La plataforma de música informó que se retira porque el país incluyó cambios en los derechos de autor. La empresa deberá «pagar dos veces» por el mismo contenido.
Corea del Norte, China, Siria, Irán, Rusia, Cuba… y Uruguay. Desde el inicio de diciembre, los uruguayos y Spotify iniciaron una separación que ubica al país en una lista con acompañantes inusuales y poco afines a las tradiciones democráticas una de las marcas de Uruguay. Spotify cobra a los usuarios y le paga a los productores y estos a su vez a los artistas en función de la cantidad de escuchas que tienen sus temas u obras artísticas: cuanto te escuchan, tanto te pago. Pero hubo cambios legales y ahora la red social considera que tendrá que pagar dos veces: una vez a los productores y otra vez a los artistas. El presidente de Uruguay dice que intentará sacar un decreto para corregir esta dificultad.
Es que en Uruguay se votó una ley que puso en riesgo el negocio. Spotify considera que ahora «los intérpretes podrán reclamarles el cobro por la reproducción de sus contenidos y no solo al productor que los contrató para hacer su disco, a quien hoy Spotify ya le paga por cada vez que se escucha su música».
Si no se logra un acuerdo, Spotify cesará totalmente sus servicios en febrero. Cuando se busque reproducir música, la aplicación señalará que no es posible ubicar geográficamente la ubicación del usuario. Uruguay habrá desaparecido de ese mapa musical de alcance mundial.
“No queremos pagar dos veces”, señaló Spotify.
El presidente Luis Lacalle Pou habló por primera vez de este asunto. El mandatario anunció que están en conversaciones con la empresa para “salir adelante”. “Hay que tratar de ser equilibrado, entendemos que es una plataforma muy importante para todos. De hecho, a mí hoy de mañana me llegó la notificación que le llegó a muchos”, declaró.
La ley uruguaya es muy dura. El texto aprobado por el Parlamento incluye dos artículos cuestionados por la plataforma. Una de las disposiciones agrega a internet y las redes sociales como formatos en los que a los intérpretes se les debe pagar por la reproducción de música. El segundo cambio aprobado establece que en todos los acuerdos entre artistas y compositores se debe asegurar “el derecho a una justa y equitativa remuneración por su explotación”. En caso que no haya acuerdo por ese pago, el monto se establecerá por “juicio sumario por la autoridad judicial competente”.
El decreto que prepara Uruguay indica que estas compañías no deberán pagar adicionalmente a los intérpretes, sino que se establecerá una nueva redistribución del acuerdo que Spotify tiene hoy con los destinatarios de las regalías de las canciones y los discos, que suelen ser las productoras discográficas.
El decreto, entonces, dirá que las productoras discográficas serán las que tendrán que remunerar a los intérpretes, ya sea con el acuerdo que tienen con los artistas (a los que ya les paga parte de lo que reciben por las reproducciones) o con un nuevo acuerdo, según informó el medio uruguayo.
El decreto que prepara el gobierno no dirá que Spotify u otra compañía deban ser las que paguen, aunque marcará que las productoras sí deben hacerlo.