Todavía no logran capturar a Arana. El animal se fugó el 27 de mayo junto a su hermana Espumita luego de que un hombre encapuchado violentara la seguridad del centro de rescate Güirá Oga en el horario de la tarde. Los guardaparques lograron retener a uno de los animales de inmediato, pero la otra hembra aún merodea por la naturaleza y asusta a los vecinos con su cercanía.
Desde el centro de recate de fauna silvestre Güirá Oga ubicado en Puerto Iguazú, emitieron un comunicado el cual decía que el recinto permanecería cerrado durante los próximos días. Esto se debe a que en la noche del sábado 27 de mayo dos pumas de nombre Arana y Espumita lograron escapar de su hábitat.
El hecho se descubrió cuando el personal de limpieza comenzó a realizar sus tareas por la tarde del sábado, los empleados observaron que un portón que no se utiliza diariamente y que solo se ocupa en algunas oportunidades para ingresar elementos voluminosos como grandes troncos y ramas para el enriquecimiento del recinto, se encontraba totalmente abierto. Cabe destacar que el mismo siempre permanece cerrado con candado y el mismo se encontraba en el suelo con evidentes signos de golpes.
Inmediatamente dieron el aviso a las autoridades correspondientes y los expertos comprobaron la falta de los animales, específicamente dos pumas hembras, que habían sido criadas en el refugio desde bebés al haber sido rescatadas por guardaparques del ministerio de ecología para evitar que cazadores furtivos mataran a estos majestuosos animales nativos.
Desde Güirá Oga activaron con rapidez los protocolos de contingencia en estos casos y lo primero que se realizó fue la evacuación de todos los visitantes que en ese momento se encontraban en distintos puntos del recinto, también a todo el personal no afectado los trasladaron al área de manejo del refugio.
Asimismo, el centro de rescate se comunicó con los distintos parques nacionales, el ministerio de Ecología, la Policía Provincial, el Ejército Argentino y los miembros de la comunidad Fortín M´borore, además dieron aviso a los vecinos inmediatos al refugio. Mientras tanto, el personal veterinario, técnicos y cuidadores de animales procedieron a ubicar a los pumas, donde se pudo observar a “Espumita” cerca del recinto y se logró su captura por medio de dardos anestésicos. A pesar de los esfuerzos realizados hasta la fecha no se pudo recapturar a “Arana”.
Guirá Oga desde el primer día de su fundación siempre contempló la seguridad ante todo, no solo de los animales alojados, sino también la del personal involucrado en su cuidado. Todos los recintos existentes, hasta el de pequeñas e inofensivas aves, tienen un sistema de doble puerta de seguridad y mientras el cuidador no cierra una puerta no puede abrir la otra. Para el recinto de pumas se extremaron las medidas de seguridad y es por ello que su manejo siempre estaba a cargo de dos personas quienes conocen perfectamente el mecanismo diseñado para tal fin.
Bajo este contexto, según se pudo reconstruir a partir de vídeos de cámaras de seguridad, un hombre vestido completamente de negro y con capucha, violentó y dejó sin seguridad el refugio de los felinos al romper los candados que resguardaban a los animales.
Cabe destacar que “Arana”, no es peligrosa vivió siempre en cautiverio y está castrada, sin embargo, no deja de ser un felino de gran porte con un poderoso instinto animal. Ambas hembras fueron arrebatadas de su madre a muy corta edad, debido que los cazadores furtivos las ofrecían a la venta después de matar a la madre. Como no pudieron desarrollar su instinto de caza, ambas permanecían desde hace siete años en el refugio “Güirá Oga”, en un recinto de 700 metros cuadrados. Al ser criadas en un ambiente ajeno a lo “salvaje”, perdieron la posibilidad de aprender de su madre y de los comportamientos normales en vida salvaje. La razón por la que están castradas es porque al entrar en celo pueden atraer machos a kilómetros de distancia, con el riesgo que eso supone para la integridad de personas y animales residentes en el área, se tomó las medidas correspondientes.
El director del refugio Güirá Oga Jorge Anfuso director del refugio Güirá Oga confirmó a los medios que se localizó a Arana en la tarde del domingo muy cerca del recinto, pero aun no la capturaron. Por lo tanto, continúa el rastrillaje en la búsqueda de Arana.
Anfuso agregó que Arana es un puma que está acostumbrada a comer todos los días y no lo hace desde el sábado, así que es probable que se aleje del predio en busca de alimento. Por otra parte, afirmó que la búsqueda continúa con poca gente porque no quieren que se asuste y se vaya aún más lejos.
La búsqueda que actualmente se lleva a cabo es intensa, fundamentalmente en horas diurnas. Si bien el felino permaneció en los alrededores del recinto desde donde salió, en horas de la mañana del 30 de mayo se recibió una comunicación desde la comunidad mbyá Fortín M’borore´ vecina a GuiráOga donde un integrante de la misma observó al felino en inmediaciones del arroyo M’bocay.
