Los que hicieron Eldorado

La localidad del norte misionero sigue con los festejos por sus 102 años que serán a fin de mes. Pero ya tiene motivos para levantar las copas y mostrar testimonios fotográficos únicos. Y poner a disposición de la gente una plataforma llamada Punto Historia con datos, información e imágenes que retratan el progreso de la localidad

Con “Punto Historia” se revaloriza la memoria de Eldorado. El viernes 17 en el marco de las actividades por los 102 años de la ciudad, se realizó la presentación del Punto Historia de la Municipalidad de Eldorado, un espacio virtual desde el que se podrá acceder a datos, información e imágenes que retratan el crecimiento de la ciudad fundada por Adolfo Schwelm en 1919. 

A este sitio se podrá acceder a través de un punto de ingreso ubicado en la Plaza Sarmiento, del kilómetro 9, ingresando a la red HISTORIA, desde cualquier dispositivo móvil o notebook, o a través de la dirección https://historia.eldorado.gob.ar/, y desde allí se podrán apreciar los primeros mapas de la ciudad, fotos históricas, información sobre las primeras sociedades de fomento, intendentes de la ciudad, las distintas conformaciones de los Concejos Deliberantes, e incluso gobernadores de la provincia y presidentes de la nación. 

Esta plataforma está desarrollada para estudiantes, vecinos y visitantes que deseen conocer más sobre la historia y la prehistoria de nuestra ciudad. 

En esta jornada, el intendente, Dr. Fabio Martínez, destacó este trabajo que busca mantener viva la historia de Eldorado a través de las herramientas que brindan las nuevas tecnologías. 

Desde la Municipalidad de Eldorado se extiende un agradecimiento a integrantes del Museo Cooperativo, que facilitaron fotos históricas; a María Verón, quien brindó información de la historia del Concejo Deliberante, a Roberto Gutiérrez, del programa Eldorado en el Recuerdo por su aporte, y se destaca el libro Historia de Eldorado de Antonia Rizzo, fuente de información para este trabajo. 

Como dicen en la explicación, la fundación de Eldorado fue concomitante con el final de la primera Gran Guerra: “En esta recorrida, usted podrá visualizar los principales basamentos de los hechos y acontecimientos en forma escrita y graficadas con datos técnicos y fotografías ilustrativas, que muestran las distintas épocas recorridas con el correr de los años, como así también, imágenes actuales del potencial que hoy representa la magia y encanto de este punto de referencia principal de la zona del Alto Paraná Misionero”.

Los comienzos de la Colonización de lo que hoy es Eldorado, podemos remontarlo al fin de la primera Guerra Mundial, dada a la influencia causada por la misma en la situación social, política y especialmente económica de Europa, después de la gran contienda bélica desatada y que provocó la salida de familias enteras, en la búsqueda de nuevos horizontes”.

Las fotos que acompañan esta nota constituyen un ejemplo del progreso de Eldorado pero también deja constancia del esfuerzo que tuvieron que imprimir a su accionar en la vieja colonia los recién llegados. Todos eran (o la gran mayoría) del primer mundo.

Y lo que había acá podía parecer un “Paraíso”, pero ya con la maldición bíblica incorporada donde el hombre debía ganarse todo con el sudor de su frente, con el filo de su machete, con el ingenio de su mente, con los cartuchos de su escopeta, con el hacha y con la sierra, con los clavos comprados y los animales de cría, con la yerba que tardaba cinco años en llegar, con los árboles que no sólo eran sombra y aportaban leña: también servían para estímulo de lo que aún hoy en día sigue siendo una de las actividades más importantes de Eldorado: la forestoindustria.

Hay que recordar que en el núcleo (hoy se usa más cluster) Eldorado-Montecarlo está la mayor concentración de actividades forestoindustriales del país (desde los viveros pasando por los servicios forestales hasta llegar a las industrias de transformación mecánica de la madera y con los muebleros, carpinteros, ebanistas, construcción de casas de madera y todo eso que mueve y mucho la economía local).

Eldorado se hizo así: con la estoicidad de los que habían decidido que no había retorno.

Las familias que venían de Europa traían la esperanza de un país donde tendrían asegurada la paz y las garantías individuales, como así también, la de proyectar con trabajo y esfuerzo una estabilidad económica. Bien lo afirma la Constitución Nacional, que expresa claramente en su Preámbulo el deseo de escoger en su seno “a todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino”.

Todos estos acontecimientos influían enormemente en el marcado progreso registrado en la provincia de Misiones, que, a partir de 1919, un nuevo hecho poblacional, la sistematización de la colonización particular dirigida, se daría en Eldorado un 29 de septiembre de 1919.

Entre los más activos promotores de esta etapa colonizadora, se podía divisar claramente a Don Adolfo Julio Schwelm, principal responsable y hacedor de promover los valores positivos como el trabajo, el sacrificio y la fe, como pilares fundamentales para concretar la concepción colonizadora, en el marco de nuestras leyes generosas.

al es así, que en aquel 29 de Septiembre del año 1919, justo en el día del natalicio de Don Adolfo Julio Schwelm, hombre nacido en Franfurk (Alemania) un 29 de Septiembre de 1882, hijo de Doña Rosa Beer y de Don Julio Segismundo Schwelm, se inaugura la piedra fundamental de un exitoso plan de colonización que daría lugar a la actual Ciudad Capital del Trabajo “E L D O R A D O”.

Una de las líderes más respetadas de Eldorado es Frances “Paquita” Lowe cuyos ancestros provenientes de Estados Unidos y de Oceanía terminaron recalando en Buenos Aires para luego trasladarse a la flamante colonia. Allí, Las Mercedes fue su lugar en el mundo con ese amor indisimulable por los caballos. Y los primeros en traer la representación de la primera industria en escala del mundo como lo fuera la impulsada por Henry Ford pocos años antes. Así, en Eldorado estuvo (y, orgullosa, sigue estando) una de las primeras concesionarias de Ford del país. Y, naturalmente, los Lowe siguen al frente.

Se podrá agregar muchas cosas y líneas más sobre Eldorado. Indudablemente, todo influido por quien escribe estas palabras, que claro está, es oriundo de Eldorado.

Así que el amable lector deberá tomar con pinzas lo que aquí escrito está. Deberá darse una vuelta por Eldorado y verificarlo con sus propios ojos. Puede venir en barco, como los primeros colonos y ver cómo se veía entonces Eldorado. Como siempre, será bienvenido.