Murieron por falta de aire en un pozo de agua

En el paraje San José de Alba Posse, Diego Suárez de 43 años y Antonio Beck de 45 años fallecieron al bajar al pozo de agua que tenía un aire intoxicado, tras inhalar monóxido de carbono. Intentaban reparar el motor a combustión. Primero bajó uno y luego el otro. Ninguno pudo volver con vida

Diego Luis Suárez de 43 años, y Antonio Beck de 45 años, perdieron la vida luego de ser asfixiados dentro de un pozo de agua al que habían ingresado para reparar un motor a combustión que tenía un desperfecto donde las víctimas intentaban arreglar el aparato sin tomar las precauciones del caso. Ocurrió en el paraje San José en Alba Posse, el pozo tenía alrededor de unos doce metros de profundidad.

Para extraer el líquido, utilizaba un motor a combustión, pero en un momento dado, la máquina dejó de funcionar y el hombre ingresó a repararla.

Producto de los gases que se acumularon en el interior, se desvaneció y cayó inconsciente al agua. Allí aparece su vecino Diego Suárez que ingresó al pozo para ayudarlo, pero también habría inhalado monóxido de carbono o la misma escasez de oxígeno en el lugar pudo haber ayudado, y perdió el conocimiento.

La asfixia se presenta como un fallo de la respiración pulmonar, donde hay una falta de oxígeno en el aire o por la imposibilidad de que éste llegue a los pulmones.

Otros vecinos intentaron ayudarlos, mientras requerían la ayuda de los bomberos voluntarios y de la policía. Pero estos últimos extrajeron a las víctimas ya sin signos vitales.

Intervino en el caso el Juzgado de Instrucción Nº1 de Oberá.

Se trata de un fenómeno que se suele dar. Y la causa sigue siendo o ausencia de oxígeno o presencia de gases (a veces, una combinación de ambos).