En realidad, nunca se fue. El confinamiento de la pandemia lo mantuvo guardado como a todos, pero no dejó de hacer recitales por las redes. Su presencia es casi tan grande como su fe.
Rubén “Rulo” Grabovieski nació un 28 de noviembre de 1955 en Apóstoles. Y desde pequeño sintió atracción por ese instrumento tan especial. Su padre lo tocaba. Pero no por mucho tiempo. Había dejado la actuación y pasarían algunos años hasta que el retoño empezara su propio camino…
“Mi papá tenía un acordeón y un pedazo de batería, rezagos de la banda los Ases de la Alegría. Papá dejó de tocar cuando yo tenía seis años y recién a los 16 comencé a tocar.”
Y claro: Rulo nunca se olvida de quienes fueron sus primeros guías.
“Mi primera profesora fue Blanquita Oroño, luego vino la ayuda de mi papá con algunas partituras guardadas y después a puro coraje.El oído para mí fue fundamental, nunca escribí una partitura.
Así, tanteando por aquí, experimentando por allá, Rulo fue sintiéndose más seguro.
“La primera actuación fue en el casamiento de la familia Chaikoski, quienes nos pidieron que fuéramos a tocar. Éramos jóvenes, estábamos aprendiendo y sabíamos muy pocos temas. Insistieron porque nos habían escuchado tocar con el ballet. En la semana con la ayuda de papá aprendimos varios temas más, inclusive el Vals desde el alma”.
La vida siguió. Supo de las exigencias del músico, de su trabajo nocturno, de las tentaciones y atractivos. Pero Rulo cortó todo por lo sano.
“Quedé como marido de maestra”
Decidió casarse en 1982. Está cumpliendo cuatro décadas de matrimonio con Gladis Michalec y en esos años 80, decidió de cómo iba a ir la cosa.
“Nunca pensé como destino (ser músico y vivir de ello). Siempre lo hice como pasión. Hasta que ocurrió que me quedé como marido de maestra y me di cuenta que la música me ayudaría a sobrevivir. Así que sigo haciéndolo como pasión.»
Y la pareja tiene tres hijos: Ivana, Gabriela y Maximiliano.
A la tardecita, hoy en día, entre mate y mate, Rulo sintoniza la radio Tupambaé y escucha y reza el rosario. Así de fuerte es su fe, la misma que trajeron los inmigrantes ucranianos cuando llegaron hace más de 100 años a estas tierras. Cuando probaron el mate, no se fueron más.
Y Rulo siguió tocando. La banda ya se llamaba Los 4 ases.
¿Si alcanza la música la música para vivir? Sí, pero como les ocurre a todos los músicos de la región, debo ayudar con el trabajo durante la semana. Hubo momentos muy buenos, momentos con Los 4 Ases, una década gloriosa, la del 80, que nos fue muy bien económicamente.
¿Casamiento? Hablá primero con Rulo
Hay un dato sugestivo de la popularidad de la banda: un casamiento fijaba fecha en el sur de Misiones cuando se había hablado primero con Rulo.
“Muchos de los que programaban su casamiento primero venían a consultar las fechas disponibles de Los 4 Ases.»
Y uno de los que rescató esta historia y muchas otras de los ucranianos en Misiones es Jorge Balanda, el conocido periodista de canal 12. Escribió y publicó una obra que recopila muchas de ellas. “Escribí Nashi llude para tratar de rescatar el espíritu del inmigrante ucraniano cuando llegó a la provincia”
Así describre el libro sobre historia de descendientes de ucranianos en Misiones, editado por la Editorial Universitaria de la UNaM
Y resume: “Los padres y tíos de Rulo Grabovieski animaron las fiestas en la zona sur de Misiones. El camino fue un largo recorrido por fiestas familiares, casamientos, aniversarios, cumpleaños y acontecimientos sociales sobre todo en la zona sur de Misiones. La mejor publicidad que tenían era el mismo público que observaba y se divertía con estos nuevos músicos que comenzaban a tocar a las 10 de la noche y seguían sin parar hasta las primeras horas del nuevo día. El tiempo y las exigencias del mismo público fueron propicios para que su repertorio se ampliara función a función. La Kolomeika siempre fue la abanderada, pero el chamamé, la polca, los ritmos de la frontera y hasta el mismo tango sonaban desde el escenario. Llegaron las grabaciones, el primero con un suceso extraordinario. Los medios, muy pocos en esos tiempos le dieron una gran difusión. Vale recordar que la Kolomeika solo podía escucharse en programas propios de la colectividad, pero muy pocas veces estaba incluida en la programación de las radios”.
Y ahí explotó todo. Como lo cuenta Balanda.
