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martes, diciembre 3, 2024

Nuestra verdadera heroína en todo este lío: Eliana

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Eliana Burgos es una chica de 28 años. Vive en Puerto Iguazú y es científica. Estudia y trabaja en el Instituto de Medicina Tropical y busca ver el impacto de la fauna local de ratones y su influencia en el HantaVirus. Bien por ella

Se puede arrancar esta nota con una digresión: Los dibujos animados transmitieron una de las imágenes más equivocadas de la historia. Y así, generaron figuras prominentes donde no lo había.

Si se piensa en los ratones (y lauchas, como le decimos en Misiones) se podrá apreciar que todos son héroes y si no, al menos están en el equipo de los “buenos”.

Pensemos, el primero y más famoso (Mickey) traccionó un imperio como el de Disney pasando por Gus y Jack de Cenicienta, Remy de Ratatouille sin olvidarnos de Bernardo y Bianca.

Jerry es el “bueno” que pelea con el gato malo Tom.

¡Llegó a haber un “SúperRatón” héroe total!

Ha habido una película (basada en una historieta llamada Maus) de ratones; una historia dramática que recreaba los desastres de la II Guerra Mundial y las pobres lauchas eran los judíos mientras el gato asumía (casi naturalmente) el dibujo de Hitler.

Nunca se entendió demasiado bien esta elegía a los ratones.

Son bichos que sobreviven en un mundo hostil (como todos los animales y organismos), qué dudas caben y demostraron tener una notable capacidad de adaptación.

Pero más allá de eso, voto a Darwin, no les encuentro demasiadas virtudes más.

Y sí, los ratones tienen algunos “defectitos” severos. Además de comer y destrozar cultivos en el ámbito rural, se adaptaron a las grandes ciudades y consumen las comidas que desecha la gente y ellos ¡felices y reproduciéndose!

Pero peor aun, los ratones y ratas y lauchas ¡transmiten enfermedades muy severas que afectan al ser humano!

Esto que trata la zoonosis (la disciplina que analiza cómo la enfermedad viaja del animal al humano) es una cuestión más seria todavía en el caso de los ratones.

Aparece nuestra heroína

Por suerte, hay gente como los científicos que se encargan de poner las cosas en su lugar. Y por suerte yo sí amo a los gatos no solo por lo que representan como compañía sino por haber salvado muchas veces a la humanidad de esa plaga rateril. Sólo para anécdota, la peste negra se llevó una gran población de Europa. Y por qué cito esto. Porque en plena época de cacería de brujas, se eliminaba no sólo a estas sabias mujeres sino a sus animales. El gato era visto como un elemento diabólico que las acompañaba. ¿Resultado? Sin gatos, proliferaron felices los héroes de los dibujos animados y la gente murió como moscas…

Ella es licenciada en Biología y está haciendo su tesis doctoral con una beca del Conicet. Viene de Villaguay Entre Ríos y se instaló en Puerto Iguazú en el Instituto Nacional de Medicina Tropical (INMeT). Es joven y su aspecto no parece el de una científica que lo es y con todas las letras.

“No quiero dejar de agradecer a mis colegas y compañeras de trabajo en esta tarea -afirmó-: a las Doctoras Isabel Gomez Villafañe y Victoria Vadell: es un esfuerzo en conjunto que estamos haciendo y quisiera que eso se remarque”.

Eliana Florencia Burgos es oriunda de Chubut pero gran parte de su vida creció en Villaguay. Al principio quería ser médica o veterinaria, aunque también le gustaba la contabilidad así que tenía dudas. Pero viendo un documental, descubrió el mundo de la biología y le terminó de decidir por eso.

Ella completó sus estudios primarios y secundarios, y además sus padres continúan viviendo en Villaguay. Se interesó por la biología desde la adolescencia, persiguió sus sueños y hoy está becada por el Conicet para completar su doctorado y trabaja en Misiones para el Instituto Nacional de Medicina Tropical investigando a los roedores vectores del hantavirus que causan el síndrome pulmonar. Entrevistada por El Pueblo el diario de Villaguay recordó sus épocas en Entre Ríos.

“Estoy en Puerto Iguazú (Misiones) desde el 2017, tengo una beca del Conicet para hacer el doctorado en Ciencias Biológicas y trabajo con el Instituto Nacional de Medicina Tropical que depende del Ministerio de Salud de la Nación. Ahora estoy investigando las especies de ratones silvestres del norte de Misiones que son portadores de algunos genotipos o variantes de hantavirus que causan este síndrome pulmonar, una enfermedad endémica en nuestro país y de la cual no se sabe mucho”, contó la joven mientras va a esos montes y capuerones misioneros con sus equipos que parecen astronautas.

Ahí se la puede ver cuando agarra un ratón y lo analiza.

“También estudio lo referente a la ecología de los ratones (por ejemplo qué especies existen y por qué en una determinada época hay mayor cantidad) y también sobre la relación con el riesgo de emergencia por aparición de casos de la enfermedad.

También hacemos colaboraciones con otros grupos de la provincia que estudian diferentes características dentro de la biología, tales como la genética sobre poblaciones de ratones, otros parásitos que transmiten los roedores o su parte evolutiva. Entonces generamos redes, por lo cual el trabajo se hace más ameno y enriquecedor”.

Los verdaderos protagonistas

Eliana siente que a veces los científicos no pueden dar a conocer sus trabajos. Es lo que habitualmente se denomina, la divulgación científica está en falta. Y por eso, son percibidos como ‘bichos raros’.

“Y está poco visibilizado todo el tema de la difusión del trabajo científico, aunque en este último tiempo se ha empezado a darle una mayor relevancia, tanto en los medios como así también en las redes, sobre todo luego de la pandemia. Los biólogos no nos enseñan de qué manera difundir lo que hacemos, entonces nos cuesta llegar a la comunidad y creo que por esta razón nos ven como los “bichos raros”.

Fue catalogada por La voz de Cataratas como “la chica de los ratones”. Y no, no es una chica que “hacerse los ratones” que sería otra interpretación de la misma expresión. Eliana Burgos se enfunda con sus trajes, cofias, guantes, botas y va y va.

Su trabajo se llama: Estudio de la interacción entre orthohantavirus y roedores en el departamento Iguazú, Misiones”. El objetivo general del proyecto es estudiar la dinámica poblacional de roedores en diferentes ambientes de Puerto Iguazú para establecer su relación con las características de dichos ambientes (vegetación, temperatura, precipitación, urbanización) y con la seroprevalencia de hantavirus en las especies reservorio, dice la descripción del trabajo (en el “abstract” o resumen que presentan en los centros de investigación y los póster y exposiciones).

“Es un esfuerzo enorme buscar los datos y generar el conocimiento para prevenir enfermedades. Y que nos reconozcan ese trabajo es muy satisfactorio”, le dijo a La voz de Cataratas. “Por más que me digan ‘la chica de los ratones’ es muy bueno poder acercarnos y transmitir lo que uno toma de los libros o del trabajo de la comunidad científica y de esa manera, las personas puedan prevenir esas enfermedades”.

Sí, la chica de los ratones hace mucho más que los dibujos animados por la sociedad. El entretenimiento no es malo, qué va.

Pero el esfuerzo por evitar que el Hanta Virus se instale en esta región es vital: hay que pensar en las muertes que año a año se cargan los ratones cada año gracias a sus orines y heces que quedan flotando en el ambiente en el Sur argentino: la gente huele eso, se enferma y fallece. Así de simple

Así que nuestra heroína es ella, no los ratones.

Gracias Eliana!!!!

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