En Garuhapé enseñan la tendencia japonesa “amigurumi” de tejido al crochet. Los mismos pueden tener formas de animales o personajes de la televisión, y además pueden ser utilizados como juguetes u objetos de decoración.
En Japón, esta técnica de tejido, el amigurumi, es algo más que solo un pasatiempo, ya que forma parte de la cultura “Kawaii” -término que podría traducirse como algo lindo o tierno-. Además, según reconocen los japoneses, este tipo de actividades estimulan la creatividad de la mente y permiten mejorar la habilidad para poder producir más y mejores cosas.
Cabe destacar también que, debido a la facilidad de la técnica del crochet, permite que sea una de las más elegidas a la hora de comenzar un emprendimiento de carácter artesanal.
En ese sentido, en Garuhapé, específicamente en el Centro Cívico del municipio, todos los viernes a partir de las 9 hasta las 11 horas se dictan talleres de “Amigurumis” por parte de los trabajadores culturales de la ciudad.
Esta iniciativa se lleva a cabo mediante el marco del apoyo extraordinario de la cultura solidaria a través del Ministerio de Cultura de la Nación y Cultura de Misiones.
El amigurumi proviene de dos términos japoneses: ami, que significa tejido; y nuigurumi, que se refiere a muñeco de peluche. Esta es una tendencia japonesa que consiste en tejer pequeños muñecos mediante técnicas de crochet o ganchillo que dan formas a animales como osos, conejos, gatos o perros, pero, además estos tejidos pueden tomar forma de comidas, plantas e incluso accesorios como bolsos y bisutería.
Los materiales que se utilizan para tejer estos muñecos varían en cuanto al grosor, color, textura y también en composición, que pueden ser desde 100% lana de oveja como también la utilización de fibras sintéticas, como el acrílico y spandex en distintos porcentajes.
Respecto de los elementos para tejer amigurumis, se deben utilizar agujas de crochet o ganchillos. Es importante remarcar que el tamaño del ganchillo, generalmente, viene sugerido en la etiqueta de la madeja de lana que se empleará para realizar el muñeco. Con esto se pretende que el que el tejido quede lo suficientemente ajustado para que el relleno no sea visible y lo bastante holgado como para que el amigurumi quede suave y siga manteniendo su forma característica de peluche.
Para el relleno de los amigurumis, se usa espuma o fibra siliconada (algodón o pluma sintética) como la que lleva cualquier peluche de relleno. Recientemente, se ha impulsado el uso de rellenos reciclados, tales como retazos de telas, sobras de estambre, arena o arroz, garbanzos o huesos de frutas y bolitas de unicel.
Estos muñecos, tejidos a crochet, nacen en Japón donde a partir de los años 50, cuando la cultura japonesa se dirigió a lo cute o Kawaii, inventando personajes como Hello Kitty. Cuando finaliza la Segunda Guerra Mundial, un Japón derrotado y contaminado de desánimo necesitaba algo que ayudara a hacer más placentero el paso de las horas; así nace la cultura cute. Abuelas y tías comenzaron a tejer una gran variedad de muñecos; una forma de entretenerse y entretener a los niños de la familia en medio del sombrío clima reinante.
