“La educación es el puente para la verdadera reinserción social”, afirman los especialistas que llevan adelante esta modalidad que ha tenido modificaciones recientemente. En Misiones, unos mil alumnos son educados en contextos de encierro
Pabla Riveros es profesora en enseñanza primaria y se desempeña como Coordinadora de la Modalidad de educación en contexto de encierro (E.C.E.). Ella asegura que la educación es un derecho universal y para garantizar el acceso a la formación llevan adelante, junto al Consejo General de Educación, distintas estrategias que permiten que las personas privadas de su libertad accedan tanto al nivel primario y secundario como a Centros de Formación Profesional.
“En Misiones funcionan nueve escuelas primarias, dos secundarios, un Centro de Formación profesional y un aula satélite en el pabellón de inimputables del Hospital Dr. Pedro Baliña” relata Riveros. La decisión de anexar dicha aula surgió luego de un análisis de las capacidades que realizó el personal médicode la institución, encabezado por el Dr. Sánchez, e indicó que era posible la formación de los pacientes. En este punto, la coordinadora especifica que se necesita de la colaboración de diferentes sectores para llevar a cabo la tarea de la enseñanza. Por un lado el Servicio Penitenciario Provincial, el Ministerio de salud, el Poder Judicial y el Consejo General de Educación.
“La modalidad cuenta, actualmente, con más de mil alumnos y existe la posibilidad de que se incremente el número”asegura, ya que tanto en Puerto Rico, Cerro Azul como Oberáse están edificando salones para este fin.
Los colegios secundarios funcionan en la ciudad de Eldorado y en la Unidad de menores de Posadas.La capital del trabajo fue la primera en contar con una escuela para personas privadas de su libertad. Inicialmente, se dictaban las clases en la comisaría y luego en el penal. Desde esta unidad se llevó a cabo una investigación en forma interinstitucional que pretendió conocer cómo se reinsertaban los egresados en la sociedad. Riveros asegura que los datos fueron contundentes: “quienes van a la escuela, no reinciden”
El aula: un espacio de interacción y contención
Acerca de la forma de trabajo, a principio del año escolar, los docentes y directivos recorren los pabellones y realizan la preinscripción. Luego, el Servicio Penitenciario Provincial genera los permisos para el traslado y se encargan de la seguridad. Dentro del aula, los miembros de los pabellones pueden mezclarse y es el espacio donde ellos tienen la posibilidad de interactuar con otras personas. Algunos de los alumnos llegan a clase en condición de analfabetos o habiendo abandonado la escuela y después de tres años obtienen su título. La modalidad de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos (EPJA) consta de un cursado intenso que se rige por el aprendizaje de contenidos prioritarios.
Como en toda escuela, los docentes deben hacerse cargo de las planificaciones, los actos, las efemérides y las carteleras. En esas ocasiones, los alumnos acompañan mediante la presentación de obras de teatro, muestras de fin de año y la participación a través de la música. Generalmente, se invitan a autoridades de la comunidad y la provincia a participar de los actos de egresado.
Suele suceder que se encuentran con la noticiadel traslado de un alumno,ya sea por haber cumplido la mayoría de edad o por haber accedido al beneficio de la presión domiciliaria. Ante estos cambios, es necesario iniciar la búsqueda de una escuela que le permita terminar sus estudios. Riveros recuerda un caso en particular e indica que, cuando se lo necesita, se realiza un acompañamiento virtual y presencial para que el alumno no se vea afectado. Gracias a esta ayuda, el alumno al que se refería la anécdota pudo recibirse.
“El programa Progresar es de gran ayuda porque funciona como incentivo para iniciar o continuar sus estudios”, destaca la coordinadora. Al poseer el mismo currículo que cualquier escuela, ellos han podido participar de ferias de ciencias, concursos de la Escuela de robótica, competencias inter-unidades e incluso han viajado a Catamarca representando a la provincia.
Vocación y pandemia
Durante la pandemia, las escuelas y secundarios funcionaron sin la presencia de los docentes para preservar la salud de los internos, pero contaban con cuadernillos de seguimiento. En ese momentose destacó la figura del coordinador del Servicio Penitenciario Provincial que oficiaba de mediador para que la formación continúe. Ella afirma que “todos los docentes cuentan con la oportunidad de participar de esta modalidad de enseñanza, solo deben inscribirse en el padrón y contar con cinco años de antigüedad”. Por otro lado, dispondrán de capacitaciones específicas que le permiten conocer la modalidad y entender con profundidad las tareas que llevaran adelante. Pabla señala que los docentes participan de cursos de formación emocional que los ayudan a entender el ámbito en el que se van a desenvolver. El profesional debe estar preparado para desempeñarse con soltura y responsabilidad.
La coordinación posee convenios con la Secretaría de Educación Superior que permiten que los alumnos practicantes de distintos profesorados puedan realizar su inicio a la docencia conociendo la ECE. Riveros recalca la vocación que demuestran quienes pertenecen a esta modalidad. En cada uno de ellos, se vivencia al aprendizaje como una herramienta para el futuro. Dentro del aula, cohabitan diferentes maneras de pensar por ende, se trabaja la tolerancia y la empatía.
Ella aclara que los docentes son los responsables de representar a la institución en la muestras que se realizar fueran del penal. En la unidad de mujeres, ellas participan de talleres de manualidades, costura y, junto a la Cooperativa, se destacan por sus trabajos de blanquería. Los profesores venden las confecciones de las alumnas y luego, se realiza una rendición de cuentas que permite acceder a la compra de más material.
El material de trabajo, ya sean útiles, libros, tizas, hojas, etc. llega a las escuelas a través de la Subsecretaria de Educación, Fundaciones y donaciones de colegios privados.
Un poco de historia
En el año 2000 la línea de trabajo del Servicio Penitenciario Provincial que llevaba a cabo la formación de jóvenes y adultos pasa de formar parte del Sistema educativo provincial.
En el 2005 se adoptó la terminología Educación en Contextos de Encierro.
En el 2006, a través de la Ley Nacional de Educación nº26206, se incorpora la modalidad de educación en contextos de privación de la libertad.
En el 2014, un grupo de docentes de UDPM presenta un proyecto de reforma que fue encabezado por Marilú Leverberg. Se establece la coordinación provincial de educación en contextos de encierro. Viviana Escurdia asume el cargo y se desempeña en el hasta el 2019.
En 2019 se modifica el reglamento de escuelas especiales para adultos, ya que dejan de ser consideradas un programa y adoptan la modalidad EPJA.
En mayo del 2021, se designa a Pabla Riveros como coordinadora del área, a partir del decreto nº706 del gobernador Oscar Herrera Ahuad.