En un mundo ideal, todos podríamos trabajar haciendo las cosas que nos gustan y nos pagarían por ello. En un mundo real, ese concepto no es tan fácil.
Empecemos pensando en nuestra profesión ideal. ¿Sabés qué es? Es cuando combinamos las cosas en las que somos buenos con las que hacemos para recibir un salario. Entonces, sabiendo esto ¿sabés ya cuál es tu profesión ideal? o más importante aún ¿es a lo que te dedicás para vivir?
No es fácil perseguir lo que amamos, dejar lo que nos hace infelices y perseguir nuestros sueños. El miedo a fracasar y las inseguridades que sentimos son muy grandes.
Sin embargo, hacer lo que nos apasiona tiene frutos
incalculables, tanto para nosotros, como para las personas que
dependen de nosotros y están a nuestro alrededor. Dedicarte a lo que amás nos hace ser más responsables, trabajar más arduamente en nuestras tareas asegurándonos el éxito en lo que
hacemos. El impacto positivo no solo nos afectará a nosotros, también a nuestra sociedad, a nuestra familia y amigos.
¿No te gustaría ser un ejemplo por seguir? Bueno, demostrá a tus conocidos que sí es posible trabajar en algo que te haga feliz y que te paguen por hacer lo que amás.
Ahora que ya acordamos algunos puntos y nos hicimos algunas preguntas clave, ya debés saber qué es lo que te apasiona, la misión que podés llevar adelante para convertir al mundo en un mejor lugar; qué inclinación profesional o trabajo ideal quisieras. Cuando visualices esto de manera clara, vas a comenzar a vislumbrar cuál es tu propósito en la vida.
Recordá siempre que no es una sola pieza. Nuestro propósito en la vida es vivir con voluntad e intención.
Cuando ya sabés tu destino, es mucho más fácil tomar la dirección que te lleve hasta allí. Cada vuelta en el camino se convierte una oportunidad que te acerca cada vez más a esa meta. Trabajá siempre en lograr tu propósito, asegurándote de no afectar negativamente la vida de los demás. Si vas a influir en otros, que sea para mejorar sus vidas y la tuya. De esa manera no solo le darás sentido a tu vida, si no a las vidas de los demás también.
Podés vivir plenamente sintiendo una felicidad profunda cuando lo que hacemos nos inspiran todos los días, cuando descubrimos cuál es muestra misión como personas.
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Por: Matías Sebely
Autor del libro El éxito del Fracaso