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domingo, noviembre 24, 2024

Las antorchas se apagaron pero los cantos siguen resonando

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Con el río Paraná como testigo fiel, el anfiteatro Manuel Antonio Ramírez fue el receptor de la edición 53 del Festival Nacional de la Música del Litoral y 15a del Mercosur. Allí se celebró el reencuentro con las raíces, tradiciones y costumbres.

“Estar acá es maravilloso. El calor del clima, la calidez de la gente; una noche que no voy a olvidar jamás”. En su estreno festivalero Luciano Pereyra resumió el sentimiento que tenía durante la última jornada del Festival del Litoral que cerró su edición 2022 con un récord de asistencia de público y de entusiasmo popular. El anfiteatro Manuel Antonio Ramírez recibió a máximas figuras del folklore para celebrar – y a su vez despedir- la edición 53º Festival Nacional de la Música del Litoral y 15º del Mercosur. Durante cuatro noches la ciudad se vistió de gala y tuvo una grilla variada para todos los gustos, dando lugar a más de 60 artistas reconocidos de talla local, nacional e internacional.

Asimismo, en las afueras del anfiteatro, a la par de lo que sucedía dentro, también hubo fiesta, ya que se desarrollaba la peña oficial “Chaloy Jara”, donde tuvieron la oportunidad de demostrar todo su potencial alrededor de 46 artistas, distribuidos en grupos de rock, folclore norteño, litoral, entre otros géneros.

Los autores provenían de Paraguay, Apóstoles, Santa Fe, Eldorado, Oberá, Candelaria, Aristóbulo del Valle, Garupá e Ituzaingó.

El festival en esta edición, como todos los años realizó varias distinciones y reconocimientos. El Mensú de Oro fue otorgado a Antonio Tarragó Ros en la segunda antorcha, premio a su notable trayectoria. En tanto, en la cuarta y última velada, el reconocimiento a la revelación de la peña fue para el dúo Alto Vuelo, de estilo propio dentro del género folclórico popular, integrado por el cantautor santiagueño Juan Bustos y la profesora de música y guitarrista misionera Gisel Medina.

Antonio Tarragó Ros

El reconocimiento como revelación del festival sobre el escenario mayor fue para Os Gauchos, cuya banda hizo bailar y disfrutar a todo el anfiteatro con su mezcla de ritmos sertanejo y chamamé brasilero. Por otro lado, el grupo que se llevó el reconocimiento fue para Los Maestros Chamameceros, que se reencontraron con el público al dejar  un legado inmenso a las nuevas generaciones, para muchos de los quienes hoy son sus ídolos. Agasajando a Posadas como la reina del Litoral, las prosas de sus canciones fueron un enorme homenaje a la historia de la capital provincial.

Las lunas festivaleras reunieron a miles de personas en cada noche y la cuarta antorcha brilló como nunca, con un anfiteatro que estuvo colmado de punta a punta. Familias enteras, grupos de amigos y parejas, todos se encontraban ansiosas y felices por disfrutar de las propuestas artísticas de la última noche.

Desde temprano se veía a gente por los alrededores, se abrieron los portones de ingreso y pronto se fueron acomodando todos, poniéndose cómodos, algunos con vestimenta casual y otros en cambio, con vestuario a tono: boina o sombrero, camisa y pañuelo, bombacha y pollerón, con botas o alpargatas. A puras palmas y canticos la noche mágica comenzaba.

Los primeros en salir a escena fueron el Coro de Niños y Jóvenes del Centro del Conocimiento, que estuvieron acompañados por el Grupo Late. Ellos mostraron todo su arte con “canciones con sabor a tierra”, las voces y melodías que conformaban, maravillaron a todos los presentes. Seguido, el próximo show de la jornada lo realizaron los Músicos Populares Misioneros, compuesto por integrantes de diferentes localidades, que son los encargados de difundir, defender y promocionar la cultura de la región. Con sus chamamés hicieron sonar los primeros sapucais y ovaciones de la velada.

