El Gobierno nacional publicó la nueva norma que trae pasos específicos para la actividad en el ámbito del país. Y la posibilidad de exportar e importar cannabis. Asimismo puso el tope de 1% para la cantidad de THC y la existencia de un Consejo Federal. La gerente de Biofábrica, Luciana Imbrogno responde todas las inquietudes
El Gobierno reglamentó la ley 27.669 para la producción industrial de cannabis y al publicar en el Boletín Oficial, el Estado se encontrará en condiciones de otorgar licencias para la puesta en marcha de un nuevo sector de la economía nacional.
“Hasta ahora todas las empresas o instituciones que están trabajando con cannabis lo venían haciendo en el marco de la ley 27.350 de cannabis medicinal que otorga permisos por resolución del Ministerio de Salud de la Nación para investigación y desarrollo en todo lo relacionado con cannabis medicinal, cultivo o industria. El año pasado se nacionó la ley 27.669 pero no estaba reglamentada que es la de la industria del cáñamo y cannabis medicinal”, recordó la gerente de Biofábrica, Luciana Imbrogno. “Entonces lo que salió en el Boletín Oficial es la reglamentación de esa ley en donde establece que nosotros tenemos que acogernos a esta otra ley si queremos tener un perfil comercial. Para eso tenemos que iniciar los trámites en la ventanilla única de la agencia regulatoria del cáñamo y cannabis medicinal, la Ricame (Red Integrada de Cannabis Medicinal) para poder solicitar las licencias. Entonces eso es lo más importante de la ley que ya establece los tipos de licencias que se pueden solicitar”.
La ley, sancionada en mayo de 2022, tiene por objeto establecer la cadena de producción y comercialización local o con fines de exportación de la planta, sus semillas y sus productos derivados afectados al uso medicinal, incluyendo la investigación científica, y al uso industrial. En la Rosada destacan que es “el resultado del consenso legislativo, a partir de una iniciativa presentada por el Poder Ejecutivo Nacional” que buscó canalizar demandas de la sociedad vinculadas a los beneficios atribuidos al uso del cannabis con fines medicinales.
Así, Imbrogno precisó la importancia del registro. “La licencia de criadero, multiplicación y cultivo que es lo que hace Biofábrica -con lo cual tenemos que sacar una licencia de eso para todos los que tengan algún tipo de cultivo o desarrollo- hay licencia de servicios logísticos que también probablemente tengamos que sacar para transporte distribución almacenamiento conservación Licencia de producción de derivados licencia de comercialización tanto de semillas plantas como de cannabis”.
En ese punto, destacó la licencia para hacer estudios, por ejemplo. “Hay laboratorios que nosotros tenemos que mandar el cannabis a hacer controles de calidad y los laboratorios no te lo quieren agarrar porque ¿cómo demuestran que ellos la presencia del cannabis en sus instalaciones? Entonces, ellos pueden sacar ahora la licencia para estudios y pruebas analíticas en cannabis a los efectos de prestar el servicio de análisis microbiológicos o de lo que sea”.
Y está la cuestión de vender hacia afuera. “Y después, una de las cuestiones más importantes es la licencia para comercio exterior que es para realizar importaciones y exportación de cannabis. A partir de ahora el que quiera estar en el mercado y en actividades comerciales de cualquier Punto de la cadena de valor tiene que tener licencias otorgadas por la agencia Entonces ahora se inicia el trámite de solicitar todas estas licencias para misiones otra de las cosas que tiene es que tiene una especie de consejo consultivo. Y Misiones tiene al presidente de la Biofábrica designado en ese consejo consultivo federal y uno de los objetivos es que estos representantes de las provincias evalúen los proyectos de la provincia que piden licencias a la agencia entonces si hay un proyecto provincial que está pidiendo una licencia, el representante de la provincia es parte de la definición de si esa licencia se otorga o no en base a algunos criterios”.
Uno de los puntos que destacó Imbrogno es el quantum precisado en la normativa. “Otra definición es la del contenido de THC hasta el 1%. Ese era un dato que todavía no se sabía si iba a ser así y que es súper importante que se reglamente ese valor, ese límite superior de THC porque a partir de ahí se puede trabajar con las distintas genéticas y distintos aceites que se pueden elaborar ya con un marco normativo que te defina que estás elaborando un aceite que está contemplado en la reglamentación de la ley”.
Finalmente, la funcionaria destacó la existencia de un lugar concentrado para hacer trámites. “Uno de los principales objetivos de esta ventanilla única de la agencia es que, a partir de ahora, pueden concentrar toda la información, sistematizarla, ordenarla y después, eventualmente, disponerla, ¿no? Que hoy está muy segmentada en los distintos organismos públicos. El INASE tiene algo, el SENASA, el ANMAT, o sea, cada organismo tiene algo de la información. Entonces, con esta ventanilla lo que se pretende es consolidar en una misma base de datos, llamémosle así, toda la información relacionada con los proyectos de cannabis medicinal”.
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