Arana es una puma criada en Güirá Oga el refugio que sirve de rescate. Una mano ‘pícara’ dejó abierta la jaula de donde Arana y su hermana escaparon. La primera fue recapturada pronto. Pero Arana dio vueltas una semana hasta que no pudo más.
Eran huérfanas pequeñas que no pudieron aprender de su madre a cazar y sobrevivir en el monte misionero. Un cazador mató a la madre. Y ellas fueron rescatadas y llevadas al Güirá Oga el refugio de Jorge Anfuso donde son contenidas. La esperanza es volver a reeducarlas para que puedan valerse por sí mismas.
En eso estaban hasta que una “mano pícara” abrió su jaula.
Y ellas huyeron
La hermana pudo ser recuperada casi de inmediato. Pero ella se resistió.
NO estaba preparada para la selva y la supervivencia. No todavía.
Hasta que un día, pegó la vuelta.