La entidad está ubicada en el Paraje Palmera Boca, en el kilómetro 1242 de la Ruta Nacional 14 y en su secadero procesa la materia prima de pequeños productores de esa región y localidades vecinas.
La Cooperativa Yerbatera, Agrícola y de Vivienda de San Pedro celebró el sábado 5 de febrero pasado los 25 años de su fundación y la conformación de su primer Consejo de Administración.
Nacida a partir de la necesidad de los pequeños productores del norte misionero de contar con una herramienta para defender un buen precio de la materia prima, la cooperativa dio un paso muy importante en el año 2.007 cuando, con apoyo financiero del Gobierno de Misiones, puso en marcha el secadero propio. “Somos unos 37 socios, pero también procesamos la hoja verde de otros colonos”, señaló el presidente de la entidad, Ennio Paiva.
Año tras año, se incrementaron los ingresos de materia prima en la planchada del secadero, otorgando a la cooperativa un rol destacado en la actividad yerbatera de San Pedro y sus localidades vecinas. “En la zafra 2021 elaboramos 9 millones de kilos de yerba canchada”, precisó Paiva.
El festejo transcurrió entre recuerdos de épocas pasadas y proyecciones de cara al futuro. Contó con la presencia de los socios y sus familiares, además de los invitados especiales; entre ellos el vicepresidente del INYM, Ricardo Maciel; el director del INYM por el sector cooperativo, Danis Koch y la ministra de Acción Cooperativa, Mutual, Comercio e Integración de Misiones, Liliana Rodríguez.
“Es una satisfacción observar que esta cooperativa que vimos nacer con apoyo del Gobierno de Misiones, hoy se encuentra consolidada como entidad y desde el punto de vista financiero”, sostuvo Maciel, para luego subrayar que “este presente de la cooperativa se enmarca en un contexto favorable de la actividad yerbatera, donde las acciones del INYM y del Gobierno Provincial juegan un rol preponderante”.
Con el objetivo de resguardar la calidad de la materia prima que recibe de sus socios y terceros, la cooperativa fue optimizando la estructura del secadero, incorporando tecnología para el uso del chip como fuente de calor y otros implementos, que confieren eficiencia energética y mayor calidad a la yerba mate canchada, y aumentando la capacidad de trabajo. Además, ofrece servicios a los agricultores; entre ellos, la provisión de abono para los yerbales.
Un mercado competitivo
en un mercado en el que existen más de 200 marcas elaboradas por unos 140 molinos. Pero sólo 10 marcas concentran el 80% del mercado. Se trata de Taragüí (Las Marías); Rosamonte (Hreñuk); Amanda (La Cachuera); Cruz de Malta y Nobleza Gaucha (de Molinos Río de la Plata); La Tranquera (Llorente); Playadito (Cooperativa Liebig); Piporé (Coop. Santo Pipo); Aguantadora (Coop. Montecarlo) y Andresito (Coop. Andresito).
Hay, en total, unos 13.000 productores de yerba que cultivan cerca de 200.000 hectáreas. Los secaderos, entre integrados y no integrados, suman 230 establecimientos. Siguen los molinos en la cadena, con 140 establecimientos entre integrados y no integrados, hasta llegar al canal comercial. A todos los eslabones, menos el productivo, apuntó el Gobierno tras constatar los stocks, suficientes para abastecer el consumo nacional.