Mario Gabriel “Marito” Alcaraz tiene una vida en Misiones. De aquí es su esposa y aquí nacieron sus hijos. Desde sus inicios como DiscJockey y animador de fiestas hasta su presente involucrado en la comunidad y la política. Marito se reinventó, siempre manteniendo el contacto con el vecino, con la gente, con su público, con el pueblo
Dicen que el origen de la frase está en un viejo adagio oriental. De la India o de la China. Vaya uno a saber. Pero en esencia es este: “Desde que naces hasta los 20 años es el tiempo del juego y el aprendizaje. Desde los 20 años y hasta los 40 años, será el tiempo del trabajo, casarse, tener familia y criar los hijos. Desde los 40 años y hasta los 60 años será el tiempo del involucramiento con la comunidad, de ayudar a los demás”. Algunos han traducido esto último con una frase bien sencilla: meterse en política.
Eso parece ser lo que Mario Gabriel “Marito” Alcaraz está haciendo.
De joven, era el DJ famoso que pasaba música. Luego, el movilero y más tarde ‘pinchando’ discos y animando fiestas. ¿Y ahora? Desde hace un lustro, cambió todo.
Ingresó al Concejo Deliberante de Posadas. Y tras cuatro años en el cuerpo deliberativo municipal, pasa del área legislativa al ejecutivo y pasa a integrar el directorio del Instituto Provincial de Lotería y Casinos (Iplyc), siempre manteniendo el contacto con el vecino. Ya se sabe: siempre ha sido un gran acompañante del sector privado y ha desarrollado un contacto cercano con todos. Ahora, participa activamente en los operativos PAS que son los Programas de Asistencia Social del Gobierno donde los funcionarios y personal técnico se instalan en un lugar y tratan de solucionar los problemas de cada integrante de una comunidad (médicos con historia clínica electrónica única, asesores pediatras, nutricionistas, odontólogos, psicólogos, bioquímicos llegan junto a peluqueros, asesores jurídicos y escribanos, gestores de DNI, los que pueden gestionar una prótesis dental o un par de anteojos hasta la entrega de gas solidario y el Iplyc Social que entrega muebles a los NENIS de cada uno de los municipios).
Ahí uno puede ver cómo Marito se reinventó, ahora lo suyo es el trabajo social. Se mueve en ese ambiente como pez en el agua.
Se arremanga, viaja y está en cualquier lugar de la provincia en contacto con la gente. Lo suyo pasa por la empatía. La idea es contar cómo los que no son políticos de pura cepa se reinventan para estar en política.
Y como lo expresa claramente él mismo. “Soy lo que soy y doy lo que tengo”.
Así, la frase oriental parece cumplirse con bastante exactitud. Más allá de que sus primeras actividades fueron antes de los 20 años. Su consigna actual es: “Lo que recibimos, lo damos; por eso siempre digo gracias a quienes nos acompañan desde el primer día para poder estar todos los días dándole un mimo a nuestra gente”.
Movimiento perpetuo
Marito parece no tener tiempo para detenerse. Hace casi 40 años que vive en Misiones y nunca está quieto. “Es que estoy enamorado de esta tierra”, explica. Amo mi ciudad, amo mi provincia”.
El cronista quiere averiguar algo sobre su biografía y lo llama.
“Estamos yendo al interior en estos momentos, pero en cuanto llegue, te respondo”, llega el mensaje por WhatsApp.
Viaja con parte de su equipo hacia distintos lugares de Misiones. Lo hacen como funcionarios públicos. Y allí van. Imposible detenerse. Hay que seguirlo a Marito.
Muchas veces, su trabajo se basa en quienes lo acompañan. Y sí, son de extrema confianza y lo ayudan.
Y Marito ha tenido una extensa experiencia en radios desde inicios de los años 90.
“Y, sí. La verdad es que me movía en distintos programas de radio, también en televisión, estaba en fiestas privadas y populares, nacionales y de toda la región. De esa manera, logramos recibir mucho cariño. Algo que arrancamos a comienzos de los años 90 y que llevamos a cabo hasta 2017/2018”.
Su memoria es tan inquieta como su vitalidad para moverse y hacer cosas. Marito no queda inmóvil. No sabe. No puede.
Verlo y tratarlo es darse cuenta de su forma de ser.
Es pura energía.
Días de radio (y tevé)
Así lo transmite. Como antes en la radio.
“Sí, es así”, dice Marito que le gusta hablar en primera persona del plural, como involucrando al oyente y lector en su relato. “Tenía programas de radio como ‘Rambo Mix’ y más tarde ‘Marito X’. Todo ello, sumado a los móviles periodísticos, cambiando el estilo”.
¿Y en televisión?
“Fueron los mismos productos de radio, sumados a otros de interés general e historias de vida”.
¿Y su trabajo en boliches?
“¡Pues, claro! En muchos del interior y en Posadas lugares emblemáticos como “Power”, “Monterrey”, “Barcelona”, “El Parador”, “Lola”, clubes y salones de fiestas”, relata memorioso.
