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lunes, noviembre 25, 2024

Cuando las frutillas no crecen en el suelo

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En la Granja Ferris-Graef se desarrolla el cultivo hidropónico y semi-hidropónico aplicado en frutillas y hortalizas. Sus productos recorren la provincia y su experiencia como productores agroecológicos también espera hacerlo, para que más misioneros puedan optar por este sistema de producción.

El ciltivo se realiza en estructuras que tienen canaletas, donde se carga el sustrato y se planta. (Fotos: familia Ferris-Graef)

En Garuhapé, sobre la Ruta Nacional 12, se puede avistar una casa de ladrillos a la vista con techo verde que a su lado tiene varios invernaderos y un cartel grande en el frente que dice “frutillas”. Es la pequeña granja de los Ferris-Graef quienes, hace unos años, comenzaron un emprendimiento familiar basado en el cultivo de frutillas en semi-hidroponia y hoy ya tienen una producción avanzada y encaminada en lo agroecológico.

En una entrevista con PM, Viviana Graef contó que en 2017 a su marido, Orlando Ferris, le diagnosticaron estrés laboral y la solución que recomendó el médico fue que se dedique a algo que le gustara. Como el tratamiento que debía hacer era largo, Viviana y Orlando, junto a sus hijos, comenzaron a pensar en el siguiente paso a dar.

Familia Ferris-Graef: Clara (hija), Alejandro (hijo pequeño), Viviana (mamá), Orlando (papá) y Juan Manuel (hijo más grande).

Como conocían sobre el cultivo de frutillas tradicional, por ahí vieron la opción.“Comenzamos a investigar en internet sobre el cultivo de frutillas en semi-hidroponia e hidroponia, a ver en qué consistía eso”, explicó Viviana, y para el 2018 ya tenían su primer invernadero.

Actualmente, trabajan en familia y cada uno cumple una función dentro de la producción. “Tratamos de que cada uno tenga una pequeña responsabilidad” cuenta Viviana, “cuando se trata de agregar una parte más, de la construcción se encarga Orlando [Ferris]; en tema de manejo de plantas, ese es mí territorio”, asegura.

La gurisada tampoco se salva. “En lo que sea riegos está nuestro hijo Juan Manuel que nos está ayudando. El otro más chiquito, que recién está en séptimo grado, lo que hace es avisarnos si llega gente, porque preparamos un puestito acá al lado de la casa”; también están comprometidos con el emprendimiento y colaboran con sus padres.

En un cuarto de hectárea tienen tres invernaderos de 7×40 metros y otro un poco más chico, en todos producen frutillas. Sumado a eso, tienen la casa, unos corrales con animales y una huerta donde cultivan hortalizas; por eso lo llaman granja. “No pensamos hacer más por el trabajo que demanda todo esto y la atención. O sea, no pensamos expandirnos en ese cultivo”, explicó Viviana, en referencia a la producción de frutilla.

Y es así, el cultivo en hidroponia tiene sus ventajas en cuanto al ahorro de espacio, cuidado del ambiente, plantación en cualquier lugar y época; sin embargo, lo cierto es que requiere de una constante capacitación, conocimientos básicos y una inversión monetaria para adecuar las estructuras y demás.

Cultivo en semi-hidroponia o hidroponia

Según algunos datos históricos, la hidroponia es una técnica que tuvo su auge durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los estadounidenses la tomaron para cultivar en lugares sin suelos, como los portaaviones, o con suelos no aptos, como desiertos, islas volcánicas o zonas polares.

Así es el cultivo hidropónico en la Base Marambio de la Antártida Argentina.

No suena tan loco, ya que es un sistema que no requiere del suelo para producir, sino que se sostiene de diversas maneras. Incluso en la Antártida Argentina existen proyectos de cultivo hidropónico desarrollados por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), destinado a mantener a la Base Marambio.

Aún así, cabe destacar que requiere de una inversión inicial porque requiere de la construcción de invernaderos o ambiente similar, para un mejor desarrollo.

Existen varios sistemas de cultivo en hidroponia, entre ellos la técnica de la película de nutriente, más conocida por sus siglas en inglés como NFT (Sistem Nutrient Film Technique); la semi-hidroponía, acuaponia, aeroponia, la técnica flotante o DFT (Deep Floating Technique), entre otras.

Ejemplo de cultivo en sistema NFT.

En definitiva, la hidroponia permite la producción de alimentos de forma eficiente, en cualquier momento y lugar y, un plus, ayuda al cuidado y preservación del ambiente, ya que no se utilizan suelos agrícolas para el cultivo. De esta manera, está ganando terreno en el mundo como una alternativa para los productores.

El cultivo en hidroponia se adapta a cualquier espacio, incluso una terraza.

