Se llama Fernando Sabag Montiel. Nacido en San Pablo Brasil, es, sin embargo, argentino. Le dicen “Tedi”. Vivió en Villa del Parque pero últimamente residía en San Martín. La noche del jueves 1 de septiembre gatilló dos veces su pistola Bersa contra la cara de la vicepresidente, Cristina Fernández. El arma estaba cargada pero los disparos no salieron
Se denomina “magnicidio” y ocurre cuando se busca eliminar físicamente a una figura muy importante. El primer emperador de Roma, Julio César, fue víctima de uno.
Y el cristianismo padeció el propio, aunque tuvo la forma de un juicio popular. Más cercanos en el tiempo, Abraham Lincoln atacado a pistoletazos en una función de teatro y John Kennedy en un auto decapotable mientras paseaba por Dallas. En la Argentina, el primer presidente de la democracia Raúl Alfonsín fue víctima y -al igual que en esta ocasión- Cristina Fernández en sendos fallidos intentos.
Jorge Luis Borges no quedó ajeno a estos avatares. En El libro de arena, relata la concreción del ataque en Montevideo al entonces presidente uruguayo Borda. Fue en 1897 y JLB reconstruyó los últimos días del victimario, a partir del relato de varios sobrevivientes. Y así parió el cuento Avelino Arredondo, el nombre del magnicida.
Aquí también se puede poner el foco en Fernando Sabag Montiel, conocido por Tedi, según la fascinante reconstrucción que hiciera Federico Fashbender en Infobae.
Aunque había nacido en Brasil (hijo de un chileno y una argentina) nada en él hacía suponer un brasileño. Su madre hacía años que tenía venta de telas y tienda en Buenos Aires. Hasta que ella falleció en 2017. Él sólo reclamó una humilde herencia a la justicia: un viejo Peugeot 505. Nada en él hacía suponer su origen brasileño: siempre pareció un argentino más.
“Daba escalofríos” lo retrata un conocido. Y otro agrega “Era un freak (rarito), pero mal”.
Una de sus extrañas costumbres era esperar a los famosos en la puerta de los hoteles. El más famoso fue cuando aguardó a Taylor Hawkings, el baterista de Foo Fighter una banda norteamericana que andaba de gira por Argentina. Hawkings falleció pocos días después en Colombia y Tedi comentó en Instagram: “Video con Taylor Hawkings… me siento la parca. Muy fuerte conocer a alguien antes de su muerte”.
El otro episodio policial de su vida fue en marzo de 2021 cuando la policía lo detuvo. Iba en su auto y al abrir la puerta se cayó del vehículo un cuchillo de 35 centímetros.
La secuencia es esta. Dura 1 minuto y 5 segundos
El arma que llevó es una pistola nacional Bersa calibre .380.
La pistola tenía balas reales, cinco y una en la recámara. Por qué no salió el disparo aún no se sabe. Pero se sospecha que no llega a accionar la corredera antes de gatillar. La pistola era apta para el disparo.
La Policía ya realizó un allanamiento en su actual domicilio de San Martín donde encontraron 100 proyectiles calibre 9mm.
Como en el caso de Borges que se fijó en Avelino Arredondo y su vida previa al atentado, en el caso de otro famoso, John Lennon, a quien le vaciaron el cargador en 1980 por parte de Mark Chapman porque el muchacho no tenía nada más importante que hacer y buscó sus minutos de fama. Quizá en el fondo de esa mente desequilibrada del freaky de Tedi andaban dando vueltas algunas ideas locas de ese tenor. Solamente quizá, eh…
