La Magíster en Psicopedagogía Mirian Mabel Báez sostiene que si el dispositivo se utiliza con una guía adecuada, trae múltiples beneficios. Hoy, este aliado indispensable de cualquier joven vino a reemplazar a la birome o el lápiz, entiende la profesional que es docente en la Universidad Cuenca del Plata. Además dio una lista de aplicaciones que pueden servir para ayudar el proceso de aprendizaje.
¿Qué análisis hace de la incorporación de las nuevas tecnologías en el aula? ¿Favorecen o dificultan el proceso de enseñanza?
Las nuevas tecnologías representan en la actualidad un excelente complemento a los procesos de enseñanza y de aprendizajes, por las infinitas posibilidades que brinda el sistema en tanto acceso al conocimiento, metodologías de llegada a los estudiantes, innovaciones y actualización permanente.
¿Cómo se puede hacer para que un celular sea utilizado con fines positivos para el proceso de aprendizaje?
Los profesionales de la educación tenemos que leer y analizar el acto pedagógico desde el contexto donde nace y se reproduce la cultura socioeducativa; por ello es fundamental comprender que el uso de los celulares hoy reemplaza en intensidad lo que alguna vez estuvo representado por una pluma, un lápiz, un bolígrafo, con la diferencia que la autonomía de quien ejecuta el objeto, podría tener diferencias si hacemos una comparación. El lápiz otorga autonomía, auto-valimiento a quien desea trazar con un objetivo X. Sin embargo el celular navega en un mundo digital, atemporal, con límites poco claros o al menos un margen importante de posibilidades de usar las teclas de manera poco consciente, automatizadamente.
¿Qué debe hacer el docente en ese caso?
Entonces para que el uso sea positivo y funcional al proceso educativo, debe estar mediatizado por docentes que con manejo adecuado de las Tic’s, logre enseñar a utilizar programas operativos de calidad.
El celular hoy día es utilizado para mejorar accesibilidad de sujetos con determinadas condiciones, como dislexia, ceguera, sordera, entre otras y es realmente útil porque logra derribar barreras para el aprendizaje y la participación. El celular con uso responsable es amigo del aprendizaje y lo complementa de manera extraordinaria, siempre que se planifique las actividades y se eduque en el buen uso de este objeto-herramienta.
El desafío de desnaturalizar lo instalado, lo que se implementó históricamente en las aulas, para reconstruir nuevas ideas tendientes a garantizar el derecho a la educación, la equidad y la justicia social.
En esta situación de emergencia sanitaria, en virtud de la pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación con el COVID-19, nos encontramos frente a la incertidumbre de este nuevo contexto de aislamiento, que hace que nuestras prácticas profesionales se modifiquen.
Este nuevo escenario nos lleva a reflexionar sobre conceptos y prácticas escolares en donde debemos reemplazar la territorialidad por un entramado digital a través de las diferentes modalidades de conectividad y empleo de TICs.
Es menester propiciar experiencias donde el reconocimiento de la singularidad sea el punto de partida para comprender los procesos de aprendizajes individuales y colectivos; y presentar propuestas pedagógicas significativas, situadas y contextualizadas.
¿Podría recomendar algunas aplicaciones para celular que puedan servir al alumno o al docente en mejorar los procesos de aprendizaje?
Como aplicaciones, hay variedad, calidad y la mayoría es gratis (dato importante) y están en Sistema Android.
Hay aplicaciones para celular que puedan servir al alumno o al docente en mejorar los procesos de aprendizaje, podría recomendar algunas, que a su vez convierten el aprender en algo entretenido y practico. Hoy las plataformas son el boom (sobre todo en este contexto por el Covid).Tenemos disponibles APPs que permiten repasar temas, memorizar ideas, jerarquizar información, organizar conceptos y representarlos.
Las que en lo particular recomiendo son:
Nearpod- Khan Academy-Google Classroom-Plickers-Photomath y para aprender idiomas, se recomienda Busuu.
Celulares en el aula: la ley
En el 2020, La Legislatura autorizó el uso de teléfonos celulares y otros dispositivos tecnológicos en horas de clases dentro de los establecimientos educativos, tanto de gestión pública como privada, en todos sus niveles.
Los teléfonos móviles, conocidos popularmente en el país como “celulares” vuelven a estar permitidos en las aulas misioneras. La finalidad es que estos aparatos sean utilizados como herramienta pedagógica, didáctica y de innovación tecnológica, para lo cual es necesario promover su uso racional, organizado, planificado y creativo dentro del aula.
“La incorporación de estos dispositivos en las escuelas apuesta a la agenda educativa, busca favorecer el uso de las tecnologías con sentido pedagógico, y colabora en la construcción de conocimientos socialmente relevantes”, argumentó el legislador Carlos Rovira, autor del proyecto.
“Es indispensable enriquecer el proceso de aprendizaje, tanto en los alumnos como en los docentes, capacitando a estos últimos para que incluyan las nuevas tecnologías en la enseñanza de los contenidos”, expresó.
En sus fundamentos, la iniciativa sostiene: “Cuando se hace un uso racional, organizado, planificado y creativo de la tecnología en ambientes educativos, estamos hablando de Tecnología Educativa. Si el docente aplica esta tecnología en el proceso de enseñanza-aprendizaje, contribuye a la formación de profesionales preparados para plantear y solucionar problemas sociales; ya que hoy en día, los bienes, servicios y medios de producción están empleando TIC para optimizar su funcionamiento”.
De Campo Grande al mundo
Lo notable es que esta iniciativa tuvo sus primeros progresos en un Parlamento Estudiantil de 2016, cuando dos estudiantes de Campo Grande (Gilda Balmori y Marianela da Silva) propusieron esta vuelta de tuerca para el uso de la TIC. La idea es que se disponga la utilización de celulares en los establecimientos educativos como parte de su planificación anual y siempre que estén incluidos en el proyecto educativo institucional, incorporando el uso racional, organizado, planificado y creativo de la tecnología. La iniciativa fue apoyada por el titular de la Legislatura, Carlos Rovira.
Así, el autor sostiene que la incorporación del celular a la actividad en el aula “implica, entre otros aspectos, construir un nuevo sujeto de enseñanza y más globalmente, suscribir un nuevo contrato pedagógico que se relacione directamente con el problema de la calidad de las enseñanzas a través de distintos procesos y recursos tecnológicos.
Por qué del cambio
Para Carlos Rovira, el celular se está apartando de su función original, la de comunicar por voz o texto a dos personas, para convertirse en una herramienta multimedia de calidad, completamente equipada hasta el punto de hacernos prescindir en muchos casos de nuestra cámara de fotos o de vídeo. “Los terminales son pequeños centros de información, comunicación y almacenamiento. Pero su punto fuerte es su uso popularizado, contando con más de un móvil por persona en nuestro país. Sobre cualquier otro medio tecnológico a su alcance, nos ofrecen disponibilidad inmediata, alta tecnología cargados de gadgets, foto y vídeo (resolución aceptable) bluetooth, mail, editores de vídeo, etcétera”.
Finalmente, al advertir sobre eventuales riesgos que pudiere acarrear la nueva normativa (que da de baja una ley de 2007 que prohibía el uso de celulares en aulas), se aclara: la idea consiste en dejar a criterio de cada establecimiento educativo la facultad de establecer el uso del celular y las actividades educativas a desarrollarse con los mismos. Lo cual conlleva a que los docentes aprendan al respecto, y que los planificadores de la educación diseñen programas y contenidos curriculares que incluyan la utilización de la tecnología, aprovechando el máximo potencial pedagógico.