Cómo cultivan en la Granja Ferris-Graef

La familia Ferris optó por el cultivo semi-hidropónico. Tal como detalló Viviana, “se realiza en unas estructuras tipo mesadas, que tienen canaletas con una profundidad de -en promedio- 15 centímetros, y el ancho no supera los 12 centímetros”. En estas cargan el sustrato, que reemplaza al suelo, y allí se planta. Para renovar este componente y mover las plantas, consideran entre un año o un año y medio.

En la Granja Ferris-Graef, la frutilla se cultiva en semi-hidroponia

“El sustrato consiste en una mezcla que preparamos con cascarilla de arroz carbonizada, le agregamos algo de aserrín y virutas de madera dura, que también le damos un toque de calor, y estiércol de vaca”, describió Graef. La mezcla se hace en una hormigonera o mezcladora de albañilería, donde también agregan un biofertilizante que preparan ellos mismos y harina de hueso, para activar a los microorganismos.

No se utiliza suelo agrícola para plantar.

“Lo que hacemos es alimentar a esa microvida que hay ahí y a la vez a la planta. Ellos la dejan más disponible para que pueda asimilar los nutrientes”, aseguró. Por otra parte, en lo que respecta a la cantidad, Viviana explicó que deben cuidarse de no aplicar excedentes, por lo que se tiene en cuenta la etapa vegetativa. “Le tratamos de proporcionar todo lo que esté en el suelo y la manera más práctica que encontramos es a través de bioles [abono orgánico] que preparamos nosotros”, señaló Viviana.

En los invernaderos de los Ferris, hay plantas que son productivas desde 2018 y 2019, es decir, son plantas perennes (de raíz). Cada año que pasaban, trataban de comprar una variedad diferente y ahora ya pueden sacar sus propios plantines. En palabras de Viviana: “nos volvimos autosustentables en ese lado”.

Las frutillas las reproducen por espolones o esquejes.

La reproducción de frutillas lo hacen a través de estolones, que son brotes aéreos que nacen de las plantas, y también por esquejes o multiplicación de coronas (fragmento de tallo, hoja o raíz). Por otro lado, Graef señaló que también estuvieron analizando la posibilidad de reproducir por germinación de semillas, ya que “donde tenemos preparado sustrato vemos que están apareciendo plantines que germinan solos en nuestro cultivo”, fundamentó.

Con el paso del tiempo, los Ferris lograron tener sus propios plantines.

En cuanto a la variedades de frutilla, comentó que tienen dos de día neutros: albión y san andreas, y son buenas para la temporada de verano. Por otro lado, tienen otras tres que son de día corto: festival, elyana y winterstar, que son mejores para las épocas húmedas y de frío, aseguró Graef.

Cuidados de la planta

Según especificó Viviana, cuando hay mucha humedad se debe mantener limpia la planta. Esto se logra sacando las hojas viejas para que esté aireada y no aparezcan hongos. Es una actividad que se debe hacer siempre, pero sobre todo en tiempos húmedos. Por otra parte, en la época de verano el riego y la sombra son fundamentales. En cambio, en invierno hay que cubrirlas para que las heladas no quemen las flores y los frutos.

Las plantas deben estar bien aireadas y sin hojas muertas.

 “Lo que también se hace es una poda de coronas, una vez al año por lo menos, porque tratamos de que tenga un máximo de cuatro coronas por planta. Se arranca con una y esa, con el tiempo, así como va produciendo, va brotando más y largando más coronas, por eso tenemos que cuidar esa parte”, manifestó Graef.

Realizando poda de coronas.

Temporada de cultivo

Tradicionalmente, la frutilla se cultiva en marzo, abril y mayo inclusive, para cosechar durante julio, agosto y hasta diciembre, según el clima. No obstante, en el cultivo semi-hidropónico de los Ferris-Graef tienen una producción continua y cosechan durante todo el año. 

Producción de frutillas de la Granja Ferris-Graef.

“Nosotros lo que hacemos es un cultivo constante: tres veces al año nos tomamos el trabajo de renovar una fracción de invernadero para lograr continuidad en producción”, expresó Viviana.

Además de frutillas, venden otros productos de la chacra y hacen mermeladas de las frutas.

A pesar de tener un cultivo anual, no cosechan mucha cantidad por mes. Esto en realidad se debe a que se trata de que la planta tenga una producción moderada por nueve meses y luego recién arrancan con el otro sector productivo. “El promedio que pudimos sacar hasta ahora, sumando los kilajes de cada día por un año y dividiendo por el total de días del año, nos da un promedio de 600 gramos por planta”, sostuvo Viviana.

Además de frutillas, en la Granja Ferris-Graef se plantan otras verduras en pequeña escala, como repollo, brócoli, coliflor, pepino, tomate, etcétera. También tienen variedad en frutas, con las que hacen mermeladas. Todo es para su consumo, aunque venden los excedentes en su pequeño local al lado de su casa.

Lechuga de la Granja Ferris-Graef.