Y ahí llega una definición que no sólo aplica a la música sino a su forma de conducirse en la vida.
El periodista quiere saber: “¿Tenés un estilo de música favorito? ¿O fue cambiando con el paso del tiempo y cambios de preferencias de la gente y así como tu público se renueva vos vas adaptándote a los nuevos tiempos?”
-Lo mío siempre fue acompañar la moda y el estilo popular.
Ese es Marito.
Lazos familiares
Aunque reivindica sus antiguos orígenes españoles (siempre puede haber una paella o una tortilla de papas en su mesa) se siente ciento por ciento misionero. “Y sí. Mi familia merece ser destacada: tengo un matrimonio con Verónica Cortés con 24 años de casados, con tres hijos: Tobías, Valentín y Candela. Mi esposa, un amor. Con ella compartimos mucho y la verdad es que me acompaña en todas. Es una excelente madre y persona. Mi familia es lo más: ahí están. Mi familia son mi mujer y mis tres hijos”.
“Te gustan los deportes y la vida al aire libre. ¿Puede ser que tu familia, todos se involucraron mucho en ese tipo de actividades? Hay fotos donde se los ve en pesca o andando en lancha por el río Paraná. ¿Les gusta mucho eso?
Sí. Amamos el río y la vida al aire libre, por eso compartimos mucho. Particularmente yo trato de hacer de manera diaria ejercicios al aire libre y aún mantengo mi día de fútbol semanal.
“¿Qué tipo de vacaciones preferís?”
-En familia y con amigos. No importa dónde…
Vida pública y de compromiso
En 2017, Marito Alcaraz empezó la función pública
Si uno le recuerda la frase oriental, él admite que cumplió perfectamente con todas esas etapas. Y siempre con una impronta optimista.
“Las cumplí, las disfruté y sigo pensando que lo mejor está por venir”
-Desde tu condición de edil, ¿en qué áreas trabajaste? ¿En qué comisiones te moviste y qué fuiste aprendiendo como concejal?
En distintas, de acuerdo a las comisiones que fuimos presidiendo y participando y me volqué de manera muy fuerte, desde el inicio de la pandemia, al área social que me encanta.
-¿Qué es lo que te atrae? Sencillo: tratar escuchar ver y asistir con lo que tengamos al prójimo, al vecino a quien necesita de nosotros
-¿Qué te dio la función pública como integrante de un cuerpo colegiado (el Concejo Deliberante)?
El respeto a las instituciones y la experiencia de un trabajo legislativo en equipo sumando ideas y proyectos para que luego sean ejecutados (ej: bebederos y dispenser gratuitos en la vía pública)
-¿Qué recuerdos y amigos te quedaron en el Concejo?
De los mejores; hay buenos recuerdos por el trato del personal, por el cariño recibido hasta el día de hoy y de grandes momentos y satisfacciones por haber obtenido el apoyo o acompañamiento de quienes fueron mis pares sin importar el color político
-Terminaste una cosa y empezaste otra. ¿Desde cuándo estás en el Instituto Provincial de Lotería y Casinos (Iplyc) y cómo es tu gestión actual?
Desde inicio de este año 2022, arrancamos nuestra gestión dentro del Ejecutivo provincial, para acompañar al presidente del Iplyc, Héctor Rojas Decut, en los distintos programas sociales y a sus responsables, en este caso, el Iplyc Social como parte del PAS. Como siempre digo, estamos para sumar ideas y trabajo.
-¿Cuál es el secreto de estar cerca de la gente? ¿Qué pide la gente? ¿Cómo te tratan?
Para mí, no hay secreto: siempre estuve ya sea la función que toque y ojalá estemos siempre cerca de quien nos recibe, nos escucha y escuchamos y, dentro de nuestras posibilidades, lo ayudamos. Siempre nos tratan muy bien y esa relación mutua hace que mantenemos diálogo y compromiso
-¿Qué debe tener un político para estar cerca de la gente?
En mi caso y a modo de propia opinión, no tener miedo, sentirse uno más, escuchar mucho y dar. Esto es así. Dar porque necesidades siempre va a haber y para estar cerca de la gente no debemos prometer. Debemos estar, escuchar y, si podemos, dar.
“Más que tener debemos hacer una política disruptiva. Todo cambió. Los tiempos cambiaron, debemos renovarnos y estar con ellos”.
“Creo que es lo que estamos haciendo nosotros”, afirma convencido Marito.
-¿Qué pide el misionero a sus representantes?
Que los escuchemos. Por eso, siempre nos reciben con las puertas abiertas, con alegría, en familia y en cualquier punto de nuestra provincia.
Y ha de ser así nomás. Porque Marito escribe esto mientras está viajando. En un parador, se toma el tiempo y contesta las preguntas e inquietudes.
“Después te completo, porque ahora tenemos que seguir trabajando por la gente”, dice y se va.
Inquieto, como una máquina de movimiento perpetuo.