Es el organismo que deberá tratar varias denuncias en medios en contra de el juez de Paz no letrado suplente y a cargo en Alba Posse. Algunas mujeres se animaron a denunciarlo luego de ver la primera exposición en contra del funcionario público
Dicen que es un docente retirado con protección política. Dicen. En los pueblos se habla mucho. Lo que sí es cierto es que en plena época de pandemia, en septiembre de 2020 se realizó una capacitación sobre la Ley Micaela en Alba Posse. Estaba organizada por el Ministerio de Trabajo y el poder Judicial para el personal municipal. Las fotos no mienten: todos con barbijo. El intendente, la ministra, la diputada. La ley Micaela trata sobre cuestiones de violencia de género. Allí estaba el protagonista de esta historia. El juez de Paz local no se iba a perder esa oportunidad. ¿Le importaba el tema que se iba a tratar? Evidentemente que no.
En Alba Posse pasan cosas. Esta localidad en la región oriental de Misiones a orillas del río Uruguay con todas las características de pueblo chico posee ahora además una ‘cucarda’ poco halagüeña: el juez de Paz ha sido acusado en varias ocasiones de sus conductas abusivas y sus actitudes abusadoras por varias mujeres de la localidad y de otros lugares. Los medios se han cuidado de identificarlo con nombre y apellido. Se trata del juez AZ, suplente para más datos luego de que se jubilara el titular del juzgado. Cuando se le consulta a integrantes de la Justicia provincial la respuesta es sencilla.
“No entra como caso para el Consejo de la Magistratura porque es un juez no letrado”. ¿Qué significa esto? Que es un juez de “los de antes”. No hacía falta que fuera abogado (letrado) para llegar a ser magistrado porque en los pueblos muchas veces se pedía o se accedía al cargo por influencia ante los vecinos y buenos contactos (algún diputado provincial, por caso) que pedía.
Así que el caso deberá ser llevado directamente al Superior Tribunal de Justicia de la Provincia (STJ). “Estamos esperando que la denuncia llegue a nuestro despacho”, respondió escuetamente la titular del cuerpo Rosana Pía Venchiarutti, quien como mujer tiene una responsabilidad doble para esta instancia.
“Cuando tengamos las denuncias iniciaremos los trámites correspondientes”, fue la respuesta de Venchiarutti.
La novedad más fuerte hasta ahora fue que una contadora oriunda de Oberá se animó a dar la cara. Y empezó a salir en los medios sin tapujos. Y desde allí -en efecto cascada- varias mujeres más también contaron lo mismo. El juez AZ (en la actualidad septuagenario) nunca ha cesado con sus conductas abusivas.
Se entra al despacho del mismo, cierra todo con llaves y ahí comienza su ataque a las víctimas.
Un caso que ocurriera hace 25 años se conoció ahora! La víctima dijo que se animó a contarlo debido a la contadora de Oberá que lanzó su historia a los medios. Ella tenía 25 años y pidió ayuda al que luego sería juez pero que ya tenía poder en el mundo judicial para lograr un nombramiento como docente. El hombre la primera vez la recibió en su casa y con toda la familia presente. Pero le dijo que volviera. Y en esa segunda ocasión, el gran tigre de Alba Posse esperó a su víctima solo y agazapado dispuesto a lanzar sus garras sobre la desprevenida y azorada víctima.
En esos tiempos, no existía el Me Too ni la comisaría de la Mujer ni nada. La víctima sabía que tenía todas las de perder. No hizo la denuncia. Ahora, sí. “Cuando leí la noticia reviví todo eso que me hizo tan mal”, le contó a Primera Edición.
“Entonces tomé valor y lo primero que hice fue enviarle la publicación a mis hijos, quienes ya son mayores contándole lo que me hizo ese hombre. No quería que se enteren por los medios. Me contestaron que hacía bien en contar y que se sentían orgullosos. Luego hice la denuncia en la Comisaría de la Mujer de Fátima”, afirmó.
Muchas veces, los funcionarios públicos sienten que le deben más atención a otros pares que a la población. Así ocurrió en esta ocasión. Antonella Dos Santos es la contadora que se animó a poner la denuncia. Pero tuvo que andar.
Las comisarías no le querían tomar la denuncia y tampoco el Fiscal de Instruccion 2 de Oberá Estanislao Bys quien retrucó a la denunciante que no era lo que ella exponía no constituía delito. Que todo se hiciera en la Inspección de Justicia que tiene jurisdicción sobre los juzgados de Paz.
En un diálogo con el periodista Pablo García refirió los detalles de todos esos ingratos momentos pasados que se sumaron a los ocurridos en el propio juzgado.
https://www.youtube.com/watch?v=JvDvxu7uXis&feature=youtu.be
Antonella Dos Santos realizó la denuncia finalmente ante la Comisaría de la Mujer de Oberá y la denuncia se envió a la Comisaría de Alba Posse. Ahora corren los plazos y se espera que el caso llegue a la Superior Tribunal de Justicia.
Dos Santos realizó su denuncia pública y a partir de allí se desencadenó el efecto cascada.