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domingo, noviembre 24, 2024

Herramientas para afrontar las épocas difíciles

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¿Cómo afecta la psicología y el ánimo de la gente este contexto de inestabilidad e incertidumbre? Era una pregunta sin retóricas Julieta Scattini en Ámbito. El pueblo argentino ha demostrado a través de su historia reciente un fuerte desarrollo de defensas para pasar por los malos tragos. Van ejemplos y -también- consejos

En Titanic (la película) ya se sabe qué va a pasar. Jack -congelado- se hundirá en las heladas aguas del Atlántico mientras Rose Dewitt flotará en una puerta de madera hasta que la rescaten. Y luego vivirá muchos años.

Pero hay un tercer personaje, la némesis de Jack Dawson es Caledon Nathan Hockley. El ricachón agrandado que ni siquiera mira a su bella prometida.

El prometido de Rose en Titanic era un millonario que se suicidó por la crisis de 1929

En un breve desvío de la historia principal de Rose, su voz en off cuenta (cuando ya han pasado ocho décadas) que Caledon no aguantó la crisis global del año 29 y terminó suicidándose.

Sí. Aunque eso fue ficción, todos saben qué pasa con muchos cuando llega la crisis: recurren al escapismo del suicidio.

Excepto en la Argentina.

Con tantas crisis económicas, en el país de las vacas y el trigo, sus habitantes desarrollaron un cuero duro para resistir los sucesivos golpes “de mercado” que suelen aporrear este bendito suelo.

Según estudios internacionales, habitantes de este país son los mejores preparados para no sucumbir a las crisis debido a que -justamente- han tenido tantas que tienen una alta tolerancia a los impactos.

Esto no ocurre en otras naciones, y sus habitantes son como el prometido de Rose Dewitt.

Edi Zunino recordó en 2022, que una cosa buena que pasó durante la pandemia fue la creación del Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA), dependiente de la Facultad de Psicología de la UBA. Desde ese ámbito académico-científico se fueron cuantificando y cualificando vivencias, sensaciones y patrones de conducta de la gente común de este país concreto, en el marco de un fenómeno mundial de origen sanitario, pero con lacerantes influencias en la actividad social y económica. El OPSA sobrevivió al Covid-19 y acaba de publicar una nueva encuesta titulada “La crisis económica y su impacto en la salud mental”. Los gobernantes -oficialistas, opositores, todos- deberían tener en cuenta los resultados para guiar sus propuestas.

“Claramente afecta a todos de manera directa o indirecta , cuando el ingreso económico no te permite acceder a las necesidades de cada integrante y al propio”, señaló en Posadas, la psicopedagoga Graciela Palacios quien trabaja además en la Universidad de la Cuenca del Plata.

Graciela “Tiki” Palacios.

Zunino agregó el conteo: Sensación dominante, en diez palabras (de las más mencionadas a las menos): incertidumbre, tristeza, angustia, preocupación, hartazgo, bronca, esperanza, decepción, ansiedad, miedo. Una sola es positiva, esperanza, y está de la mitad de la tabla para abajo.

Para Palacios, aun sin encuestas, los datos son claros. “Desconozco investigaciones actuales , pero en virtud de las consultas en salud mental que se vienen realizando (hay un aumento en) las mujeres por impacto emocional y físicamente a ambos (aumentaron ataques de pánico , accidentes cerebro vasculares, infartos masivos etc)”.

No sería para menos: 9 de cada 10 entrevistados tuvo que reducir gastos; 4 de cada 10 recurren a sus ahorros para cubrir su presupuesto mensual; casi nadie solicita créditos, porque son extremadamente caros o directamente no hay. Estamos hablando de 1.713 encuestados del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y provincia de Córdoba, del 11 al 18 de septiembre.

  • Encabeza el rubro “salidas, ocio, esparcimiento”: 8 de 10.
  • Sigue “vestimenta y calzado”: 7 de 10.
  • Un poco más abajo viene “mantenimiento/refacciones del hogar”: 6 de 10.

Se trata de consumos relacionados con sentirse bien, verse bien y refugiarse en un ambiente acogedor. Entre los servicios más puestos en riesgo se destacan las cuotas educativas privadas (universidad/secundaria) y las conexiones de telefonía, internet y plataformas de streaming.

Los jóvenes como grupo etario son los que más aumentaron los cuadros críticos por impacto en sus proyectos de vida

Lo notable lo aporta Palacios desde Misiones porque aparecen nuevas franjas etarias. “Jóvenes y adolescentes son los ámbitos de mayor aumento respecto de etapas anteriores. Y esto es sencillo: Por impacto significativo en sus proyectos de vida”.

