Karina llevaba más de una década junto al padre de sus hijos cuando se separaron. Ella lo denunció por violencia de género. Los tres hijos de la pareja quedaron con ella pero la abuela paterna decidió que podía quemar la casa aun con sus nietos adentro. La pirómana entró por el muro del fondo roció todo con nafta y de paso salpicó a Karina. Prendió fuego y luego huyó
Karina Quintana mujer que fue atacada el sábado por la tarde relató cómo Rosalina la que fuera su suegra incendió su casa tras lanzar nafta por diversos lugares. El reclamo de que ese inmueble era de ella (Rosalina) o de su hijo (el padre de los niños) habría impulsado la violenta acción y el deseo de castigar a la mujer a la que -evidentemente- consideraba una usurpadora. Esa casa -por el accionar de Rosalina- era de su ella y de no esta que se había quedado en la misma. Y si no era de ella o su hijo, pues “que no sea de nadie”, quizá fue la especulación de la pirómana. No le importó prender fuego mientras sus tres nietos estaban ahí.
El barrio se llama La Paz pero la convivencia no parece ir en el mismo sentido allí. Queda en Itaembé Miní, y la vivienda de Karina se halla sobre la calle 149 a la altura de la escuela 806 que es la que da a la avenida 147 o Eva Perón, la principal vía de acceso al núcleo urbano.
La amarga reyerta viene de lejos. “Ellos ya me habían denunciado y hace dos semanas intentaron echarme de esta casa. Yo -por mi parte- pedí una orden de alejamiento”.
La mujer inició el ataque por el fondo: saltó el muro de atrás y una vez dentro de la casa comenzó a rociar todo con nafta que traía en una botella. Y luego insultó a Karina, prendió fuego y huyó otra vez por el fondo
Para mucho no sirvió. El cruzamiento de medidas judiciales exacerbó los ánimos de Rosalina que se vino desde Garupá y realizó un ataque comando en el día de peor calor en la región.
Rosalina se cayó por la vivienda el caluroso sábado por la tarde y se metió dentro de la casa. Debía traer una botella con nafta.
¿Cómo entró a la casa? Sencillo. Saltó el muro de atrás y enseguida estuvo dentro de la vivienda.
Así cuando Karina se quiso dar cuenta, Rosalina ya estaba rociando todo con combustible.
“Estábamos tomando tereré con mis tres hijos y mi hermana que también vive aquí. Rosalina se metió en la casa y comenzó a rociar todo con nafta. A mi también me lanzó combustible en el cuerpo. Ahí fue que me di cuenta de sus intenciones. Al oler la nafta, vi lo que se venía”
El drama no se detuvo. Respecto de la secuencia, siguió: “Se instaló en el living de la casa y empezó a rociar con nafta todas las cosas de la casa, le llegó a tocar a mi hermana porque ella no puede caminar rápido”, le contó más calmada a El Territorio.
Para Karina esta actitud es clara: “La intención fue matarnos con los chicos en la casa”.
Hacía mucho calor y tomaba un tereré con los menores y su hermana, quien desde hace un tiempo estaba instalada en el lugar.
“Justo pasaban unas personas por la calle y le pedí ayuda, les pasé a los chicos por arriba de la reja. Y al fin, pudimos abrir el portón y salimos. Pero la casa se incendió completamente, adentro quedó todo consumido”, lamentó.
Es que su oficio de peluquera quedó afectado. ¿Cómo va a conseguir alimento para sus hijos ahora?
Por lo pronto, gracias al accionar de los vecinos pudieron sofocar los focos de incendio. Luego, llegaron los bomberos
Y, como una vecina vio a Rosalina saltar el muro, ofició de testigo. Esa era la mujer que inició el fuego.
La buscaron en el barrio Santa Clara, Garupa´y la detuvieron. Y, sí, (más evidencias agravantes) además tenía quemaduras en un brazo.
Por lo bajo, algunos vecinos recuerdan: “Lo que pasa es que -según Rosalina- esa vivienda es suya. Y por eso está tan enojada”.
Nada justifica su accionar.