El oficialismo presentó de una manera singular a sus candidatos. Fue en el Centro del Conocimiento. Se reivindicó la figura de Carlos Rovira y sus aportes conceptuales que ayudan a crecer a quienes lo siguen. Los temores iniciales de Herrera Ahuad y el humor de Passalacqua. Toda la crónica de un evento convocante
Con la consigna “el poder está en la gente”, el Frente Renovador presentó a la fórmula Passalacqua-Romero Spninelli para gobernador-vice y a cada uno de los candidatos a las 20 bancas del legislativo. El conductor del espacio, el Gobernador y “la amalgama”, los principales oradores.
Todo el arco político renovador estuvo presente en el Centro del Conocimiento. Hubo el bullicio de la militancia. Pero al momento de los discursos, reinaba un silencio imperante, solo interrumpido por los aplausos en momentos donde las definiciones políticas así lo ameritaban.
“El poder está en la gente”, señaló el conductor del Frente Renovador Carlos Rovira pero “no como un slogan de campaña, sino que este espacio lo hizo carne”. Por ahí pasó parte de su discurso de cara a la militancia, a los funcionarios y los candidatos a los cargos en la tierra colorada.
“Lean la lista por favor”, apeló Rovira a los locutores. Y así de cómodo como se sentía, improvisó: “yo leo la lista”, sugirió con una sonrisa. Y así fue, celular en mano empezó a nombrar uno por uno.
El sinónimo de diputado es representante, en el sentido de que sus aspiraciones siempre deben ser tener la voz del pueblo. Los candidatos a legisladores no estaban en el estrado. Sino sentados entre la militancia. Como debe ser. Y así, a medida que Rovira los nombraba, se iban parando, levantaban la mano para saludar a los presentes que acompañaban con el voto.
Terminada la lectura, tomó el micrófono el actual gobernador y candidato a primer diputado, Oscar Herrera Ahuad, para decir que Rovira también formaba parte de la lista.
“La buena política es para todos. No para unos pocos”, puntualizó.
Afuera estaban los militantes que por falta de espacio no pudieron entrar. Algunos llegaron en los colectivos ploteados, como el de Sole Balan o Fernando Meza, ambos jóvenes candidatos a intendentes en Posadas. Pero estos dirigentes no fueron los únicos que tuvieron su militancia en el acto. Banderas de distintos colores y consignas flameaban en un marco de respeto.
Y como no podía ser de otra forma, en tiempos de hegemonía de las redes sociales, también hubo transmisión vía streaming en el canal de YouTube de la Renovación. Para los que no pudieron ir pero querían acompañar o saber qué pasaba, tenían esa opción.
La píldora anti ego
Rovira enfatizó la importancia de la capacitación y cómo la misma influye en su vida: “los errores se aprenden estudiando”.
Dijo que la mejor píldora anti ego es aprender y sugirió a modo de ironía que se ingiriera todos los días.
Apeló a la necesidad de adaptarse que tienen los nuevos gobiernos. En algunos fragmentos de su alocución sale a flote su formación de ingeniero químico. Utilizó la analogía de un laboratorio cuando se unen dos compuestos distintos para generar un nuevo elemento. Así es como los gobiernos de este siglo deben ser los que promuevan la comunión público- privada. Una suerte de diálogo superador, necesario de ser llevada a cabo por los Estados inteligentes.
Desafíos, no medallas
Rovira siempre admite que le gusta leer. Que le gusta informarse. Estar al día con las investigaciones sociales. Así es que va introduciendo en sus discursos siempre nuevos conceptos. Entonces de pronto, sus discursos por momentos traspasan las barreras del proselitismo, incluso de la política. Y pasan a ser filosóficos. Como un padre que aconseja a sus hijos, así el conductor de la Renovación habla a su gente: “La verdadera felicidad del político es estar en paz con uno mismo”.
El propio Passalacqua lo sintetizó: “Lo que dice Rovira es una cátedra de filosofía política”
Y la filosofía maker no puede faltar. Ese postulado que entiende al error como parte del recorrido. Que no lo niega sino que lo acepta como parte necesaria para el crecimiento. “La ciencia avanza por revoluciones”, decía ya en los ’60 el representante de la sociología científica y epistemólogo Thomas Kuhn.
“Renovación es renovarse. Es el término sagrado místico. Corregir los errores…. tarea militante permanente. La llama imperecedera de la Renovación hoy multiplicada en estos nuevos rostros…”, redondeó.
