Shrek era un ogro que vivía en un pequeño libro editado casi en forma casera. Spielberg le leía a sus hijas cada noche. Y quedó fascinado con el relato. Compró los derechos y tuvo que empezar tres veces hasta tenerla lista. Dicen que primero se la pasaron a los abogados de Disney para saber si no iban a tener demandas.
Nadie pensó que iban a tener tanto éxito. Venía de los años 90, cuando era apenas un librito de una treintena de páginas editadas casi a pulmón. El genio del cine Steven Spielberg había adquirido esa pequeña obra y leía las historias del ogro que quería vivir solo en su pantano maloliente.
Según Gustavo Godoy en la cuenta Player One de Twitter, “Spielberg le lee un cuento todas las noches a sus hijas sobre un ogro verde que lidiaba con su comarca y con el reino lindante, Spielberg queda tan fanatizado que decide comprar los derechos. Su idea era adaptar la historia una animación tipo Disney”.
El hilo de la red social continuaba con datos sobre de quienes fueron las primeras voces elegidas para la versión inglesa.
“Mientras el área de animación de Amblin se preparaba para el proyecto. Bill Murray era el ogro y Steve Martin el burro. Lamentablemente el elevado cachet de los actores frenó el proyecto. Spielberg lo cajonea y se mete de lleno en su nuevo film Jurassic Park”.
Así, hubo un primer intento con dos personajes muy famosos que iban a poner la voz. No pudo ser.
“Seis años después Spielberg retoma el proyecto junto a Dreamworks. El ogro tenia los rasgos del comediante Chris Farley que fue la voz del ogro en toda la pre producción. En diciembre de 1997 Farley muere y deja trunco el proyecto, ya que solo le grabó la voz al 70 por ciento de la película”. Ergo, no podían terminarla con este personaje.
Las ilustraciones que los dibujantes habían hecho de Shrek tenían un notable parecido con el actor fallecido.
Uno de los hallazgos de estos días, es la distribución de una grabación de la voz de Farley mientras hacía de Shrek
Como diría el mismo Shrek (que es un ogro muy achispado) “después de visto, cualquier tonto es listo”. Aquí se evidencia que Farley no hubiera producido el suceso que logró la voz de Mike Myers
Aquí una comparación entre las dos versiones
En el “hilo”, se cuenta que Spielberg vuelve a intentarlo tiempo después. “Tres años después el proyecto otra vez se retoma, Tom Cruise, Leonardo Di Caprio y Nicolás Cage rechazan ponerle la voz al ogro. Mike Myers actor de Austin Powers y Wayne´s World acepta ser la voz de Shrek y Eddie Murphy acepta la del burro, cierra por todos lados.
El resto es más conocido: Pusieron sus voces para la versión original en inglés Mike Myers (el ogro), Cameron Díaz (Fiona), Eddie Murphy (Burro) y John Lithgow (Lord Farquaad).
La trama es sencilla: Shrek, que significa “monstruo” en Idish y proviene del alemán “schreck” (miedo, susto o sobresalto), es un ogro solitario que descubre que su ciénaga está siendo ocupada por varias criaturas como Pinocho, los tres cerditos o Blancanieves y los 7 enanitos. Sus aventuras para tratar de recuperar su hogar le hacen amigo de un particular burro que habla que se convertirá en su inseparable amigo.
Shrek costó 60 millones de dólares. En el primer fin de semana de su estreno en Estados Unidos cubre sus costos y en el mundo llega a recaudar 500 millones, una bestialidad. No solo es un éxito de taquilla, sino que en el año 2002 gana el Oscar mejor animación (era la primera vez que se premiaba esa categoría) y nada más que a Pixar (esto es Disney) y su película Monster INC.
Y aquí vale apuntar un dato sobre las previsiones que se suelen tomar cuando se juegan en estas grandes ligas. Antes de su distribución en los cines de todo el mundo, la compañía con el nene pescando en la luna hizo un movimiento maestro: convocó a una función privada a su equipo de abogados y a varios representantes legales de Disney. ¿Su intención? Evitar que los letrados de Disney le hicieran una demanda por satirizar a sus princesas y ridiculizar muchos de sus relatos clásicos. Una jugada perfecta porque el film no entró en ningún conflicto.
El ogro ya es un rey, la franquicia se extendió a tres secuelas, ocho cortos, spin-off varios, una adaptación musical en Broadway y atracciones en parques de diversiones. Un final más que feliz para este ogro que este mes cumple 22 años de su estreno.
Queda claro, ¿no? Durante siglos, los cuentos de hadas representaron a los ogros como criaturas enormes, feas, verdes y temibles que aterrorizan a los niños. Esta imagen terminó con la llegada al cine de Shrek, con su aspecto de antihéroe, que conquistó con humor, mucha inteligencia y algo de fuerza a las audiencias. Y sigue haciéndolo.
Los que tienen Netflix pueden ver toda la saga de Shrek. Ahí está verde y enojado. Feliz e inteligente. Con amigos y con amores. Todo.
Como escribe Gina Gerelus en New York Times, “una de las principales metáforas de la película, ‘los ogros son como las cebollas’, puede reflejar también las capas de significado que los seguidores han descubierto en la narración. Todavía se discute en Internet si la película es un comentario sobre el aburguesamiento o el racismo. Pero incluso en su superficie, Shrek capta la esencia de amistades improbables y romances no superficiales, haciendo que su final feliz triunfe”.