Los focos de incendios se redujeron en un 50 por ciento y la lluvia no fue excesiva: en algunos casos apenas superaron el milímetro y en el lugar que más agua cayó se registraron 27 milímetros. Pero los bomberos igual saltaron de alegría. En el Iberá ya se constituyó un hospital de campaña para animales silvestres rescatados
Fotos y videos de las lluvias registradas en diferentes poblaciones del territorio provincial se viralizaron a través de las redes sociales y cadenas de WhatsApp. La escena parecía sacada de una película italiana donde todos los protagonista corren, saltan y se divierten bajo la lluvia.
No es para menos: la llegada de la bendición en forma de agua desde el cielo significaba el alivio a una tarea que llevaba semanas y meses de cuidado para evitar que las llamas avancen.
Es que esto implicaba al menos una breve pausa en el combate a las llamas que se inició hace casi dos meses. Desde el Comando de Operaciones en Emergencias (COE), indicaron que las precipitaciones generaron cierto alivio porque se redujeron alrededor del 50 por ciento los focos ígneos. No obstante, aclararon que la emergencia continúa.
El subdirector Defensa Civil Corrientes, Bruno Lovinson, fue el encargado de dar, al cierre de esta edición, el primer informe oficial transmitido del lugar donde funciona el COE
La alegría por la llegada de los chaparrones se manifestó en los integrantes de diversos cuerpos de bomberos en la provincia. Todos ellos, al borde de caer exhaustos y ahora saltando de alegría bajo la lluvia.
Las precipitaciones se dieron en la zona del centro y sur de la provincia y se espera que continúen. Defensa Civil informó ayer que hay siete alertas a corto plazo y sería hasta la semana que viene. Sigue habiendo focos activos en paraje El Caimán, El Zapallo y Palmar Grande.
Las lluvias llegaron ayer a varias zonas afectadas por los incendios en toda la provincia y hay al menos un 30% menos de actividad. Se espera que el porcentaje aumente con el avance de las precipitaciones en el centro y sur de Corrientes.
En la zona Norte más hacia Misiones la bendición del agua caída del cielo no fue tan evidente y más bien resultó insuficiente.
Los chaparrones se hicieron esperar, pero finalmente cayeron sobre territorio correntino y se espera que continúen. Hasta el momento hay siete alertas a corto plazo en diferentes localidades y sus parajes. El pronóstico de tormentas con caída de agua sería hasta la semana que viene, informaron desde Defensa Civil, aunque dijeron que las condiciones son cambiantes y no se sabe si seguirá el clima favorable para apagar los incendios.
En Perugorría cayeron 10 milímetros, lo que generó una gran ayuda para los que trabajan en la zona extinguiendo el fuego. “Los focos activos que había en Perugorría sobre la Ruta 24 están controlados, primero por los bomberos y luego por la lluvia, al igual que los incendios de Socorro y San Alonso, que pertenecen a Pellegrini”, indicó Bruno Lovinston, subdirector de Defensa Civil.
Por otra parte, el alivio no fue para todos los lugares. En el paraje El Caimán los focos continúan activos, al igual que en El Zapallo, Palmar Grande y parte de Lomas de Vallejos. Según informaron, en la zona de Caá Catí, cerca de los parajes, las precipitaciones fueron de 1,5 mm.
“En algunos lugares la lluvia fue efectiva, pero en otros no pasó absolutamente nada, como en el centro y norte de la provincia. La caída del agua está ayudando mucho en el sur de Corrientes”, contó Lovinston a El Litoral.
Según el funcionario de Defensa Civil, las zonas de Palmar Grande, el paraje El Zapallo y El Caimán son los focos de incendio más grandes hasta el momento.
“Por el momento no estamos contabilizando la cantidad de hectáreas porque nos interesa controlar los focos y después, cuando lo amerite, haremos la evaluación. Algunos puntos siguen activos y estamos movilizando tropas para combatirlos”, dijo.
