Los representantes de Javier Milei solicitaron a la Junta Nacional Electoral no solo poder contar con “machetes” para apoyarse sino también en poder leerlos. Los de Massa dicen que eso es “leer lo que otros escribieron”. Recordando el primer debate en televisión
A fines de 1950 tuvo lugar el primer debate presidencial mediado por la televisión. Y fue en Estados Unidos. El candidato republicano Richard Nixon estaba muy confiado en que iba a ganar con la ayuda de ese aparato que ya se imponía pero se equivocó. Su rival un joven y atractivo John Kennedy “le pasó el trapo”. Aprovechó todas las virtudes del nuevo medio (usó trajes y camisas que contrastaran suavemente con el blanco y negro de la pantalla, lució sonriente y bronceado, contestaba rápido y sonaba sincero). Su rival, todo lo contrario.
Aunque al finalizar el debate, Nixon estaba convencido de que había ganado, la mayoría sabía que el votante se inclinaría por el candidato demócrata cuya punto más débil resultaba ser ‘católico’ en un país protestante. “Va a traer al Papa a Estados Unidos, sirve al Vaticano” eran las típicas muletillas que Kennedy esquivó con sonrisas.
En realidad, los que siguieron el debate por radio sí pensaron que Nixon había estado mejor: las encuestas a los oyentes (que no miraron el debate) dieron ganador a Nixon. Pero del resto, los que miraron la tele vieron un triunfo arrasador de Kennedy. Así, en el nuevo medio (TV) había un solo tiburón que imponía las reglas y era JFK.
El candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, y el de la Libertad Avanza, Javier Milei, protagonizarán el tercer debate presidencial que se realizará el domingo 12 de noviembre en la Facultad de Derecho de CABA. En los preparativos, los equipos técnicos de ambos se vieron las caras en la sede de la Cámara Nacional Electoral, en donde se ultiman los detalles del último y decisivo debate.
La idea del encuentro fue fijar las reglas del careo al que se someterán los candidatos. Según pudo reconstruir Cecilia Camarano de Ámbito, hubo diferencias en torno a la utilización de apuntes por parte de los candidatos. Ya en la previa de las primeras dos ediciones se había planteado una discusión cuando los equipos de campaña de Milei y de -su ahora socia política- Patricia Bullrich pidieron que sus candidatos pudieran contar con “material de apoyo” para sus exposiciones.
Según el reglamento, los candidatos podían tener sobre el atril “hasta cinco hojas manuscritas o impresas de exclusivo uso interno con tamaño de letra hasta 14”, aunque no especificó nada sobre la posibilidad de que leyeran las anotaciones de manera textual. El propio Massa acusó en declaraciones a los medios que “hubo candidatos que en el debate leyeron lo que les escribió otro”.
En esta oportunidad, nuevamente hubo diferencias respecto a este punto: mientras que desde LLA insisten en que Milei pueda contar con este material de apoyo y leer en el marco del debate, en UP entienden que un candidato debe estar en condiciones de no acudir a esta suerte de “ayuda memoria”.
“La dinámica aun no está cerrada, se está en pleno trabajo”, explicaron desde la Cámara Nacional Electoral ante la consulta acerca de cómo se zanjará esta discusión. Las mismas fuentes explicaron que esta semana debe definirse además qué temas debatirán los candidatos.
En ese sentido, este miércoles habrá sorteo de los seis ejes temáticos. Aquí, una vez más desde LLA pidieron que se elimine el eje “Derechos Humanos”, algo a lo cual el massismo se opuso.
Además, se evalúa que los candidatos puedan interrumpirse y no estén ceñidos a su atril, lo que se conoce en la jerga de la ciencia política como “debate de caballeros” o “debate cara a cara”.
Por último, también resta definir si los planos serán estáticos o si mostrarán la “mejor situación televisiva”. Mientras que desde el equipo del libertario optan por la primera opción, en el massismo prefieren lo segundo.