Después de tantos meses marcados por la pandemia, los amantes del vino se vistieron de fiesta y lograron reunirse para degustar las distintas variedades de uva de Argentina. En Bernardo de Irigoyen, los de Barracao y Cerqueira se dieron la escapada para reunirse y brindar otra vez
La frontera entre Bernardo de Irigoyen, Barracao y Dionísio Cerqueira albergó la 3ra edición de la Wine Day. Un evento organizado por la Vinoteca Casagrande donde reunió en el norte de Misiones a lo mejor del vino albiceleste. “La celebración de la vida” como consigna para festejar el regreso del evento.
El encuentro reunió a 70 bodegas argentinas de la comarca de Mendoza y Salta, y a más de 700 personas de Brasil y Argentina apasionadas por el vino, con 350 rótulos para degustar con carnes, pastas, quesos y más.
“Es un evento para que vengan y se diviertan. Un evento sensacional” expresó en sus redes Talita Casagrande, quien es la propietaria del negocio Vinoteca Casagrande.
Esta fiesta es una oportunidad para que los consumidores de toda la región se acerquen a conocer productos nuevos y tomar contacto con Sommelieres y Enólogos de cada una de las bodegas importantes del país. Talita Casagrande, empresaria del grupo organizador, indico que, el regreso del evento, después de la pandemia genero mucha expectativa, la gran participación de bodegas y vecinos.
El Intendente de Bernardo de Irigoyen, Guillermo Fernández, comentó que gustan acompañar y fomentar este tipo de integración.
“Desde el municipio debemos estar presentes y acompañar este tipo de actividades, que nacen desde emprendedores, como la familia Casagrande, ya que significan generación de trabajo y oportunidad de negocio para los empresarios de nuestra ciudad”, acotó Fernández.
El evento ya tiene cierta tradición en la frontera pero se vio obligado a no realizarse en los dos años anteriores. Así que esta ocasión fue el motivo de reencuentro de muchos.
Así en esta tercera edición del Wine day, vecinos de dos países y tres provincias (o estados) apenas separados por pocos metros, mostraron cómo la integración también se puede dar a través de una copa de exquisito malbec, o de un cabernet sauvignon o por qué no, un merlot.
Y alguno más dirá: Pero por qué dejar de lado un Sangiovese o un Tannat y finalmente un Pinot Noir que nunca viene mal.
Claro que hoy en día, algunos están reivindicando el Semillón como una uva que produce vinos de calidad.
Y no faltará alguien que -al final- diga: “me gustan todas las uvas. Para mi, el blend es una forma de degustar a todos”.
Así que no queda otra… A alzar las copas, como hacen estos buenos amigos del vino. Y, salud!
