educación Física, los profesores siempre me decían que vaya a hacer atletismo; que pruebe qué onda, y como que yo nunca les hacía caso. Porque no sabía lo que era específicamente el atletismo, pensaba que era sólo correr, por eso no quería ir”, comentó Gastón Benitez, quien durante sus estudios secundarios en el Instituto Privado Emanuel de Oberá, desconocía el apasionante mundo del atletismo y en especial, el de los saltos en altura.
Ese mismo, que el atleta corre, se pone en paralelo a la barra que está alta, allá arriba, da un impulso, eleva su cuerpo, lo tuerce como una vara flexible en pleno vuelo, se pone de espaldas a la vara, pasa la cabeza, luego el torso; en el vuelo, las manos parecen alas que lo siguen elevando y desmintiendo la ley de gravedad. En el último esfuerzo, el deportista contrae sus piernas, las hace girar en torno a la varilla y al final ¡lo consigue! El descenso es como un vuelo al placer. el cuerpo relajado va cayendo y si la vara no ha sido tocada, habrá ganado. Saltó más alto que su propio cuerpo.
Todo empezó hace no mucho. En 1968 más exactamente. Antes de esa fecha se saltaba “de frente”. Vea cómo era.
El joven Benitez pega el salto
Hasta que un día “después de los intercolegiales de handball, cuando iba a cuarto año, en 2017, terminó el intercolegial, mi profesor me llama aparte y me dice que me anotó para los intercolegiales de atletismo; que iba a hacer salto en alto, que al otro día, ya tenía que competir.”
Sí, hoy en día, Gastón es capaz de elevarse arriba de los 2,05 metros y ¡tiene solamente 1,87 metro! O sea, que empuja todo su cuerpo quince centímetros por arriba de su cabeza!
Así empezó. Fue en la Escuela Municipal de Atletismo Oberá, en el polideportivo Ian Barney a cargo del entrenador Emanuel Czajkowski y ha recibido constantemente el acompañamiento del municipio, de la Federación Misionera de Atletismo y del Ministerio de Deportes.
Y así, de repente y sin vueltas, se fue adentrando en este universo.
“Fui a la parte del complejo Ian Barney, a la parte de la pista, y me enseñaron a saltar mas o menos por media hora. Y así fui a la competencia al otro día, gané, y fui clasificando hasta los juegos Evita. Allí salí segundo”.
De manera casi innata, como un don, el joven -quien poco tiempo antes ni siquiera sabía exactamente de qué se trataba- obtuvo el segundo puesto en salto en alto en los Juegos Evita.
Durante sus primeros pasos en este deporte, lo acompañaron los Profesores Willy de Paula y Emanuel Chaikovski, de la Escuela Municipal de Deportes de Oberá.
Luego arrancò una etapa más profesional. “Al año siguiente, empecé a entrenar bien. Dejé básquet y me empecé a centrar solo en atletismo, de a poco fui creciendo, y todo eso conllevo a que hoy en día esté viviendo en el CeNARD”.
El Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD) es un predio ubicado en Núñez, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, que depende de la Secretaría de Deportes de la Nación.
Allí, entrenan los deportistas argentinos. Cuenta con instalaciones de primer nivel, entre las que se encuentran: canchas de tenis, pistas de atletismo, campo de fútbol, pileta olímpica cubierta, cancha de hockey de césped sintético, cancha de hockey sobre patines, palestra de escalamiento, varios gimnasios equipados para basquetbol, vóleibol, handball, bádminton y gimnasia artística. Posee un complejo de gimnasia deportiva y un polideportivo con capacidad para 2.000 personas. Además, cuenta con gimnasios de musculación con aparatos y pesas.
En este lugar, desde el 2020, Gastón entrena arduamente de lunes a viernes con su entrenador, Toto Barisa, alternando entre entrenamientos técnicos y musculación. También, cuentan con el apoyo de distintos profesionales de la salud: nutricionistas, psicólogos deportivos, kinesiólogos, traumatólogos y demás.
Gracias a su esfuerzo y dedicación, fue convocado a diversos campeonatos tanto a nivel provincial como nacional. Y este año, lo llamaron para el Campeonato N° 44 del Atletismo Sudamericano. Mediante la coordinación de la Secretaría de Deportes de la Nación, el Ministerio de Deportes de la Provincia de Misiones, y la Intendencia del Dr. Carlos Fernández, Gastón partió hacia Lima, Perú, para una experiencia inolvidable, del 8 al 11 de julio.
Durante el viaje, el comité argentino compartió distintos momentos, que se atesoran en los recuerdos del joven: “Fue una experiencia muy linda que pude tener con los chicos, con todo el equipo argentino. Fueron todos muy buenos, todos se incluyeron e integraron”.
Además, “la parte deportiva fue muy buena, ya que me quedé con el segundo puesto. Aunque me esperaba un poco más de lo que salté”, agregó el atleta, minimizando su gran logro de salto de 2.04 metros, apenas un centímetro menos que su marca actual de 2.05 metros.
Este éxito llena de orgullo a los misioneros, y sobre todo a la familia de Gastón, cuyos integrantes con gran ilusión, vieron juntos la transmisión de competencia, enviando sus buenos deseos a la distancia, para luego con mucha alegría festejar su victoria. Debido a su actividades deportivas, el joven no visita a su familia y su tierra colorada desde febrero de este año, así que se encuentra deseoso de poder volver para compartir la alegría.
En cuanto a sus planes personales, este atleta espera recibirse de Profesor de Educación Física, carrera que está estudiando. Pero además, espera seguir entrenando y compitiendo hasta el día que se retire: “Tengo la expectativa de terminar con mi carrera deportiva, recibirme, pero seguir entrenando y compitiendo hasta el día que me retire, ahí creo que empezaría a ejercer mi titulo, si es que me recibo de Profesor de Educación Física”.