Iba en su moto a las 6 y media de la mañana en Ciudad del Este. El árbol estaba en un bulevar. Había llovido mucho la noche anterior.
Marcelo Adrián García iba a su trabajo bien temprano en Ciudad del Este. Nunca pensó que un árbol se iba a desprender de sus raíces y caer sobre su humanidad mientras él conducía su motocicleta.
Pero así fue.
El hombre de 35 años transitaba la calle contigua a la Catedral y en ese bulevar con árboles al medio había uno que apenas se sostenía (‘después de visto, cualquier tonto es listo’ sostiene el dicho español).
Un vehículo pasó fugaz apenas segundos antes del accidente.
Atrás venía Marcelo García en su motito.
El brutal árbol se desprendió finalmente y fue a dar contra la humanidad del pobre motociclista.
Las cámaras que registraron el momento no dejan de impactar con las imágenes.
Resulta increíble que el hombre luego de pasar por el área de traumatología en el Pabellón de Emergencias Médicas del Hospital Regional haya sido dado de alta y enviado a su casa: no tenía más que algunos rasguños.
Los Bomberos Voluntarios acudieron al lugar, asistieron a García y lo llevaron al Hospital. Y se pusieron a trabajar en cortar los restos del viejo gigante que yacía en el pavimento y obstaculizaba el tránsito.
Marcelo García se acostó esa noche de miércoles 4 de enero pensando de que quizá debía festejar dos cumpleaños a partir de ahora. El 4 de enero, el día en que nació de vuelta.