El hecho ocurrió en Paraguay. Una fiesta de San Juan terminó con un gran perjuicio al propietario de un vehículo que se incendió por completo al ser alcanzado por una pelota tata (pelota en llamas). Afortunadamente, no se registraron heridos, aunque hubo momentos de zozobra. El hecho se produjo en un predio ubicado sobre la calle Thomas Edison, del barrio Las Palmas, colindante con Reducto, en la ciudad de San Lorenzo, en la noche del viernes 24 de junio cuando se celebra San Juan en la cristiandad y que en los antiguos significaba hacer grandes fuegos para “llamar” al sol que estaba en su punto más lejano (en el hemisferio norte). Y así, con muchos fuegos, el sol “pegaba la vuelta” y se cumplía el rito.
Varios videos de personas que asistieron a la tradicional fiesta se difundieron en redes sociales mostrando la magnitud del incendio, informó Telefuturo.
En un momento, se ve a una muchacha que prende fuego a una bola le da los dos primeros puntapiés. El balón de fuego va rodando y otras criaturas continuaron pateando la pelota tatá. Hasta que la misma quedó abajo del chasis de un Toyota Alex.
La crónica dirá que los organizadores (era una fiesta de tenor privado) le habían pedido al dueño del auto que lo retirara del lugar. Se señaló que el nombre de la mujer es Brígida Vicenta Ferreira, de 33 años, pero doña Graciela tomó la palabra y dijo:
“Primero lo hizo, dijo una de las organizadoras a SNT, pero luego volvió a estacionarlo en el mismo lugar. Y ya no quería cambiar de lugar porque –creo- estaba bastante tomado (ebrio)”.
Fue ahí cuando los participantes comenzaron a jugar con la pelota tata. Mientras se incendia todos intentan dar golpes y patadas pero –como dice Quique Wolf- la ‘caprichosa’ se dirigió directo abajo del Toyota Alex y comenzó a incendiarse.
“Sí, el otro problema –señaló la organizadora- es que nadie de los presentes tenía extintor para apagar el fuego”.
Así las imágenes muestran a la gente preocupada.
Había otros vehículos y casas cerca. Hasta que un valiente se animó a ingresar al auto en pleno incendio y sacar el freno. Con el auto en punto muerto, lo empujaron para alejarlo a una zona más descampada.
Fue en ese momento, en que las llamas ya dominaban por completo el espectáculo y hasta se oyó una explosión (foto de arriba)
Este es el momento de la explosión.
Aunque resulte llamativo, la organizadora del evento presentó una denuncia contra el dueño del vehículo.
Y éste último hizo otro tanto. Es claro, el gran perdedor había sido. De su Toyota Alex de color blanco sólo quedaba su estructura metálica.
Más allá del mal trago, algunos titularon la crónica “San Juan dijo que no” (al parafrasear lo que se dice esa famosa noche: ‘el señor San Juan dijo que sí’)
Y otros agregaron en todo jocoso, ya no es más pelota tatá; ahora se llama auto tatá.
Es de suponer que este tradicional juego se seguirá realizando pese a estos inconvenientes. “El sol no se nos puede escapar”, claro está.