Los milímetros de agua hasta las 18 del jueves, en algunas ciudades de la provincia fueron: en Mocoretá y Santa Rosa, 3 mm; en Curuzú Cuatiá, 17 mm; en San Isidro y Monte Caseros con 5 mm, Goya con 20 mm; en San Roque, 9 mm; en Colonia Carolina, 27 mm; en Chavarría y Desmochado, 24 mm.
Otras localidades donde hubo precipitaciones fueron Santa Lucía, con 20 mm, Pueblo Libertador con 7 mm, La Cruz, Tabay y Concepción con 2 mm, Virasoro y El Sombrero con 1 mm, San Miguel con 4 mm y Santo Tomé, una de las zonas más afectadas por los focos ígneos, con 26 mm.
Hospitales de campaña en el Iberá
Es una iniciativa de la Red de Médicos en Contexto de Catástrofe y el Consejo Veterionario local. Continuan recibiendo donaciones.
La Red de Médicos Veterinarios en Contexto de Catástrofe y el Consejo Profesional de Veterinario local instalarán hospitales de campaña en los portales de los Esteros del Iberá para asistir a los animales. Ya hay más de 200 profesionales de todo el país trabajando en Corrientes.
Las imágenes de la devastación de la flora y la fauna arrasada por el fuego extendió las redes de solidaridad y en las próximas horas llegarán a la provincia más veterinarios de Buenos Aires y Salta, mientras que los de Entre Ríos se sumarán a partir del fin de semana.
Javier Aranda, referente del Nea en Médicos en Contexto de Catástrofes, recordó al diario El Litoral que esta red funciona hace 5 años ha asistido a los incendios de Córdoba durante el 2021, cosechó experiencias tras erupciones volcánicas en la Patagonia, terremotos e inundaciones.
Sin embargo Aranda asegura que nunca vivenció una desastre de las magnitudes de lo que se vive en Corrientes desde hace más de un mes.
Desde hace varias semanas el Consejo Profesional de Médicos Veterinarios de Corrientes se encuentra en un trabajo activo de recolección de donativos y asistiendo en terreno y la ayuda nacional no demoró en llegar por parte de colegas de otras provincias.
La noticia de la quema del 40% del segundo humedal más grande del mundo tuvo escalada internacional de Aranda recibió llamado de veterinarios Chile, Colombia y México que se pusieron a disposición.
“Venimos muy bien con las donaciones y el recurso humano. Estamos por instalar hospitales de campaña en los portales de acceso de los esteros del Iberá para tener más acceso, por ser una de las zonas más críticas”, explicó a El Litoral.
También cuentan con presencia en las distintas localidades afectadas con la presencia de un referente veterinario por zona, quién informa de las necesidades, recepciona los donativos y coordina el trabajo en terreno.
El acopio y clasificación de donaciones se hace en la sede del Consejo Veterinario, ubicado en Coronel Baibiene 1975.
El escenario
“Los animales no sólo están con heridas y quemaduras. También sufren la faltante de agua y alimento porque su hábitat fue destruída”. advirtió Arana.
Añadió que el trabajo no terminará con las tareas de rescate, puesto que la fauna silvestre también sufrirá las consecuencias del estrés postraumático.
“Es esperable que desarrollen enfermedades por la baja de defensa, además de por las afectaciones producto de las quemaduras y el humo”, informó el profesional.
Los veterinarios también se ocuparán del tratamiento de los cadáveres de los animales, que traerá la presencian de vectores y mosquitos que implican otros riesgos que buscarán mitigar.
El referente de la Red de Catástrofe indicó que cuentan con suficientes recursos para la atención primaria y ahora necesitan reforzar las provisiones de crema para tratar quemaduras, antiparasitarios. inyectables orales para todas las especies, vitaminas para poner en el agua, bloques de sal y antidiarreicos.
Arana aclaró que el único medio por el cual reciben donaciones dinero es mediante la cuenta de CBU del Consejo Veterinario, y que no cuentan con billeteras virtuales.
Recomendó a la población informarse sólo por los canales oficiales y redes sociales del Consejo Veterinario, la Federación Veterinaria Argentina y la Red de Veterinarios.
Por estos medios se compartirán las facturas de compras de insumos para garantizar la transparencia en el proceso”, explicó Aranda.