Cerca de Aristóbulo del Valle, hay un lugar donde el visitante es recibido por los guaraníes Mbyá y pueden conocer costumbres ancestrales y realizar un paseo por el monte. Se llama Yvytú Porá (vientos lindos) y vale la pena ir: Es andar por el monte como lo hace el guaraní. Una iniciativa que tiene un rango de ley provincial
El viajero sale de Aristóbulo del Valle y se dirige hacia Jardín América por la ruta provincial 7. Allí comienza un descenso fabuloso con paisajes de locura, cañadones que quitan el aliento y selvas donde el verde se colorea de azul en el horizonte. Hay “descansos” en esa ruta de descenso frenético y miradores para extasiarse. Hay que usar “freno de motor” dicen los carteles y tienen razón. La pendiente es grande. Ya está en pleno Parque Provincial Salto Encantado del arroyo Cuña Pirú que es como una mujer flaca que va moviendo su cintura de agua entre esos ejemplares de guatambú, cedro, grapia, incienso y loro blanco y, claro está, el sotobosque (el misionero lo llama ‘capuera’ a secas) que todo lo cubre.
Allí, en esa zona maravillosa se halla el ingreso a un lugar fascinante: allí, los propios Mbyá recibirán al visitante, le darán una charla explicativa de sus costumbres y luego, lo llevarán a recorrer el Sendero Interpretativo. O sea, el viajero recorrerá por una hora y media los montes misioneros como si fuera un guaraní más.
Aunque parezca increíble, esta iniciativa surgió en la propia comunidad. No vino de “los blancos”. No. Fueron ellos los que empezaron con la idea y el municipio local fue acompañando el movimiento.
El Sendero Interpretativo funciona desde 2015 y se fortalece en los años subsiguientes hasta la actualidad.
El sendero se concreta como una alternativa para obtener ingresos destinados a todos sus miembros, con la consigna de no alterar el entorno natural de la selva paranaense y ofrecer al mismo tiempo a los turistas obras artesanales en el mismo lugar donde las confeccionan.
Pero hay que decirlo con todas las letras: se trata de una de las ideas más sencillas para lograr que la comunidad Mbyá tenga ingresos propios, exhiba su modus operandi, muestre sus obras y artesanías y además –esto quizá es lo más importante- esté orgullosa de su forma de ser. Reivindicar su origen, su forma de adaptarse y de solucionar los desafíos que le impone la selva misionera.
Por empuje propio
La iniciativa de crear el Sendero Interpretativo nació de la propia comunidad y con el objetivo de generar un proyecto que motive a los integrantes de la comunidad a permanecer en la misma con un Proyecto que involucre a todos sus integrantes, especialmente a los más jóvenes y a las mujeres, y evitar así que tengan que abandonar la comunidad en búsqueda de trabajo y un futuro en otros lugares.
Una comunidad tan original que tiene una cacique mujer al frente. Se trata de Juanita González y el segundo jefe Domingo Ramos. Ellos, con el apoyo de toda la comunidad, han logrado generar una actividad valiosa y mostrar cómo son y a la vez, sentirse orgullosos de ello.
También el emprendimiento ha reportado mejoras en los servicios como luz, agua de pozo perforado, conexión de internet, también más acceso a la salud y educación. Otro puntal, es el rescate y revalorización de la cultura y el ser mbya, mediante el relato oral, las técnicas de artesanías, las recetas, la danza, la música y la cosmovisión.
Este proyecto, que nació de una necesidad y con una idea sencilla, fue el que llevó a Domingo Ramos hasta Puebla, México, al primer encuentro Terra Madre Indígena, durante los días 21 al 24 de febrero, recordó Silvia Godoy en El Territorio. El encuentro fue organizado por las mujeres y jóvenes nahuas que componen la organización global Slow Food, fundada para prevenir la desaparición de culturas y tradiciones alimentarias locales.
Ahora, son ley
En la sesión ordinaria del 11 de agosto, la Cámara de Representantes declaró patrimonio cultural y turístico el sendero interpretativo de la comunidad mbyá guaraní “Yvytú Porá”, ubicado en la zona selvática del Valle del Cuña Pirú.
La ley integra una iniciativa surgida del Parlamento de Mujer 2019 y un proyecto presentado por la ex diputada Silvana Giménez con el acompañamiento de pares que también finalizaron su mandato, Oscar Alarcón y María Inés Rebollo, y de los diputados en ejercicio Martín Cesino y Carlos Rovira.
En la sesión de la Legislatura misionera se aprobaron leyes tendientes a la protección de patrimonios culturales, históricos y turísticos.
El objetivo de la ley es revalorizar la identidad cultural de esa comunidad mbyá guaraní, haciendo visible la cotidianeidad del pueblo originario, su historia y cosmovisión, en plena armonía y respeto con el entorno natural, según consta en el texto de la norma.
La idea de crear el sendero interpretativo “nació de la propia comunidad, con el objetivo de generar un proyecto que motive a sus integrantes a permanecer en la misma”, expresó Giménez en los fundamentos del proyecto.