A parte de eso, Juan Manuel, el hijo de Viviana y Orlando, “tiene un sistema de hidroponía en donde está cultivando lo que es perejil, rúcula, lechuga; a la vez se está formando en lo que es el cultivo acuapónico”, comentó su madre. “Está trabajando con cría de peces y lo que pretende es lograr que el agua de ellos sea el alimento para las plantas”, agregó.

Juan Manuel y su cultivo hidropónico de lechugas.

Los Ferris entienden que es un proceso largo y que conlleva mucho estudio, pero se apoyan en familia para que cada uno logre sus objetivos particulares. Y también tiene metas en conjunto, por ejemplo, ahora “estamos queriendo hacer es vender lo que tenga que ver con extractos. Una vez que sepamos prepararlos bien, ahí sí arrancamos con esa parte”, adelantó Viviana.

Sistema semi-hidróponico de cultivo de lechuga.

Y claro, es que en el local de su casa reciben constantemente a personas que llegan de diferentes puntos de la provincia, muchas veces viajeros que son atraídos por los viveros. De esta manera se van ganando los clientes y “como es sobre ruta, pasan a veces transportes de verdulerías que ya nos avisan que vienen y quieren que le preparemos frutillas”, contó Viviana.

Es así que los productos de la Granja Ferris-Graef llegan hasta Puerto Rico, Jardín América, Posadas, Eldorado, Andresito y San Antonio inclusive. 

Camino a una chacra agroecológica

Además de cultivar, los Ferris se capacitan constantemente y van creando un espacio productivo amigable con el ambiente. Hoy en día ya tienen su chacra agroecológica certificada en transición y, desde la municipalidad y otras entidades, reciben el apoyo profesional cuando lo necesitan.

Según explicó Viviana a PM, para obtener una certificación de este tipo hay varios requisitos que cumplir, como cultivar de manera sustentable, mantener cubiertas verdes (de árboles) que sirvan de hogar a los insectos que benefician el cultivo, como las abejas; mantener un monitoreo y control preventivo, y trabajar con diversidad de plantas, como las aromáticas que repelen insectos perjudiciales.

El emprendimiento requiere de la atención y mantenimiento constantes.

El primer paso para ser un productor agroecológico es ser autosustentable y conocer la elaboración de productos caseros, como el sustrato o el fertilizante. “Nosotros lo que hicimos fue asesorarnos, participamos de talleres, de charlas, para ir aprendiendo un poquito más al aplicar el trabajo en la nuestra”, manifestó Viviana.

A su vez, explicó que la certificación agroecológica se presenta como una alternativa que te brinda Agricultura Familiar, donde se arranca con una certificación participativa en la que un grupo de productores se reúne una vez al mes y visitan las chacras de cada uno. Las reuniones van rotando de lugar y en ellas se cuentan las experiencias: qué aplican, cómo controlan las plagas, entre otros. “Con el tiempo cada uno pasa a certificar la chacra del otro”, expresó.

Tener una chacra agroecológica exige varios requisitos.

Cabe mencionar que el proceso de certificación participativa está contemplado en el marco de la Ley VIII – N°68 de Fomento a la Producción Agroecológica. La certificación participativa distingue a productores y elaboradores según los criterios y normas establecidos internamente para garantizar la calidad. Es un sello gratuito que permite revalorizar la producción agroecológica.

Aunque los Ferris se abrieron de este proceso, se consideran agroecológicos porque siguen cumpliendo con dichos requisitos. Sumado a esto, no dejan de formarse para producir productos de calidad. Viviana contó que este año participaron de un taller en el que aprendieron a analizar su producto para determinar si hay algún tipo de contaminación u otro problema en él.

Con el método regenerativo ETCAS, cada productor puede analizar sus productos.

Aprendieron el método ETCAS, desarrollado por una ingeniera química, que consiste en hacer una prueba de calidad de cada producto. “Ahí no hay falla, cada productor lo puede hacer”, asegura Viviana, ya que ellos lo hicieron con sus frutillas y comprobaron que no hay presencia de cuerpos extraños, metales pesados ni otro tipo de contaminación.

“Así nos sentimos más tranquilos porque realmente estamos haciendo bien el trabajo”, insistió. Además, recomendó que “está disponible para todos los productores” y afirmó que es una herramienta necesaria, “esa es la prueba de calidad que todos podemos tener”, concluyó.

Finalmente, Viviana destacó que las veces que necesitaron ayuda, “siempre tuvimos bunas respuestas por parte de la municipalidad, del INTA y del Ministerio del Agro, y también de la Secretaría de Desarrollo Productivo y otros”, cerró.

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4 COMENTARIOS

  1. Sinceras felicitaciones a la familia Ferris Graef. Gracias por compartir sus experiencias.

  2. Felicitaciones, vivo en Perú y estoy en un emprendimiento similar, espero intercambiar experiencias, yo recién empezando, estoy seguro que el aporte de Uds, me va ser de mucha utilidad.
    Saludos

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