“Con Los 4 Ases todo cambió, este ritmo se incluyó y a toda hora podía escucharse esa agradable melodía y, obviamente, el público del grupo fue creciendo. En la década del 80, y se podría citar muchos ejemplos, fijar la fecha de casamiento debía ser una decisión posterior a la consulta de las fechas disponibles de Los 4 Ases“.
“Pasaron más de 40 años, cuatro discos de vinilo, casetes, 20 CD y miles de funciones, acaso el grupo musical con mayor cantidad de actuaciones y permanencia como banda en la provincia de Misiones en todo este tiempo. Los pude ver y escuchar, desde el Patio del Litoral en Las Tunas. Casamientos, cumpleaños, eventos sociales de todo tipo, grandes festivales, y siempre, más allá de quiénes componían el grupo, la esencia jamás cambió, siempre fueron Los 4 Ases, con Rulo en el escenario y con la pasión de siempre”.
Y llega el Museo
Así el tiempo voló y hoy Rulo Grabovieski llega con su Museo de los 4 Ases.
Será el viernes 19 de agosto a partir de las 20 en la casa ubicada en Rivadavia 1557, a media cuadra de la Ruta 1 de Apóstoles. “Está abierto, siempre y cuando estemos en casa, cualquier día y hora. Pueden venir cuando quieran”, aclaró debido a que a veces se encuentran realizando giras en la región y otros países.
“La idea surgió tras la sugerencia de la que en ese momento era directora de Turismo de Apóstoles, cuando comentó en mi casa hacerlo. Mi señora acepta la sugerencia porque tenía pensado en armar un museo con las cosas que guardaba: el acordeón que fue mi primer instrumento heredado de mi papá, las agendas donde anotaba las actuaciones, los talonarios de entradas, mi primer cuaderno de música, los álbumes de fotos desde que comencé con la música, los premios y distinciones recibidos a lo largo de estos 48 años y por supuesto la historia en fotos de Los 4 Ases”.
Pero habrá más elementos.
“También están dispuestos los primeros tocadiscos, parlantes (bafles) los casetes con las actuaciones en vivo, los primeros discos, casetes, Y también los CD. Hay un antiguo violín (donado por el señor Karabin) y un Tsymbaly, instrumento antiguo ucraniano de cuerdas, (donado por la flia. Michalec)y la historia en fotos desde el año que comencé”.
En el marco de la inauguración, la licenciada en turismo Avelina Viscaychipi, organizó un concurso de borsch, plato típico ucraniano,se hace con verduras, remolacha y crema de leche, es como una sopa. Habrá participantes de Posadas, Oberá y Apóstoles”
Y sí, una preparación típica. El Borsch. “Si habré comido borsch de chico –recuerda emocionado Hugo Petruszynski sexagenario empresario posadeño- Recuerdo, todo rojo por la remolacha. Era bastante pesado. Y salía todo rojo, después”, dice entre risas melancólicas.
Y eso no es todo.
“Y Avelina también organizó una picada (con brindis) con productos de la zona”.
¿Qué más conviene saber? Rulo aclara: “El museo estará abierto, siempre que comuniquen por mensaje que quieren visitarlo, no se cobra entrada. El recorrido es en el museo y también el taller de reparaciones de acordeones que tengo”.
Conociendo un poco más a Rulo
2da parte
Jorge Balanda remata así:
“Acaso me quedo con dos imágenes de la vida de Rubén Grabovieski, el símbolo del grupo, la primera cuando en el Festival de la Música del Litoral se le entregó el Mensú de Oro, un merecido reconocimiento a este trabajador de la cultura”.
La otra, llevando su acordeón por las calles de las distintas ciudades de Ucrania y actuando, tocando su acordeón frente a un público sorprendido porque un argentino, de una tierra lejana para ellos, interprete de tal manera su música. Los ojos llenos de lágrimas, su rostro emocionado me hizo saber de su pasión y amor por lo que hace. Los 4 Ases y sus integrantes: A través del tiempo fueron muchos los músicos que pasaron por la orquesta, mencionamos a sus fundadores, Rubén y Cacho Grabovieski, Carlos Yeroncio Herrera y Lito Solonyzyn, luego también lo integraron: Oscar Cabral, Geronimo Durán, Pucho y Neco Schuiderke, Cacho Molina, Mingo Pedrozo, Raul Striker, Walter Balanda, Fernando Cerbin, Jhony Marquez, Sergio Labarchuk, Koki Lopez, Antonio Viale, Juan Rodriguez, Miguel Machado, Jorge Albarracín, Lico Mela y Anibal Mancuello”.
FELICITACIONES POR SU APORTE Y SU MUSICA .. ABRAZOS POR SU IDEAS Y EMPRENDIMIENTO,. BENDICIONES.