El asesino de Carolina Aló sigue en Posadas gracias a un ministerio carcelario de un grupo evangelista. Y aparece lanzando bravatas y sosteniendo que si tuviera a alguien como él de vecino reaccionaría igual a como lo hacen quienes repudian su presencia. “Pero soy libre y puedo andar por donde quiera”
Cuando estuvo un breve tiempo residiendo en Córdoba, lanzó una frase polémica. Fue en Bell Ville. Lo denunciaron (vecinos y su ex pareja aunque después retiró la denuncia). Se fue a un hotel. Y luego señaló que estaba arrepentido y angustiado. “Entiendo la condena social, entiendo cómo se sentirían los vecinos. En mi caso, yo también estaría alerta por la situación y ver qué pasó pero trataría de no meterme en la vida de las personas”.
Fabián Tablado ultimó de 113 puñaladas a su novia Carolina Aló en 1996. Le dieron 23 años. Ya para 2020 estaba listo para salir. El problema era que nadie lo quería en ningún lugar.
Estuvo en la costa atlántica, en provincia de Buenos Aires, en Córdoba, en Corrientes. Pero solo en un lugar parece que va a conseguir quedarse.
Sí, en Posadas.
Un ministerio carcelario evangelista lo recibió y lo contiene. Suele vérselo en la avenida Uruguay casi Barrufaldi a menos de dos cuadras de Mitre. Allí -además- se hace un reparto de comida a personas en situación de calle. Y por allí anda Tablado.
De hecho Misiones On Line lo detectó por redes sociales. “Pero hace algunos días, el pastor Carlos Alberto González publicó un álbum de fotos “Primer día de Ayuno y Oración” en donde se lo puede ver al femicida reunido con otros fieles”, recordó el portal. Luego intentaron tener una nota con el pastor Carlos Alberto González quien accedió en primera instancia y luego rechazó al cronista.
Y ahora, volvió a hablar.
“Aunque me prendan fuego, me ahoguen en el mar, me linchen, me corten en pedacitos, me maten a tiros o a palazos, yo voy a caminar por donde quiero porque soy libre y puedo ir adonde quiera mientras respete la perimetral, según marca el artículo 14 de la Constitución Nacional”, desafía Fabián Tablado desde Posadas, en un diálogo exclusivo con Infobae.
Hay que agregar que un psicólogo puede hacer un análisis y evaluar la agresividad inserta en las expresiones de Tablado. Pero por el momento, la preocupación de muchos vecinos y comerciantes de la avenida Uruguay no cesa.
“Lo vemos ahí. Barre la vereda. Hace cosas. Pero siempre uno está precupado. No es para menos. Una mente psicópata es siempre perturbadora”, explicó una de las empleadas de un local que da a la avenida Uruguay y que -naturamente y casi por instinto- pidió resguardo de identidad.
Lo de Tablado se inició el 19 de octubre de 2020, cuando violó la perimetral mientras paseaba con sus mellizas por la calle. Llevaba ocho meses libre y fue captado por las cámaras del Centro de Operaciones Tigre acompañado por las nenas por el puente Sacriste, a una cuadra y media de la Dirección Nacional de Migraciones de Tigre, donde trabaja Edgardo Aló, el padre de la víctima.
Éste lo denunció por violar la perimetral y Tablado fue arrestado en Tigre. Recuperó la libertad tiempo después pero Aló logró que se le impusiera una perimetral de 300 kilómetros de distancia entre el Tablado y él. Y es así como Tablado vaga errante por lugares que lo rechazan por su acto horroroso.
En la antigüedad, el destierro era casi equivalente a la muerte. Se transformaba al desterrado en un paria
En seis meses, a Tablado lo desterraron, lo escracharon para alejarlo de ciudades, o lo declararon persona no grata (en algunos municipios no está oficializado o aún no fue declarado porque no es un proceso rápido) en Tigre, San Fernando, San Isidro, Partido de la Costa, Florencio Varela, Ciudad de Buenos Aires, Cañada de Gómez, Bell Ville, San Clemente del Tuyú, Santa Fe, Gobernador Virasoro Corrientes y Posadas.
Sin embargo, no fue su muerte.
Por ahora, sigue en Posadas.
Como canta Skay Beilinson en “Paria”, Tablado puede ser el protagonista de este tema
“No tengo patria, ni tengo ley
No tengo nombre, ni adónde ir
No tengo historia, no tengo dios
Esta es mi gloria, mi cielo, mi infierno, mi suerte“.