Se busca que se involucren “especialmente los más jóvenes y a las mujeres, para así evitar que tengan que abandonar la comunidad en búsqueda de trabajo y un futuro en otros lugares”, manifestó. Durante la sesión, la legisladora Adriana Bezus, como miembro informante de la comisión que dictaminó a favor de la iniciativa, dijo que “recorrer el sendero es una experiencia maravillosa, es transportarse a cómo es la comunidad, y nos permite conocer mucho de sus costumbres e historia; además, se pretende revalorizar y jerarquizar la identidad cultural por medio de manifestaciones artesanales y musicales”.
Marco legal
El Parque Provincial Salto Encantado fue creado inicialmente por decreto provincial N° 1193 del 11 de julio de 1989 y ratificado por Ley Provincial N° 2854/91, cubriendo una superficie de 706 hectáreas. Más tarde, en 1993, la provincia creó el Parque Provincial Valle del Arroyo Cuñá-Pirú (Ley Provincial No3065/93 y que con el Digesto Jurídico quedó con la denominación LEY XVI – Nº 86) de aproximadamente 5000 hectáreas. Por otro lado, en 1991 la empresa Celulosa Argentina donó 5522 hectáreas a la Universidad Nacional de La Plata para crear una estación biológica y una reserva ecológica.
En la actualidad, los predios provinciales efectivamente protegidos lo constituyen el Parque Provincial Salto Encantado del Valle de Cuña Pirú (9177 hectáreas) y la Reserva Natural Cultural del Valle de Cuña Pirú (4050 hectáreas) que incluye parte de los asentamientos aborígenes. A este importante núcleo se suman la vecina reserva privada de la Universidad de La Plata y la reserva municipal en el balneario del río. El área es de gran importancia para la conservación especies amenazadas y es el sector terminal del Corredor Verde.
Qué se puede hacer
Algunas actividades que se proponen son caminatas guiadas por integrantes de la misma comunidad, quienes tienen amplios conocimientos acerca de la historia de la misma, de sus tradiciones, sus técnicas de caza, de la flora y la fauna, además de conocimientos sobre medicina ancestral y la venta de artesanías a los visitantes. La Comunidad está integrada por una docena familias, quienes desarrollan técnicas propias para la realización de artesanías, poseen un local de venta en la misma. Desde que se concretó el proyecto del sendero, la comunidad obtuvo personería jurídica y participaron en ferias y congresos a lo largo de la provincia y la República Argentina.
Al recorrer el sendero el visitante puede percibir la experiencia de toda la comunidad en el manejo de los recursos que la naturaleza nos brinda, así como su manera de vivir, sus creencias, su sabiduría ancestral y las costumbres de sus integrantes. Preservar este sendero de interpretación de la selva misionera permitirá que sus visitantes conozcan, aprendan y valoren la Cultura Mbya Guaraní, su sapiencia y su destreza.
La Declaración de Interés Cultural, Ambiental y Turístico por ley de dicho sendero, resultará muy valioso para darlo a conocer y convertirlo en un destino turístico reconocido de intercambio intercultural en la Provincia de Misiones.
En el sitio de Aristóbulo del valle están los datos esenciales.
“Con esto se busca transmitir al visitante su experiencia en el manejo de los recursos que la naturaleza les da, su manera de vivir, sus creencias, su sabiduría ancestral y sus costumbres.
En un recorrido que puede durar una hora y media (hay otros más cortos) en senderos por la selva misionera con dificultad baja, se ha desarrollado una forma amena de presentar el modo de vida del habitante de nuestra selva. Se muestran las trampas que usaban para cazar, las plantas medicinales que usaban para curarse y la recolección natural que hacían de frutas silvestres, las cuales eran parte de su dieta alimentaria.
Al finalizar, presentan coro típico.
Tarifas
- Internacionales: $ 1500
- Nacionales: $ 600
- Provinciales: $ 250
- Residentes locales:
- Menores de 6 años: no abonan.
- Mayores de 6 años hasta 12 años: Abonan el 50%
- Descuentos a estudiantes y jubilados. Abonan el 50%
Servicios en el Sendero Interpretativo- Manejo Responsable de Plantas Nativas
- Exposición y venta de orquídeas autóctonas de la comunidad.
- Técnicas de Interpretación de la Naturaleza
- Guías Intérpretes en Avistaje de Aves
- Calidad en Prestación de los Servicios Turísticos
- Exposición y ventas de Artesanías.
- SE ACEPTAN MASCOTAS, con correa y al cuidado de sus dueños.
Otros contactos:
Cel +549 3743 489849- 3755 658172
Sí, Yvytu Porá (no intente pronunciarlo porque esas y-griegas guturales del guaraní son mortales) significa “buenos vientos”. Y en este caso, sí que los buenos vientos empezaron a soplar para los guaraníes caminadores de la región.
Sólo es dable desear que los senderos interpretativos se reproduzcan por todo Misiones
Mario, fíjate en el concepto de capuera, para mi que capuera es lo que queda después de haber intervenido en la extracción de arboles de la selva, capuera es el proceso de recuperación natural de la selva y te vas a dar cuenta porque generalmente lo primero que crece en la capuera es el famoso y nunca bien ponderado fumo bravo mas todo lo demás, la capuera no tiene especies en altura!!! Capuera es justamente una señal de la destrucción de la selva!!!!!!!