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sábado, noviembre 23, 2024

Cuando Sebely da algunos sentidos para orientarse

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Hay que tener una vida con propósito, sostiene Matías Sebely en uno de los capítulos de su libro “El éxito del fracaso”. Y el momento de tomar decisiones llega y hay que ver cuánto influye poder tomar opciones donde lo que uno sabe y lo que a uno le gusta, importan. Ya lo cantó Joan Manuel Serrat: a veces uno tiene que animarse a “jugar el juego que mejor juega y que más le gusta…”

Cuando no sabés hacia dónde ir es imposible saber cuál de todos los caminos tomar. ¿Sentiste alguna vez que a tu vida le falta algo? ¿Qué no tenés un camino definido?”. Así comienza uno de los capítulos de su libro Matías Sebely. Queda claro: para el navegante que no sabe a qué puerto dirigirse, no hay buenos vientos para su velero.

 “Dejame decirte algo: en ese caso el problema no está siendo el camino, sino la falta de definición sobre hacia dónde vas y te encontrás como un espectador, viendo tu vida pasar sin intervenir en ella; desorientado, como un turista perdido en una ciudad desconocida.

Todos en la vida necesitamos un propósito, una meta, un destino. Una vez que decides hacia dónde quieres dirigirte, la vida te ayudara indicándote el camino correcto para llegar hasta allí.

Por eso, cuando descubrimos el propósito de la vida, le damos a la vida, propósito.

¿En qué sos bueno? Todos somos buenos en algo. Tenemos destrezas y capacidades únicas. Habrá situaciones en las que vas a notar que otros son más habilidosos que vos.

No todos podemos cantar y no todos seremos buenos en matemáticas. Nuestra primera misión entonces será encontrar aquello en lo que nosotros somos buenos y a los demás se le dificulte, descubrir eso que nos transforme en originales y especiales. Todos nacemos dotados de lo justo y necesario para lograr nuestro cometido en este mundo y por eso, la búsqueda de nuestro propósito en la vida deberá ser saber en qué somos buenos.

Para lograrlo podemos hacernos estas preguntas:

¿En cuáles situaciones me piden ayuda mis conocidos?

¿Qué es eso que yo puedo hacer fácilmente y los demás no?

Pero lo más importante:

¿Qué me gusta y amo hacer?

¿Qué amás hacer?

Puede ser diferente aquello en lo que eres bueno o tienes habilidades de aquello que te gusta hacer. No siempre vas a encontrar algo que combine estos dos aspectos. Cuando encuentres eso que te hace sentir cómodo y lo combinás con las cosas en las que sos bueno, vas a descubrir que ese punto medio es donde nace tu pasión.

¡Y vaya que es una palabra con un sentido enorme! ¡Y vaya que es una palabra con un sentido enorme!

La pasión es el ingrediente mágico que le da un propósito a tu vida y hace que te sientas satisfecho. No hay nada más satisfactorio que hacer las cosas que te apasionan y cuando esto ocurre, pasás a estar seguro de que las haces porque querés y escogés hacerlas, y no por deber. Es un trabajo arduo encontrar lo que nos apasiona en la vida, pero no es imposible. Podemos comenzar por preguntarnos: ¿Qué es eso que me gusta tanto hacer que cuando estoy metido de lleno las horas pasan sin que me dé cuenta, que siento que el tiempo vuela? ¿Qué es lo primero que quiero ir a hacer al levantarme? ¿Cuál es mi momento favorito durante el día? ¿Sobre qué cosas me apasiona leer, saber y aprender más? Hacete estas preguntas, y con suerte, en las respuestas vas a percibir claramente cuáles son tus pasiones.

Y así cantar a toda voz: “estoy jugando el juego que mejor juego y que más me gusta”

Realismo y el punto medio

¿Cuánto te pagan por hacerlo?

No podemos dejar de ser realistas. El mundo en el que vivimos es un mundo materialista y necesitamos producir dinero para poder vivir.

Más veces de las que nos gustaría, las tareas que realizamos en el trabajo por el cual nos pagan no resulta ser algo que nos gusta hacer, ni forman parte de nuestras pasiones.

¿Te gusta el trabajo por el que te pagan? ¿Cuáles son las tareas que realizás y por las cuales recibís una compensación? ¿Vale la pena realizarlas por el dinero que estás recibiendo? (…)

Así, pues, llega el momento de conciliar las cosas.

“El punto medio entre lo que realmente queremos hacer con lo que debemos hacer, los trabajos que nos apasionan y aquellos que nos permiten sobrevivir; esas tareas que realzan y motivan nuestro espíritu y con las que ganamos el dinero que nos permiten vivir cómodamente.

En teoría, para encontrar nuestra vocación, tenemos que lograr que esas tareas por las que nos pagan sean las mismas que podemos hacer para mejorar el mundo, para cumplir nuestra misión, que es el conjunto constituido por aquello nos gusta hacer y todo lo demás en lo que somos buenos en la práctica”

Ahí llega la pregunta más importante de Matías Sebely.

¿Cómo hacer para que te paguen por hacer las cosas que amás?

“Es cuando combinamos las cosas en las que somos buenos con las que hacemos para recibir un salario.

Entonces, sabiendo esto ¿sabés ya cuál es tu profesión ideal? o más importante aún ¿es a lo que te dedicás para vivir?

No es fácil perseguir lo que amamos, dejar lo que nos hace infelices y perseguir nuestros sueños. El miedo a fracasar y las inseguridades que sentimos son muy grandes

Así como las canciones que nos hacen saber que no estamos solos en alguna situación, te puedo asegurar que no sos el único que tuvo que empezar de cero más de una vez”. (…)

Los cambios llegan

Si no cambiás vos, los cambios te van a alcanzar de un momento a otro.

La vida está en permanente evolución, aunque no nos demos cuenta. Vendrán cambios que no vas a poder controlar, no vas a tener ninguna posibilidad de elección de opciones, sólo vienen y hay que aceptarlos. ¿Recordás aquel refrán que decía “es mejor malo conocido, que bueno por conocer”?

Son las personas que logran superar el miedo a esa afirmación las que se atrevieron a cruzar el mar de lo desconocido y lograron arribar victoriosas al otro lado. Son esas las que lograron cambios significativos en sus vidas. Aunque esas personas hayan estado llenas de temor a equivocarse en un principio y no hayan creído en su decisión, a pesar de eso se arriesgaron y se metieron al agua del cambio.

¿En serio querés seguir sufriendo en la situación en la que te estás? La propia Biblia nos refleja en uno de sus pasajes que “lo mejor está por venir”. Que lo desconocido te sirva de impulso porque es eso mismo lo que te detiene, pensá que algo mejor te espera. No te apresures. Correr por la vida nunca le trajo nada bueno a nadie.

Què estoy buscando en la vida. No es abrir la heladera y mirar dentro.

Ya diste un paso fuera de tu zona de confort; haberte sobrepuesto a ese temor habrá sido difícil para vos, así que ahora no profundices el dolor queriendo resolver todo de manera acelerada. Date el tiempo suficiente para aceptar los nuevos cambios”.

Como dice Matías, los cambios llegan. Como el hombre sentado en una vereda bajo un techo mientras llovía. Ve pasar a alguien que corre y sin paraguas…y le pregunta.

-Eh… ¿por qué corrés?

Y el otro sin parar de correr, mientras se aleja:

-Porque está lloviendo…

-Ah, pero qué cosa, che… Si adelante también llueve.

Nota: para acceder al libro en forma completa y totalmente gratuita, sólo hay que ingresar al sitio

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