El laberinto vegetal del Parque Juan Vortisch está en deterioro por la plaga de hormigas mineras que lo azota hace años. Desde la Asociación Promotora de Turismo y Cultura explicaron la situación.
El reconocido laberinto vegetal de Montecarlo, ubicado en el Parque Juan Vortisch, está atravesando un crítico momento que se debe al ataque de las hormigas mineras en la región. En el último tiempo, los visitantes han mostrado su descontento al ver el paisaje deprimente que ofrecen las plantas secas y se quejaron por tal motivo.
En este sentido, la Asociación Promotora de Turismo y Cultura de Montecarlo ha emitido un comunicado donde fundamenta el estado del lugar y pide que no se acuse a la entidad por un problema de orden natural.
“El laberinto vegetal no está en su mejor momento. Nuevamente sufrió el ataque de hormigas mineras, que invadieron también diversos sectores del parque Juan Vortisch. Hace algunos días se puso un producto para frenar dicha invasión”, explicaron. Además, recordaron que el Parque está rodeado por una reserva ecológica y que las hormigas se refugian allí por un tiempo y luego regresan, motivo por el cual el inconveniente persiste.
Cabe recordar que durante la cuarentena, en agosto del 2020, se había advertido la situación y la Asociación recurrió al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para que ayuden a combatir la plaga de hormigas. En ese momento, también se había plantado té en medio de las ligustrinas para reforzar el trazado del laberinto.
En línea con esto, Marisa Rejala, tesorera de la Asociación Promotora de Turismo y Cultura, contó a El Territorio que no han sido totalmente eficientes lo métodos que probaron, ya que las hormigas corren pero después de un tiempo vuelven, por lo cual expresó: “pensamos que hay que hacer un trabajo más profundo y tener también los recursos económicos, con los que en la actualidad no contamos”.
Además no es sólo el laberinto, sino también los cultivos de productores de la zona están siendo afectados por las hormigas, por lo que el intendente de Montecarlo, Jorge Lovato, anunció que se está organizando una reunión referida al tema, solicitada por estos.
Un dato primordial es que esta especie de hormigas habita en suelos secos, lejos de las napas de aguas subterráneas poco profundas y en superficies expuestas al sol, ya que mantiene la temperatura adecuada dentro del hormiguero. Las sequías y el cambio climático son causas que no pueden descartarse al evaluar la situación de esta plaga, que es uno de las principales motivos de pérdidas de cultivos en Misiones.
Por esto es que el laberinto tiene su protocolo de mantenimiento, que consiste en podar los ligustros cada 10 años, curar las plantas y mantener un suelo permeable. Según informó la Asociación a cargo, “en octubre del 2005 se podó la totalidad de las ligustrinas, dejándolas de 20 centímetros de altura. En 2015 se volvió a realizar esta tarea para que haya una recuperación, así como curación de hongos y resolver la permeabilización de la tierra compactada en los senderos”. No obstante, aún siguen apareciendo hormigueros.
Pese a todo esto, el laberinto ideado por el productor montecarlense de orquídeas, Guillermo “Willy” Baden, no deja de ser particular porque es el único de este tipo en la región. Es por ello que el Parque Juan Vortisch mantiene sus puertas abiertas a todo público y solicitaron a la oficina de Turismo de Montecarlo que informe de la situación actual a los visitantes. De esta manera y tal como en la superficie de 3100 metros cuadrados, con 1715 metros lineales de ligustrina, existen dos caminos y una sola salida para los turistas: ir o no ir.