El presidente del Brasil vuelve a estar al frente del bloque y advirtió que no desean acuerdos que ‘condenen a nuestros países al simple papel de proveedores de materia prima’. Uruguay dio la nota y anunció que evalúa dejar el Mercosur
La cumbre del Mercosur concluyó con un documento conjunto que firmaron los presidentes Alberto Fernández (Argentina), Lula Da Silva (Brasil) y Mario Abdo Benítez (Paraguay), aunque no la rubricó Luis Lacalle Pou (Uruguay) porque se negaron a flexibilizar los acuerdos extra zona, algo pretendido por los uruguayos: arreglos por afuera del mercado común pero sin dejar el bloque. O sea, el pan y la torta. Asimismo, llegó el turno de Lula al frente del Mercado Común y arrancó con todo: seremos algo más que proveedores de materia prima, lanzó.
Las clásicas declaraciones diplomáticas en un lenguaje aséptico figuran en el documento final. “Hay una necesidad de abrir un espacio de reflexión política sobre la modernización del bloque, e incluir el fortalecimiento de la agenda interna para una mayor integración de sus economías, así como la estrategia de inserción internacional, sobre una base consensuada y solidaria para encarar los desafíos de un escenario mundial en transformación, afectado por alteraciones significativas en el mapa de la producción y el empleo, con efectos visibles en la reconfiguración de las cadenas globales de valor”, señaló dicho documento. Una oración sola y buenas intenciones.
Pero Uruguay pretendía que se abriera la puerta para negociar acuerdos extracomunitarios. La foto del saludo de los cuatro mandatarios es elocuente y casi huelgan comentarios.
El propio canciller uruguayo fogoneó el tema. Francisco Bustillo propuso renombrar al Mercosur como “Zocosur” (Zona Común del Sur), un modo irónico de admitir el fracaso de los intentos de integración regional. Y fue, incluso, más allá: una de las posibilidades -a discutir por todo el arco político uruguayo- es la de bajar el status de Uruguay de miembro pleno a Estado asociado del Mercosur. Esto es, un apartamiento del bloque.
Lula, al mando
Bajo la sencills consigna “unidos somos más fuertes”, Luiz Inácio Lula da Silva asumió la Presidencia pro tempore de Mercosur, con el desafío de volver a imprimir su liderazgo en el proceso de integración regional y conducir a buen puerto la ardua negociación comercial entre la Unión Europea (UE) y el bloque sudamericano.
“Tenemos que realizar esfuerzos para tratar de disminuir las demandas entre nosotros porque si eso continúa no es agradable”, dijo el mandatario brasileño quizá al atender el reclamo uruguayo.
El Mercosur busca un acuerdo con la UE.
“No estamos interesados en acuerdos que nos condenen al eterno papel de exportadores de materias primas, minería y petróleo”.
Así Lula aseguró que su visión es que el bloque del Mercosur avance en acuerdos comerciales con Canadá, Corea del Sur y Singapur (como un todo y no como pretende Uruguay), mientras apunta a reforzar el comercio con otros países sudamericanos.
“Socios estratégicos no negocian con desconfianza y amenazas de sanción”, advirtió Lula
La impronta de Lula es clara: los sudamericanos no aceptarán imposiciones ni términos comerciales que, en vez de acortar las enormes brechas económicas y sociales con los europeos, las profundicen.
De lograrse un entendimiento que tenga en cuenta las asimetrías y sea realmente equilibrado, será todo un hito para el Mercosur -y para el propio Lula-.