En el lugar, comprobaron que efectivamente se hallaron huellas del puma en los bordes del arroyo. A primera hora de la tarde, las autoridades se reunieron en las oficinas de la fundación Vida Silvestre Argentina, a fin de elaborar un plan de trabajo y estrategias para controlar definitivamente al animal.
En esta línea, Parques Nacionales, Ministerio de Ecología, GuiráOga, Proyecto Yaguareté, fundación Vida Silvestre, la policía y el ejército argentino elaboraron un rápido plan de acción divido en etapas que se cumplirán a medida que se conozcan los desplazamientos del puma. Paralelamente el martes por la tarde se conoció otra noticia de la aparición de huellas de Arana en la misma comunidad, por lo que se dio alerta máxima y cuando cayó la noche se efectuó la colocación de cámaras trampa.
Hasta el día de hoy las autoridades continúan con un arduo trabajo en las inmediaciones de la aldea Fortín M’bororé donde se realiza la búsqueda de indicios de presencia del animal y al mismo tiempo se fortalece la comunicación con miembros de esa comunidad para tomar las medidas necesarias de seguridad y de captura del animal. También está previsto la colocación de más cámaras trampas y distintos modelos de las mismas para aumentar las posibilidades de captura.
Ante la situación de ver al puma se recomienda mantener la calma y no intentar capturarla ni acercarse. Se solicita que en caso de ver a Arana inmediatamente se comuniquen al 3757 534246 para brindar detalles de este avistaje y de esta forma poder proceder a la captura
Otro puma prófugo con un final amargo
La historia en este caso fue con un final amargo, en 1997 un bebé de 20 meses que era hijo de un guardaparque del Parque Nacional Iguazú fue asesinado por un Puma. El ataque ocurrió el domingo a las 18:15, mientras el chico jugaba en el jardín de su casa con su hermana y dos amiguitos, a cien metros del acceso al paseo superior de las Cataratas.
El puma atacó por la espalda a Ignacio quien era el hijo menor del guardaparque Esteban Terán Luna. Él era el más pequeño del grupo, y en su embestida revolcó a los otros chicos que huyeron aterrorizados por el hecho atroz. Según el informes del forense policial, la primera mordida habría sido letal.
El pequeño fue arrastrado por el puma hasta el interior de la selva que rodea al paseo superior de las Cataratas. El animal pasó por debajo de un alambrado y luego de matarlo, lo ocultó dentro del follaje. El cuerpo recién fue hallado una hora después del ataque, cuando ya era de noche.
Debido a este acto horripilante, de inmediato las autoridades ordenaron un intenso rastrillaje para capturar al felino y dispusieron el cierre del parque al público hasta nuevo aviso. Alrededor de las 11 hs, una patrulla de guardaparques divisó y mató a un puma hembra que recorría la selva cerca del salto Dos Hermanas, en el paseo inferior y en el corazón turístico del parque.
El cadáver del animal fue trasladado por la tarde al laboratorio del médico veterinario Vanderley de Moraes, en Foz do Iguacu. Pero el análisis de sus vísceras determinó que no era el mismo ejemplar que atacó a Ignacio.
Desde la intendencia del parque no atendieron a la prensa cuando se les exigía una respuesta, todo se remitió a un comunicado difundido por la Administración de Parques Nacionales (APN). En él, el organismo admitió que desde hace algunas semanas se efectuaban avistajes de un ejemplar de puma que capturaba a sus presas naturales (coatíes y cuises) a la vista de los turistas. Asimismo, se informó que ese año un turista llegó incluso a grabar con su cámara la captura de un coatí por parte de un puma. La APN resaltó que el comportamiento anormal de este ejemplar resultaba difícil de explicar.
La administración destacó que a lo largo de más de 60 años, jamás se había registrado un ataque de un puma a un humano, en ninguno de los 17 parques nacionales donde vive esta especie. El organismo agregó que en la provincia no se registraban ataques espontáneos de pumas, ni siquiera en lugares apartados u obrajes. Sólo advertencias.
Por esa razón, las autoridades del Parque Nacional del Iguazú ordenaron rastrillajes más intensos por parte de sus guardaparques, pero no habían limitado el ingreso ni la circulación de los visitantes. Según la APN, se estimó que con advertir de tal circunstancia a los guías de turismo, concesionarios y personal en general, se consideró suficiente para prevenir cualquier potencial accidente.
Por otra parte, Felipe Lariviere junto con el intendente del parque de ese entonces Ernesto Giacchino, acompañó a los padres de Ignacio a llevar el cuerpo a Tucumán, de donde es oriunda la familia Terán Luna.
Notas e informes: Sofía Cabrera