Los números siguientes fueron de baile, subieron al escenario los chicos de Guaynamérica Danza, ellos realizaron coreográficas propias de danza/teatro, de hondo contenido social, humanístico, ecológico y de identidad regional latinoamericana.

Luego, fue el turno del Ballet Roksolana pertenecientes a la Comunidad Ucraniana, quienes se presentaban por primera vez en el festival. Treinta bailarines en escena mostraron la belleza y destreza ucraniana caracterizada en doncellas y cosacos, interpretando obras emblemáticas de aquella cultura europea, que, con su carisma y entusiasmo, se llevaron los aplausos del público.

Los jóvenes del ballet ucraniano Roksolana asombraron con sus extremas acrobacias

La noche continuó con la presentación de Os Gauchos, una banda con formato genuino de música brasilera riograndense y gaucha, con ese estilo conjugado de sertanejo y chamamé brasilero, lograron hacer bailar a las gradas. Más tarde, fue el turno de la Orquesta Folclórica Municipal, que con sus ritmos y piezas regionales levantaron el ánimo de los presentes, quienes acompañaron la su presentación animando con aplausos y sapucais.

Andrés González también tuvo su paso por el escenario mayor, alguien que ha sabido recorrer cada rincón de la provincia cautivando con su voz y llevando como emblema la música folklórica y del litoral, por ello, brindó una performance que se llevó todos los suspiros en la velada.

Seguidamente, fue el turno de uno de los artistas invitados, Cecilia Pahl, cuya presentación fue la primera en el Festival del Litoral. Junto a Juan “Pico” Núñez, interpretaron canciones que hicieron emocionar. El fraseo dulce y pausado de Cecilia consiguió destacar las letras de Ramón Ayala, para cautivar a todo el anfiteatro. Pahl vivió en distintos lugares, pero creció musicalmente en Posadas donde se perfeccionó en la Escuela Superior de Música. Radicada en Buenos Aires orientó su producción artística a la música del litoral con énfasis en Ramón Ayala.

Guitarrista por excelencia, nacido en el pintoresco y legendario partió de la Bajada Vieja. Embajador de la música y el canto mimado de la sociedad internacional. Ángel “Pato” García subió a las tablas a demostrar su talento vigente como has de las seis cuerdas. Luego, con su imponente voz y capacidad intacta, Patricia Silvero brindó una masterclass de canto, que, con una calidad interpretativa, maravilló a todos en la cuarta antorcha.

Uno de los platos fuertes fue la actuación del salteño Juan Fuentes. El ex Huayra hizo vibrar a la capital provincial con sus canciones, el público estuvo enfebrecido con su presentación generando emociones por doquier. Las ovaciones y aplausos para este artista fueron infinitas.

Más tarde, para aumentar el deleite del público, subieron al escenario Los de Imaguaré, que celebraron sus 40 años de trayectoria, grupo ícono del chamamé de Corrientes con poesías llenas de pasión e historia, y canciones que hablan del sentir chamameceros, entraron al corazón de todos los espectadores con un show cautivador.

Los Menchos del Chamamé tuvieron su espacio para la alegría del público. Sus integrantes hicieron interpretaciones de grandes referentes de la música regional, su actuación en el escenario mayor llenó de baile todo el predio.

Ya pasadas las 2 de la mañana, el esperado Luciano Pereyra salió a brindar su imponente show. Con miles de fanáticos en las gradas enloquecieron ante cada tema. El artista hizo un repaso de sus clásicas y consagradas canciones, donde también sumó algunos de sus últimos trabajos. La felicidad en el Anfiteatro era plena, fue una presentación que los espectadores no olvidarán jamás.

De esta manera, el 53º Festival Nacional del Litoral y 15º del Mercosur, cerró una edición más que exitosa.

Durante todas las veladas el público se hizo presente desde temprano para disfrutar de esta fiesta. El evento reunió a artistas notables durante cada noche, la celebración superó las expectativas previstas.

Para los que no pudieron ver la cuarta noche del Festival, se adjunta el link con casi cuatro horas de transmisión.

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