Trabajar y trabajar
No es la primera vez que Oscar Herrera Ahuad recuerda cómo fueron sus primeros discursos públicos. Admite que siempre le tocó hablar después de Rovira y Passalacqua, algo que le producía quizá inseguridad. Con gracia rememoró uno de sus primeros discursos públicos cuando con el micrófono en mano solo atinó a resaltar que en él iban a encontrar el compromiso de alguien que viene a “trabajar y trabajar y trabajar”, seguía repitiendo mientras su voz era tapada por los aplausos.
Y así fue. Ese trabajo tuvo sus méritos. Afrontó con los mejores resultados nacionales la peor pandemia de los últimos cien años. Esto lo posicionó en el podio entre los gobernadores con mejor imagen positiva del país. Los números fueron contundentes: Misiones exhibió las cifras más bajas de contagios y muertes. Obvio que todo es producto de una planificación que tiene a la salud pública en tope de las decisiones. Y fue de las jurisdicciones que abrió su actividad antes que todos: mientras los porteños debatían si podían salir a correr en las noches o a remar en kayaks, en Misiones la mayoría de los rubros ya funcionaban a pleno. El modelo binario de Misiones que incluía la salud y la economía quedó marcado con un ejemplo paradigmático de gobernar en épocas de pandemia y confinamiento. La suerte de tener dos médicos sanitaristas al frente del Ejecutivo.
Afortunadamente para la humanidad, el Covid ya es parte del pasado. Todo indica que no volverá este virus que tanto daño hizo al mundo. Las vacunas hicieron su efecto: la inmunización está alcanzada. De hecho, días atrás la Organización Mundial de la Salud recomendó que los ya vacunados, no lo vuelvan a hacer porque se alcanzaron las metas.
“Este proyecto político es el que le devolvió la salud al pueblo misionero”, enfatizó.
Hoy sus discursos exhiben la oratoria que solo otorga la experiencia.
Enumeró la cirugía robotica, la innovación educativa, el boleto educativo gratuito, por caso.
Hizo énfasis en el boleto oncologico gratuito, que justamente reglamentó la ley sancionada y que ahora será una realidad para pacientes en tratamiento y sus familiares.
En el Ejecutivo
Lucas Romero Spinelli es joven. Y no sólo es. Tiene ese aspecto. Hoy su rostro acompaña al de Hugo Passalacqua como la fórmula Neo.
Como si fuera un pasaje biblico, los últimos serán los primeros. Los dos principales candidatos hablaron al final.
El contador destacó a Silicon Misiones como generador de empleo joven.
Como ya es su costumbre, Hugo Passalacqua rompió el hielo con un chiste. En este caso, se paró frente al micrófono y dijo con voz fuerte “tssssé, tssssé”, como hacen quienes prueban sonido. Las carcajas acompañan sus ocurrencias
Carlitos coraje
“Todo fue un acto de fe y palabra empeñada”, rememoró Passalacqua los comienzos en el 2003 cuando Rovira juntó a representantes del radicalismo, peronismo, pequeños partidos e independientes: “Es una mística poderosa. Hoy se mantiene viva la llama”.
No fue un partido político. Fue un movimiento sociocultural que hoy convoca a tantos jóvenes como Lucas (Romero Spinelli), destacó.
“Carlitos coraje”, definió Passalacqua la impronta llevada a cabo casi 20 años atrás.
E hizo una comparación: Misiones construyó 700 escuelas, la misma cantidad que el país durante los últimos 40 años.
Se tomó su tiempo para defender Silicon Misiones. Dijo no entender a quienes lo critican ya que el Parque tecnológico será una herramienta para solucionar otros problemas de la gente. No entender la importancia de la economía del conocimiento hará que “nos caigamos del mapa”.
Criticó la falta de terceras trochas así como ser la única provincia sin gas natural, fueron algunos de las asignaturas pendientes que Nación que continuará reclamando.
Y no dejó de reconocer a ellas: “El gran motor movilizador es la mujer misionera”.
Cerró con el clásico “los quiero mucho de verdad, bendiciones para todos”, cargado de emoción. De fondo, empezaba a sonar “Todos somos uno”, un tema que a Hugo le gusta, ya lo usaba cuando era gobernador. Luego siguió Diego Torres con Color Esperanza. Como dice la canción, saber que se puede. Al futuro se lo pinta con el corazón. Y, se podría agregar, también con acción.