Pero hay más.

El argentino promedio tiene el lomo duro y la piel bien curtida para resistir. Pero eso no quiere decir que no sufra. O que tenga momentos de angustia

“El estado de ánimo de los argentinos es de un intenso malestar psicológico. En los jóvenes, predomina el temor al futuro”, señala el estudio, coordinado por los doctores Gustavo E. González y Joaquín Ungaretti.

Es que el 74% cree que la crisis económica tendrá efectos negativos muy profundos en su vida personal; el 72% piensa que no podrá realizar los proyectos personales/familiares que tenía antes de la crisis; y el 66% se arriesga a señalar que su salud mental está “mucho/algo peor” (crece al 76% en el estrato social más bajo).

Caminatas por lugares en contacto con la naturaleza, y grupos de autoayuda, sugiere tiki palacios

La inflación es identificada como el principal problema de la coyuntura por un abrumador 81%, más allá de cualquier preferencia política, electoral o ideológica. El 94% define la situación como “mala/muy mala” Y el 75% presiente que todavía puede ser peor: que el poder adquisitivo de sus ingresos va a disminuir mucho/algo.

En Argentina, el valor del dólar es “una especie de termómetro y la gente sabe que si sube aumenta toda la canasta familiar y todos los demás insumos“, explicó la psicóloga Elvecia Trigo en diálogo con Ámbito. También señaló que ante esta situación “las personas están muy afectadas y conmocionadas para ver si van a llegar a fin de mes, si van a poder conservar su trabajo , si tienen que trabajar más horas para poder complementar la canasta familiar o los gastos que tengan”.

Por su parte, Ángel Ergier, representante Interamericano de psicología e investigador del Conicet, coincidió en que la suba de los precios “repercute en el hogar, en la cognición y en las conductas de las personas“. En ese sentido, enfatizó: “Hay que entender que la salud mental está totalmente vinculada a las condiciones de vida que tenemos. Lógicamente, en estos momentos, la gente se pone más ansiosa”, dijo a este medio.

En tanto, el psicólogo Pablo Melicchio agregó que “la constante incertidumbre crea un clima de mayor tensión que lleva a que aumenten las intensidades de angustia, ansiedad y miedo. Las personas se estresen mucho más y así tienen mayores probabilidades de desencadenar cuadros psicopatológicos; y, desde luego, se afecta su salud integral”.

También resaltó que en tiempos de crisis “incrementan los conflictos vinculares, la violencia de género e intrafamiliar y aumenta el consumo de sustancias tóxicas“, aunque destacó que “también hay personas que pueden atravesar la crisis de manera creativa, repensarse y aprender a vivir de otro modo“.

Trigo afirmó además que cuando la suba del dólar parece ser “interminable”, las personas pueden reaccionar de dos maneras: “disocian y tratan de no pensar en el tema o están muy obsesivos y preocupados“. En el segundo caso, señala que “pueden llegar a desmoronarse” y esto genera “estar irritable, con un nivel de tensión y estrés que no se sostiene. Ahí aparece el descontrol, puede aparecer la depresión, la impulsividad o la descarga“.

El pack de consejos es sencillo: no aislarse, buscar ayuda para dialogar sobre el padecimiento, actividad física y buena alimentación junto con yoga y mindfulness

En el mismo sentido, remarcó: “Lo que uno ve hoy en día son sujetos inestables, irascibles, tanto maníacos como depresivos. Ahí aparecen las grandes crisis de pánico y de angustia. Estas circunstancias hacen que las personas se sientan desarmadasfrágiles“.

Melicchio sostuvo por su parte: “Estamos en un tiempo de muchísima incertidumbre, cuesta armar un proyecto de vida y es muy difícil tener esperanza. La falta de estructuras de contención, ante tanta inestabilidad, repercute directamente en la salud mental de la población. La excesiva preocupación por la economía y el mañana, alteran el equilibrio psicofísico y deja a la gente en un estado de incertidumbre que dificulta encontrar el bienestar”.

También explicó que las consecuencias psicológicas no se dan sólo por un malestar personal sino por un contexto general de descontento: “En medio de una crisis aumenta el estrés no solo por las problemáticas personales, sino por lo que le sucede a los demás. Somos seres de una época y de sus consecuencias, y esa es la marca de nuestra singularidad”.

En el caso de Tiki Palacios, la profesional de la UCP, los consejos son claros: “Ante la consulta se sugiere que no se aísle, que busque ayuda para dialogar sobre su padecimiento, que realice actividad física, alimentación saludable y en lo posible actividades de meditación, yoga, mindlfulness

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