Mario Paredes es un emprendedor que -desde Eldorado- seca sus hojas de yerba mate a baja temperatura y no incluye en la molienda los palos permitidos por la ley. Usa 7 kilos de hoja para obtener un kilo de su producto
Mario Paredes desde Eldorado ofrece su ‘Yerba Mate orgánica en saquitos’. “No la llamamos ‘mate cocido en saquitos’, porque aludiría a los saquitos de yerba mate tradicional, una yerba secada a alta temperatura. El nuestro es un producto diferente, un auténtico ‘Té de los dioses’ como el de los aborígenes, que bebían una infusión de agua fría en las hojas enteras de la yerba mate, sin palo. Si se hacen números, se necesitan 3 kilos de yerba mate para hacer un kilo de yerba con palo, y nosotros, para hacer un kilo de producto final, de pura hoja, necesitamos 7 kilos de yerba mate”.
El empresario emprendió en su chacra familiar de 300 hectáreas, la Finca Delfina ubicada en Valle Hermoso, en cercanías de Eldorado. Allí se dedicaban a la forestación (pinos), al cultivo de la yerba mate y a la ganadería. Pero en 2014, por los bajos precios de la madera, les había llegado la noticia de la existencia de la Moringa, un cultivo que se podía aprovechar para el consumo humano y también para el ganado. Entonces dedicaron 25 hectáreas a producirlo con impronta agroecológica y biodinámica, y hasta cuentan con una certificación orgánica. El establecimiento yerbatero (con secadero, procesado y envasado) se llama Sala Moringa Fidel, bajo la figura legal Paticuá SA.
Al volver su entusiasmo sobre el producto que ofrece -diferente por la manera de obtenerlo, esto es, a baja temperatura- Paredes se erige casi como un bioquímico.
“Analizamos nuestra yerba secada a baja temperatura y los resultados arrojaron: 1000% más de vitamina C; 500% más de vitamina B; 573% más de magnesio y 400% más de calcio”
“La yerba mate contiene vitaminas A, B, C y E, pero la mayor cantidad es de B, que contrarresta la anemia, y de C, que eleva el sistema inmune. Con el método tradicional se pierde el 80% de la clorofila -de color verde- y por eso termina tomando un color marrón amarillento”, explicó. “No utilizamos leña, para preservar el medio ambiente, y entonces secamos la yerba con aire caliente, en base a motores eléctricos y de gas. De este modo, no hay quema de leña y a la yerba no llega el humo que en muchos países no está permitido o la intensidad de un horno de secanza tradicional (que puede alcanzar los 600 grados). Y nosotros sí la exportaríamos sin problemas. Creamos el primer secadero de hoja sin palo, y a este método lo bautizamos S.I.S., Sistema Inverso de Secado“.
Un día enviaron a analizar la yerba secada a baja temperatura a la Universidad de Misiones y también a la Universidad de Buenos Aires. “Los resultados fueron asombrosos respecto del método tradicional a alta temperatura, porque arrojaron: 1000% más de vitamina C, que es la más sensible; 500% más de vitamina B; y 573% más de magnesio. Fue por los investigadores de la UBA que nos enteramos de que la yerba mate es la planta que más magnesio tiene en el mundo vegetal, más que el café y que el cacao, 300% más de potasio y 400% más de calcio”, informa Paredes.
Siendo un continuo lector, Paredes se manifiesta enrolado en la cultura biodinámica, contraria al monocultivo, para aprovechar la biodiversidad de plantas y así explotar sus beneficios medicinales, y de paso proteger a la yerba mate, porque repelen insectos y previenen de hongos. Allí, entre los yerbales, cultiva Ibiscus o Flor de Jamaica, Ajenjo, Manzanilla, Romero, Cúrcuma, Carqueja, Boldo, Salvia, Cola de caballo, Milerrama, Ortiga. Destinan 8 hectáreas a la moringa, el superalimento originario de la India y cuya semilla trajeron de México. La misma no estaba en el código alimentario y ellos mismos lograron que fuera incluida en 2018.