Recomendable para cualquier escuela secundaria, la historia narra la aventura de dos adolescentes tucanes que interactúan con todos los elementos vivientes del monte de Misiones. Cargado de emociones, momentos duros y datos sorpresivos
Quizá el lector se sorprenda con el primer dato de Socorro: los tucanes comen carne (además de huevos y otros alimentos). Y lo primero que buscan para alimentar a sus crías es cazar los pichones de boyeros. O sea, matan para vivir. Puede ser que caiga un mito. Pero es la pura realidad.
Así de dura es la ley del monte.
Y “Socorro: el grito desesperado de la selva” no intenta pintar un paraíso idílico donde –como en el libro de las profecías de Isaías- el buey duerme junto al león y el cordero pacerá con el lobo. Acá la cosa es a suerte o verdad y con un equilibrio delicado que el flamante libro de Eduardo “Balero” Torres pone de manifiesto en cada página.
La obra llega a Misiones el 20 de diciembre cuando será presentada.
En cada página, la biodiversidad misionera aparece con un detalle de libro de Biología.
“Eduardo refleja en estas páginas –señala el ingeniero forestal Jaime Gustavo Ledesma– sus profundos conocimientos técnicos como agrónomo, conocedor de la territorialidad y problemática ecoambiental regional, en particular la provincial. Por su experiencia y desarrollo profesional y también por su apasionada vocación política que le llevó transitar cada centímetro de esta bella y biodiversa tierra colorada y verde; colorada por el rojo laterítico de sus suelos, y verde por su frondosa y arbórea vegetación, circundada por una imbricada red hídrica, donde se alberga una fauna única, que es la que da vida protagónica a cada una de las historias relatadas en este libro”.
Es un libro para todas las edades, pero los estudiantes del secundario podrán verse representados por Pico y Tuki, la pareja adolescente de hijos de Tuco y Tuca, curiosos y sin temores para preguntar acerca de todo.
“El autor crea sus personajes a partir de la flora y la fauna más autóctona, como magistral recurso para describir todo lo que dejamos pasar en las clases de Botánica, Zoología, Biología y otras tantas materias escolares por las que transitamos todos. Entonces Tuco, Tuca, Pico y Tuki ya no son tucanes ruidosos y picudos, sino los encargados de llevarnos a sobrevolar este territorio multicolor y diverso al que llamamos Misiones”, señala con acierto la periodista y profesora de Letras Zuni Fariña en su prólogo.
De qué va la historia
“Cuando lo leí me adentré en un mundo natural animado con historias sencillas, cotidianas e intrigantes que nos van internado en la complejidad biológica de nuestra selva misionera, ese gran ecosistema boscoso definido como mata atlántica interior, que involucra territorialmente a los tres países limítrofes, noreste argentino (todo Misiones y norte de Corrientes), toda la región oriental del Paraguay y sur del Brasil, donde nuestra provincia sigue conservando la mayor territorialidad continua en la región”, indicó Ledesma.
Y no es una obra menor. Son 400 páginas de aventuras en la selva misionera, una especie de “road movie” donde una pareja de hermanos averigua todo y –como en Terminator- ven que se aproxima un “peligro inminente”.
Y agrega Fariña: “Entonces los cuatro ya no son tucanes ruidosos y picudos, sino los encargados de llevarnos a sobrevolar este territorio multicolor y diverso al que llamamos Misiones. Con el marco de selva, arroyos, cascadas y otros animales ‘convivientes’ en este espacio, la familia de tucanes decide emprender un viaje –porque toda historia que representa a un pueblo tiene un viaje que se hace mito y un mito que nos contiene-, con el objetivo de superar los límites territoriales de la tucanada y descubrir el mundo”.
Las ilustraciones de buena factura corresponden a la Mg. Mariela Montero Santander.
Una meta: amar la selva misionera
Para Ledesma, se trata de un libro aconsejable para todo tipo de público. “Para todo aquel que quiera aprender sobre nuestra ecología regional, y también para el lector técnico, avezado en conocimientos sobre biología, botánica y ecología regional porque termina siendo una reconfortante lectura”. Y finaliza con una consigna clara: “Conocer para querer, querer para proteger. La protección de la Selva Misionera un desafío y compromiso social colectivo”.
Para Fariña, “el viaje de la familia de tucanes llega a la ineludible realidad anunciada en cada capítulo, en forma de rumores que reproducen plantas y animales que adelantan la inminente llegada del hombre blanco, quien con su ambición desmedida viene a destruir el ambiente que los contiene”.
Para finalizar así: “Es una narración que cautiva, suma infinidad de detalles técnicos que no abruman porque equilibra conocimiento científico y lenguaje literario de manera inteligente e interesante. Riqueza descriptiva y un hilo que no se pierde, sino que se afianza mientras viajamos… y nos metemos selva adentro, para vivir esta Misiones Hermosa desde otra perspectiva y ¡ojalá! para descubrir algo que nos lleve a asumir otro nivel de compromiso con la conservación de semejante riqueza natural”.
Es un hecho natural muy real que muchas veces no la vemos, por ser arrastrados por el llámese (sistema) el cual nos tiene distraídos en cosas superfluas… pero la naturaleza es sabia….
Buenísimo, un excelente aporte que servirá para ampliar los conocimientos de la fauna de la región
Importante e interesante trabajo realizado por el Ing Agr. Balero Torres que siempre encuentra la forma de contarnos la realidad de la tierra colorada. Felicitaciones!!!